La partida de personal es el mayor coste en la mayoría de los restaurantes. Desgraciadamente, muchos empresarios tienen una visión muy cerrada de su fuerza laboral y no trabajan en este campo para aumentar la productividad de una partida de gasto tan alta. Es difícil encontrar establecimientos en los que se trabaja con mimo la gestión de las personas, pero cuando los encontramos, se nota a la legua.
Y, justo por este motivo, me he propuesto escribir este artículo para dar algunas claves para mejorar el desempeño de nuestra plantilla, lo que redundará en que nuestro negocio sea más rentable el próximo 2018:
Claves para que nuestro restaurante sea más rentable en 2018
1.- Pedir referencias y revisar las redes sociales
La red social, en general, es un recurso que utilizan cada vez más los reclutadores. Y lo es porque los candidatos dejan muchas huellas digitales que pueden ser revisadas para conocerlos de manera más fidedigna. Desde el punto de vista de los candidatos, hay que tener en cuenta el concepto de marca personal, es decir, las acciones que se realizan en los entornos digitales para mostrarse de forma profesional, lo que mejora sin duda su empleabilidad y capacidad de ser contratados.
Como profesionales de cualquier ámbito, debemos pensar muy seriamente qué cosas subimos o publicamos en Internet. Debemos tener en cuenta que el rastro, aunque sea digital, es indeleble; siempre permanecerá y será visible por terceros. Y si queremos hacer una selección más profesional, contamos con una red social llamada LinkedIn que es muy utilizada por candidatos y reclutadores.
Como nota, en el mundo anglosajón se usan mucho las referencias, algo que en España no se suele hacer, y de la que se obtiene información muy interesante sobre los candidatos.¡Aprovechemos lo mejor de todas las opciones!
2.- Reclutamiento, selección y contratación
En hostelería, por tradición o porque siempre se ha hecho así, a la hora de contratar personal se realiza una breve entrevista y, si encaja o hay mucha urgencia, se comienza a trabajar; “echarlos al toro” se dice de forma castiza…. Esto generalmente se traduce en unas altísimas tasas de rotación de personal, en las que nadie gana, ni el que contrata ni el contratado.
Por ello es necesario sistematizar y profesionalizar esta labor. Hay que determinar correctamente los distintos perfiles que necesitamos, realizar los procesos de captación, selección e incorporación de una forma ordenada y clara para el futuro trabajador, de forma que el profesional se sienta integrado desde el primer momento para que pueda ofrecernos, en un breve espacio de tiempo, la productividad esperada.
3.- Motivación y mejora del desempeño
Como comentaba anteriormente, los recursos humanos tienen una importancia máxima en los costes y, por ello, son una parte fundamental del negocio de la restauración, por lo que es imprescindible que tengamos una plantilla motivada y alineada con los objetivos de la empresa. Tenemos por delante una nueva generación de profesionales, los millennials, a los que hay que satisfacer profesionalmente. Estos perfiles tienen un carácter eventual, y aunque la motivación es difícil, debemos atraerlos gracias a un buen plan de aterrizaje, en el que los cometidos y obligaciones del profesional estén claros.
En este sentido, sería viable introducir el concepto de retribución variable según objetivos. Y si además incluimos conceptos de gamificación y formación continua, nos convertiremos en una marca atractiva desde el punto de vista del empleo, aumentando el sentido de pertenencia de nuestro equipo y logrando mantener el talento en casa.
4.- Formación en todos los estratos de la empresa
La economía está inmersa en un profundo, constante y rápido proceso de cambio, en el que la restauración no es ajena. Todos estos cambios nos obligan a reaccionar en entornos altamente competitivos, por lo que la formación continua, como la que ofrecemos en Gastrouni con el Máster en Dirección de Restaurantes y F&B Hotelero, es la herramienta que nos permite estar actualizados y que nos da la capacidad de obtener la respuesta idónea ante estos escenarios tan cambiantes. La formación a todos los niveles es clave para no quedarse atrás y ser cada día más competitivos.
5.- Total implicación
Como consejo, debemos escuchar las opiniones de los miembros del equipo, esto puede ser muy enriquecedor para cualquier negocio. Es un ejercicio de humildad que los empresarios y directivos deberían realizar más habitualmente. Son los trabajadores los que están cara a cara con la problemática y las necesidades de los clientes, y no contar con ellos, realizando equipos interdisciplinares de mejora de calidad o de procesos, es un grave error.
Además de las grandes ideas que obtenemos con estos sistemas, damos una dosis de motivación impresionante a nuestra organización. A todos nos gusta aportar lo que sabemos y que nuestra opinión sea tomada en cuenta. Y recuerda, el buen empresario agradece en público y reprende en privado.
El nuevo empresario, el del siglo XXI, necesita poder formar equipos de profesionales muy versátiles que puedan realizar diferentes tareas a lo largo de su jornada laboral, sobre todo cuando hablamos de equipos pequeños. Pero viendo el panorama de la hostelería española, cada profesional debería desarrollar las máximas habilidades posibles, con las que conseguir un equilibrio, y después ir especializándose en aspectos concretos. Un trabajo que traerá más beneficios tanto a corto como a largo plazo, estoy convencido de ello.
