Las posibilidades de una app móvil versátil no dejan de sorprendernos.
Burger King se ha convertido en el foco de atención en los foros de mercadotecnia al emplear una de las estrategias de marketing digital más agresivas que se recuerdan en los últimos tiempos: una geovalla capaz de disuadir a aquellos a quienes se les antojen unas hamburguesas de la eterna competencia, McDonald’s.
Muchos de nuestros lectores no sabrán que es una geovalla, y no tiene nada de malo, pues es un término que el 70% de la población jamás ha oído. Una geovalla no es más que un polígono virtual que engloba una región dada en un sistema de información geográfica.
En el caso de Burger King, la geovalla que han usado está compuesta por más de 14 000 puntos de venta de McDonald’s distribuidos por todo EE. UU., cada uno de ellos rodeado de una superficie circular de diez hectáreas y media centrada en el edificio.
Una situación que recuerda a un bloqueo internacional de comercio, solo que motivado por empresas y ejecutado a pequeña escala de forma digital. Solo se han librado los McDonald’s ubicados en los estados de Alaska y Hawái.
Pero lo que realmente es interesante es el funcionamiento de esta promoción. Cuando se detecta un usuario de la app móvil de Burger King dentro de una geovalla gracias al sistema de geolocalización del terminal móvil, la aplicación presenta en pantalla la oportunidad única de comprar un Whopper, la hamburguesa por excelencia de la cadena, al irrisorio precio de un céntimo de dólar.
¿Una hamburguesa gratuita a efectos prácticos por solo andar unos metros hasta el Burger King más cercano? ¡Sí, por favor!
https://www.youtube.com/watch?v=D6uuEQmn5vQ
De hecho, hay quien se lo ha tomado a pecho y se acerca al McDonald’s más cercano solo para poder aprovechar la promoción. Una cruel forma de jugar con las expectativas de los gerentes de los restaurantes de comida rápida de McDonald’s quienes ven cómo se aproximan los potenciales clientes solo para, en el último momento, pararse un instante a gestionar su móvil y emprender camino al Burger King que quede más a mano.
Esta acción comercial se ha bautizado muy acertadamente como «Whooper Detour», que a primera vista parece traducirse como «Desvío Whooper», pero que en inglés pudiera ser reminiscente de la onomatopeya que todo el mundo tiene en mente al cometer un error: «whoops». Así, vendría siendo un cambio de sentido realizado al darse cuenta del error propio, siendo este error, claramente, la visita a un McDonald’s.
Desde el pasado martes cuatro de diciembre, los amantes de los Whoopers podrán acogerse a la iniciativa durante ocho días. Ocho días en los que la cantidad de hamburguesas servidas a un céntimo será sencillamente brutal. Y brutal también ha sido el impacto de la campaña en internet, donde diversos medios se han hecho eco de la hazaña y los internautas han calificado la acción como un «troleo épico a McDonald’s».
Esta suerte de boicot geolocalizado se une a otras campañas de lo más originales, traídas también de la mano de Burger King: el hueso con sabor barbacoa para mascotas perrunas acompañantes de los comensales o el sistema de referidos Whooper Shopper que estuvo activo entre el Black Friday y el Cyber Monday, permitiendo a los compradores recuperar parte de sus gastos en otras tiendas en forma de hamburguesas de Burger King.
Desde la redacción de este periódico estamos muy atentos a como McDonald’s va a contrarrestar esta genialidad de su eterno rival, aunque sin duda, en este caso concreto, no tiene nada fácil superar este baneo 4.0.
Después de investigar sobre estas estrategias de marketing digital salimos más convencidos de que la creatividad y la originalidad son el único límite en publicidad. ¡Y también nos ha entrado hambre! ¿Hace una Whooper?…vamos a acercarnos a un McDonald’s 😉
https://youtu.be/Pg5EmtaSCL4