Comprar un restaurante puede ser una apuesta acertada a la hora de comenzar un nuevo negocio. Para empezar se tienen estadísticas previas del funcionamiento del local, algo que no ocurre cuando se abre un restaurante desde cero. Por otro lado la inversión inicial es menor, algo que pudiera ser contraintuitivo en un primer momento, pero que queda meridianamente claro cuando se toman en consideración las reformas necesarias en el local, la compra de mobiliario profesional y los costes por licencias y permisos que van asociados a la apertura de un nuevo restaurante. En un traspaso de negocio de restauración todo esto está cubierto por el monto que se firma.
El precio de los restaurantes en EE. UU. ha ido en aumento en los últimos años, a un ritmo de 5% anual. Actualmente el precio de salida se coloca en torno a los 469 500 dólares. Un precio similar se da en el entorno español según nos devuelve una búsqueda rápida en internet.
Pese a que estos precios parecen muy elevados, la verdad es que las posibilidades de regate son amplias, y los precios suelen terminar muy por debajo del umbral establecido inicialmente por el vendedor. Aunque económicamente pueda tener sentido decantarse por la compra de un establecimiento de restauración preexistente, esto no quita que haya que realizar las pesquisas oportunas antes de firmar el contrato de compraventa.
Los siguientes siete puntos son determinantes desde el punto de vista del comprador.
1.- Investiga el motivo real por el cuál el restaurante está en venta
Sí, hay cientos de razones válidas para vender un negocio. Un cambio en la vida del propietarios (mudanza a otra ciudad, paso a otra actividad económica, etc.), pero también hay muchos motivos por los que el comprador tiene que preocuparse.
¿Está el inmueble y el mobiliario en perfecto estado? ¿O por el contrario presenta fallas difíciles de solventar sin grandes inversiones adicionales? Es difícil saberlo por uno mismo, por eso la recomendación es confiar en expertos en este tipo de lides para conocer cuál es el estado de conservación del restaurante que se pretende adquirir.
Las consideraciones asociadas a este punto también pueden apuntar a la necesidad de cambiar o no la marca del restaurante. Si desde un punto de vista económico todo estaba funcionando a las mil maravillas, entonces no hay motivo para hacerlo. Pero si las cosas no iban tan bien y este hecho es el causante de que el actual propietario quiera deshacerse del negocio, el comprador debe tener en mente que tendrá que cambiar el nombre, el menú y probablemente buscar una nueva clientela.
2.- Incluye un inventario detallado en el contrato de traspaso
No es buena idea asumir que las cosas son como esperamos como sean. Así, aunque lo normal es que durante un traspaso de local todo el equipo asociado a la actividad económica se ceda al nuevo propietario, no hay motivo para pensar que esto sea así en todos los casos.
Si esperas que todos los electrodomésticos, herramientas de cocina, puntos de venta y demás aparatos sean de tu propiedad al firmar el papel, cerciórate de que en este consta cada elemento con pelos y señales, incluye un inventario en el contrato. Lo que no figure en el contrato jamás estuvo en venta, recuérdalo.
3.- Añade en el contrato una cláusula de no competencia
El restaurador que quiere vender su local puede tener planes futuros que pongan en peligro el funcionamiento del establecimiento que estamos adquiriendo.
Por ejemplo, podría haber encontrado un nuevo local en el que montar un restaurante más exitoso, disminuyendo la afluencia al viejo restaurante al ejercer una competición ventajosa en el entorno. Hay que tener en cuenta que el propietario actual conoce el barrio, la gente que frecuenta los restaurantes y las tendencias de consumo que se dan en la zona.
Para no pillarse los dedos, es conveniente incluir en el contrato una cláusula que limite la capacidad del vendedor para hacer la competencia al comprador. No deberían surgir fricciones al introducir un apartado como este, si ocurre, esto es síntoma de que algo no va bien.
4.- Infórmate de posibles deudas y penalizaciones pendientes
Cuando se obtiene el título de un local, este se recibe en su estado actual. Esto incluye las cargas y amonestaciones que pueda tener.
Antes de sentenciar la compra, merece la pena investigar cuál es el estado financiero del negocio. ¿Se debe dinero a los proveedores? ¿Han sido las reformas pagadas en su completitud? ¿Hay alguna multa administrativa pendiente de pago?
Estas y otras preguntas han de ser respondidas antes de hacer una compra de restaurante que tenga consecuencias negativas inesperadas.
5.- Investiga la reputación online del restaurante
La inercia del restaurante es difícil de cambiar. Esto es, la percepción que la gente de la comunidad tiene del negocio. Tan cierto es cuando la reputación es buena, significando que el nuevo restaurador podrá meter la pata en más de una ocasión antes de que la opinión del restaurante se empiece a degradar; como cuando esta es mala: por mucho trabajo que el nuevo propietario ponga en levantar un local del que los comensales no hablan bien, los cambios tardarán en llegar y serán extremadamente laboriosos.
Por todo lo expuesto, resulta vital para el nuevo restaurador indagar cuál es la reputación online del establecimiento. Para ello hay que recurrir a páginas como el perfil del negocio en Google My Business o TripAdvisor, así como a guías especializadas que hablen de los restaurantes locales, como ElTenedor.
También interesa visitar otros negocios de restauración del entorno para evaluar cuán difícil es competir en el área, cuáles son los puntos fuertes del local y cuáles son los contras que presenta y sobre los que habrá que actuar con presteza para no estar en situación de desventaja comercial.
6.- Conoce la existencia de otros contratos de suministros
Otro aspecto que no se puede olvidar es que el negocio puede haber firmado contratos duraderos con otros negocios proveedores de servicios. Estos tal vez no se puedan rescindir, o si la rescisión es posible, puede que incurra en sobrecostes o compensaciones inesperadas.
Lo mismo ocurre con los sistemas terminal punto de venta. Dependiendo de cuál sea el sistema que se recibe, puede ser más barato a largo plazo optar por su sustitución.
7.- Asesórate con profesionales para evitar riesgos
Antes de dar el paso definitivo hay que conocer el verdadero valor de mercado del restaurante. Es evidente que el propietario actual no se desprenderá del local si no recibe un valor igual o superior a este importe, por lo que generalmente los precios de salida al mercado de los negocios de restauración están muy inflados.
Contratar a un abogado con experiencia en este tipo de traspaso de negocios será de gran ayuda, pues además de guiarnos por todo el proceso, empleará su experiencia para que obtengamos el mayor beneficio al ejecutar la transacción.
Como se puede ver la compra de un restaurante no es un proceso libre de dificultades, pero siguiendo las pautas adecuadas se puede conseguir abrir un negocio de restauración exitoso con una inversión mucho menor que la que comportaría la apertura de un local totalmente nuevo.