Son muchas las empresas que se afanan por obtener la tecnología necesaria para que la conducción autónoma sea una realidad. Entre los grandes candidatos a poner vehículos dotados de esta capacidad en las carreteras están gigantes de la automoción como General Motors y Toyota, pero también toda una plétora de pequeñas empresas especializadas que ven en este mercado una posibilidad de negocio.
Una de estas empresas es AutoX, una compañía especializada en soluciones de movilidad orientadas al transporte de mercancías. Disponen de un modelo adaptado a las necesidades de este nicho que ya está rodando por las calles en la experiencia piloto que se está desarrollando en San José (California, EE. UU.).
El funcionamiento del AutoX se ha simplificado en extremo para que su asequibilidad sea apta para todo el mundo; al fin y al cabo, dado que los vehículos se orientan al reparto a domicilio, los clientes que esperan los bienes deben poder interaccionar correctamente con las máquinas de forma fácil y sencilla, sin que surjan dudas o impedimentos que detengan el progreso de la transacción o arruinen la experiencia del usuario.
Por ello, el diseño UX ha sido cuidado en extremo. Los clientes que vayan a recibir compras realizadas en establecimientos de alimentación, restaurantes u otros comercios, solo tienen que descargar la app móvil de AutoX en el smartphone que utilicen para realizar sus adquisiciones. La aplicación está ya disponible en Google Play y App Store.
Desde esta interfaz podemos solicitar que un vehículo autónomo traiga nuestro pedido con tan solo algunas pulsaciones. Todo queda en manos de los responsables de los establecimientos y de la tecnología incluida en los coches.
Para conseguir un funcionamiento eficaz, AutoX ha roto barreras en la industria gracias a la involucración de expertos en la materia. Mediante el uso de la inteligencia artificial, AutoX puede tomar decisiones en tiempo real que le permiten conducir compartiendo calzada con los demás usuarios y con todas las garantías de seguridad.
Este sistema de inteligencia artificial está alimentado por los datos recogidos por las cámaras y sensores equipados en la carrocería de los vehículos. Cada instante, toda esta información es interpretada por el software creado por la empresa, mandando las órdenes pertinentes a los mecanismo de actuación.
Además, la seguridad vial ha sido uno de los pilares sobre los que se ha erigido esta solución de movilidad. Los sistemas equipados son redundantes, significando que en caso de fallo de uno de los circuitos, existe todo un mecanismo de apoyo que permitirá al vehículo autónomo seguir operando con normalidad.
Después de muchas millas de testeo, los creadores de AutoX están satisfechos con los resultados ofrecidos por los coches con conducción autónoma y se sienten preparados para sacarlos al mercado con éxito.
Para aquellos restaurantes con grandes volúmenes de pedidos destinados a reparto domiciliario, la inversión inicial en este tipo de vehículos está más que justificada. Con el tiempo, el ahorro en salarios, sobrecostes por usar empresas asociadas e ineficiencias derivadas de la conducción humana cubrirán de sobra los gastos que este tipo de tecnología para restauración implica.