En un reciente estudio liderado por Barclays se ha entrevistado a 2334 consumidores y 553 gerentes de locales para conocer las posibilidades de negocio desaprovechadas a causa de la desincronización entre los horarios de apertura de los establecimientos en las calles de Reino Unido y la predilección horaria de los nuevos consumidores.
Además de la alta demanda de servicios abiertos las 24 horas del día, el estudio ha puesto de manifiesto una posible solución a la crisis que están experimentando muchos establecimientos de restauración en el Reino Unido. Los casos más flagrantes que se han dado últimamente siendo el cierre del restaurante italiano Prezzo y de la franquicia de hamburgueserías Byron.
El aumento de los costes de operación a causa del Brexit y sus consecuencias sobre la inmigración, el cambio incesante que afecta endémicamente al sector y que ahora es promovido por el consumo millenial, así como la amenaza de deflación que se cierne sobre el país; todos estos aspectos negativos podrían mitigarse o revertirse por completo cambiando los horarios de apertura.
Los negocios de restauración no están percibiendo unos beneficios potenciales de 5000 millones de libras esterlinas tan solo por desconocer que las costumbres de la población han cambiado durante los últimos años y no adaptar sus horarios a los nuevos hábitos de consumo y con muchos clientes dispuestos a pagar una pequeña prima por servicios en horas inusuales. Las empresas que encuentran formas de satisfacer esta demanda pueden aprovechar una oportunidad muy significativa.
Adaptarse a los horarios vigentes entre la clientela permitiría, además, ralentizar el avance de los servicios de reparto domiciliario de comida como Deliveroo, Just Eat y UberEat que poco a poco van ganando terreno a los establecimientos de restauración tradicionales. Aunque la tendencia parece imparable puesto que los comensales demandan comodidad a la hora de usar los servicios de restauración, y no hay nada más cómodo que pedir comida desde un terminal móvil con antelación y recibirla en la puerta del hogar justo a la hora prevista.
Algunos otros puntos destacados del estudio de Barclays son la escasa pérdida de clientela por no conceder a las demandas de los clientes en lo referido a horarios y que el 42% de los negocios de restauración han recibido solicitudes para instaurar un horario de apertura más flexible por parte de la clientela en alguna ocasión.
En general, Barclays advierte de que en un sector en crisis y extremadamente competitivo, no aprovechar las oportunidades existentes puede ser la diferencia entre progresar o tener que cerrar, algo que han hecho ya un número tan elevado de locales en las principales ciudades inglesas que el sector de venta y alquiler de bajos avisa sobre una posible crisis inmobiliaria.
Finalmente el estudio dedica algunos puntos adicionales claramente orientados a paliar los efectos destructivos del Brexit y dirigidos a otros ámbitos empresariales (salas de espectáculos, gimnasios y establecimientos diversos), en los cuales se podrían ganar otros 5500 millones de libras esterlinas adicionales con la adaptación de los horarios.
En definitiva, parece claro que los hábitos y los horarios de consumo de un porcentaje cada vez mayor de la población están cambiando y aquellos restaurantes que sepan adaptase a estos nuevos clientes conseguirán un diferencial competitivo relevante.