Los restaurantes sacados de la gran pantalla están en auge por ser considerados una apuesta segura, al menos fuera de nuestras fronteras.
Muchas son las escenas rodadas en restaurantes, unas veces reales y otras creados para la ocasión. Son precisamente estos últimos, los inventados por la industria cinematográfica los que más interés despiertan, tanto es así que este modelo de negocio cada vez está más en alza.
Existen numerosos restaurantes y bares ambientados en series de televisión de éxito. Pero, ¿qué hay de los extraídos del celuloide? Estos son algunos ejemplos de establecimientos que han superado la ficción y se han convertido en algo real y tangible. ¿Has estado en alguno? ¿Conoces otros ejemplos?
Titanic
Como no podía ser de otra forma, Titanic, una de las películas más taquilleras de la historia cuenta con su propio restaurante, el Titanic Theatre. De hecho, son dos las sedes de este particular barco-restaurante, una en el barrio Koreatown en Los Ángeles y otra en Williamstown (Australia). El Titanic Theatre es el lugar perfecto para vivir una noche de ensueño a bordo del Titanic en la que disfrutar de una cena de tres platos, una copa y espectáculo en directo. Eso sí, aquí no hay peligro de iceberg.
Si quieres verlo con tus propios ojos, este es su vídeo de presentación:
Harry Potter
Si hay una saga con una legión de fans esa es Harry Potter. El personaje creado por J. K. Rowling ha servido de inspiración para las más diversas creaciones y el mundo de la hostelería no se iba a quedar atrás. En Toronto se encuentra The Lockhart, un bar que atrae seguidores de la magia de Hogwarts de todo el mundo. Atención: apto también para muggles.
Su nombre lo toma del profesor de Defensa contra las Artes Oscuras Gilderoy Lockhart, uno de los personajes más excéntricos de la saga. Sus propietarios son extremadamente cautos a la hora de evitar entrar en conflictos de derechos de autor, por eso el decorado es algo escaso pero no por ello faltan las referencias a las películas. Sin ir más lejos, el local está presidido por un gran un mural que reza “pociones y elixires” y en el que se apilan numerosos cócteles rebautizados para la ocasión. Se trata fundamentalmente de un bar de copas, pero también disponen de carta de tapas.
Gran Hotel Budapest
En Milán se encuentra el Bar Luce, una glamurosa cafetería que parece salida del mismísimo Gran Hotel Budapest. Enmarcada dentro del complejo artístico y cultural Fondazione Prada, su diseñador es el director de cine Wes Anderson, quien ha plasmado a la perfección la estética de sus películas. Con solo traspasar sus puertas viajarás en el tiempo a la Italia de los años cincuenta para disfrutar de un café o de la más que apetecible repostería que abunda en los mostradores del Bar Luce. Aunque, según Anderson, el bar está pensado para pasar una tranquila tarde disfrutando del placer de la escritura, uno de los elementos más atractivos del local son sus máquinas de pinball inspiradas ‘The Life Aquatic’ y ‘Castello Cavalcanti’, ambas obras del director estadounidense.
Alicia en el País de las Maravillas
¿Quién nos iba a decir que la entrada al País de las Maravillas iba a estar en Valencia? Allí precisamente se encuentra el Café de las Maravillas, un portal a ese mundo mágico en el que Alicia se cuela accidentalmente por una madriguera. Ambientado en la historia de Lewis Carroll y la posterior película de Walt Disney, esta imaginativa cafetería recrea los escenarios más famosos del cuento, como el jardín donde la Reina cultiva sus rosas rojas, o el salón opuesto, una habitación “donde nada está donde debe”.
Perfecto para los más golosos, dispone de una amplia carta plagada de tartas, gofres, crepes y todo tipo de repostería para acompañar con un té, un café o un batido de frutas. Si llegas tarde a la hora del té y eres más de salir al ocaso, los fines de semana también ofrecen cenas a base de sándwiches, hamburguesas y otros entrantes, así como una gran variedad de cócteles.