Aquellos a los que les pareció bien el cierre inteligente, Amazon Key y la cámara Cloud Cam, están de enhorabuena porque después de permitir el acceso a sus moradas a Amazon podrán hacer lo propio con sus coches.
Surgido de una nueva colaboración entre el gigante de las ventas digitales y los fabricantes automovilísticos General Motors y Volvo, el innovador servicio de Amazon pretende entregar paquetería directamente en el maletero de los vehículos.
Esto lo conseguirán mediante un acuerdo con el usuario, que ha de permitir el acceso a terceros asociados a la compañía, y las tecnologías integradas de serie en los nuevos coches y que servirán de puente de comunicación entre los vehículos y el software de gestión empleado en la corporación de Bezos.
De momento, la novedad no sale del entorno estadounidense. Varias ciudades han probado una versión beta desde finales de 2017, y ahora se lanza oficialmente la última actualización en 36 ciudades.
Según el video promocional, de momento la clientela beneficiada se anida en nichos muy concretos. Se nos presentan dos casos: el de una madre que no quiere que molesten a su bebé con el timbre mientras el recién nacido duerme y el de unos padres que han comprado algunos regalos de cumpleaños y pretenden que su pequeño no se percate de ello hasta el último instante.
No ayuda que los propietarios de los coches tengan que estar suscritos a los servicios OnStar o Volvo on Call, según corresponda, especificación que no aparece en los coches ensamblados con anterioridad a 2015.
Sin embargo, la escasa aceptación, lógica en un servicios que acaba de llegar a los concesionarios, es simplemente un escollo en el camino para una innovación tecnológica en reparto, paquetería y movilidad de mercancías que sin ninguna duda acabará por despegar.
Si miramos un poco más allá, ¿qué puede significar este servicio para el mundo de la restauración?
Muchos trabajadores de EE. UU. que realizan sus labores en grandes oficinas, polígonos tecnológicos, industrias o importantes urbes, ven cómo su tiempo para comer se ve reducido por las largas colas. La alternativa a la espera es llevar comida precocinada en un envase y recalentarla en un microondas.
No es el mejor bocado después de una ardua mañana de trabajo. Por ello, no es raro ver a hombres y mujeres que, en un intento desesperado por aunar buen comer y comodidad, deciden recoger su comida en un negocio take away y degustarlo con tranquilidad en el coche. Es una estampa que cada día se repite más, y el nacimiento de personajes icónicos como Daym Drops, materialización memética y viral de esta misma tendencia, pronostica la futura generalización del hábito.
Así pues, es cuestión de tiempo que surjan variantes de la entrega de comida a domicilio que utilicen estas nuevas tecnologías para llevar los menús directamente a los coches apropiadamente estacionados cerca del lugar de trabajo.
Eso sí, aún hay muchos obstáculos y limitaciones que superar para que esto ocurra. De momento el sistema presenta los siguientes problemas:
- Escasez de ubicaciones preestablecidas donde emplear el servicio. Los usuarios del nuevo servicio de Amazon no pueden esperar que este funcione en cualquier sitio. En todo momento, en su perfil, debe constar una dirección (hogar o trabajo) en la que el vehículo ha de estar estacionado. Esta se puede cambiar a conveniencia, pero las ubicaciones elegibles no son muchas: vías principales de comunicación y aparcamientos oficialmente designados son los puntos de estacionamiento aceptados. Para que el repartidor localice el coche, será necesario que el vehículo se encuentre en las inmediaciones de la dirección señalada.
- Conectividad de los servicios de telecomunicación y geolocalización. El servicio emplea diversos sistemas que han de recibir, interpretar y reenviar datos. La ausencia de conectividad o la pobreza de la misma genera un impacto que los responsables detrás de la innovación tecnológica en reparto aún no saben cómo sortear. En aquellos puntos donde la conectividad 3G o superior no esté garantizada, sería necesario dinamizar la instalación de repetidores e instalaciones de telecomunicación más modernas, algo que queda fuera del alcance de la compañías interesadas.
- Mayores dificultades en la planificación del reparto. Dado que la posición del coche puede ser itinerante, el reparto presenta nuevos desafíos. En concreto, el tiempo en el que se conoce la dirección de destino se reduce hasta una media de seis horas.
La competición dentro de este plano tecnológico sin duda acelerará el descubrimiento de soluciones a los problemas presentados. El servicio de Amazon no es el único. La propia marca Volvo cuenta con el sistema In-Car Delivery que permite a los conductores de estos coches recibir en su maletero equipo para esquiar, ropa, aparatos electrónicos o incluso productos de alimentación, tal como hace la tienda de comestibles Mat; siempre y cuando se encuentren en Estocolmo. Cardrops es otra empresa especializada en este tipo de servicio, aunque su enfoque incide especialmente sobre los artículos de e-commerce, no el reparto de comida.
Según se vayan realizando avances, se irán abandonado o acogiendo nuevos productos. Es el caso de Amazon Fresh Pickup, que en cierto modo puede verse como el germen de este proyecto. Lanzado en 2017 como un proyecto piloto, el reparto de alimentos directamente al maletero de los clientes de Prime aún sigue vigente en Seattle (EE. UU.), pero no ha suscitado tanto interés como esta nueva campaña más generalizada, que para los restaurantes podría suponer, como ya hemos visto, un sustancial aumento del volumen de negocio.
Para una empresa con mucho hambre, como Amazon, un plato fuerte como Amazon Key In-Car puede sentar muy bien. Veremos si le aprovecha.