La gastronomía está de moda, esto es ya algo incuestionable. Las fotografías de platos y bodegones que inundan Instagram, o esos chef´s que parecen la reencarnación de las nuevas estrellas del rock del S XXI son la mejor prueba de ello.
Aficionados a la fotografía y al buen comer han conseguido que fotografiar los platos de los restaurantes a los que van no sea visto como algo extraño y que el hashtag #foodporn sea de lo más habitual. Pero ser un foodie exitoso en Redes Sociales como Instagram no es sencillo. Para conseguir la foto perfecta es necesario seguir ciertas pautas o recomendaciones.
¿Quién es el protagonista?
- La comida tiene que ser la protagonista de la fotografía
El decorado es siempre una gran ayuda con la que conseguir mejores fotos, por ejemplo un mantel bonito o el fondo de un local de hostelería puede ser un detalle de gran valor, pero hay que tener claro que los alimentos son el centro de la imagen. El plato que se fotografíe debe destacar entre todos los elementos que aparezcan en ella.
Este tiene que ser el objetivo de todo foodie que se precie, resaltar el valor y la imagen de los alimentos que retrata.
- La naturalidad como bandera
La naturalidad es un valor en alza. En la fotografía esta debe incluirse en diferentes sentidos, pero hay uno que es esencial. La luz siempre debe ser natural, porque esta es la que sacará la mejor versión de los alimentos. Para ello, hay que buscar el ángulo más adecuado, en el que las luces y sombras resalten aquello que queremos mostrar del plato.
De igual manera, tampoco se debe abusar de lo artificial en la preparación de la fotografía. El autor debe poner parte de él en sus imágenes y por ello mostrarse tal como es, siempre será bien valorado por sus seguidores.
- Dar un giro al punto de vista
Lo más habitual que se puede encontrar entre las galerías de fotos de foodies, son imágenes en las que se fotografía simplemente el plato. Esta es, sin lugar a dudas, la mejor manera de retratar aquello que se come, pero es posible hacerlo también de un modo diferente.
Se puede buscar otro punto de vista, una perspectiva más original que rompa con lo tradicional. En este sentido, se pueden realizar composiciones con los ingredientes frescos que lleva un plato o, incluso, es posible fotografiar algún momento de su proceso de elaboración. Esto conlleva un punto de originalidad y diferenciación.
A ello se une que la fotografía gastronómica suele ser bastante estática. Por norma general, se encuentran muchísimas imágenes de platos tomadas desde arriba o también algunas de bodegones. Pero es posible dar cierto movimiento a la imagen, conseguir que quien la observa se mueva dentro de ella. Para ello es fundamental la composición. Dependiendo de la colocación de los elementos en la imagen se podrá conseguir en mayor o menor medida este efecto.
La importancia del escenario
Contextualiza la foto con el decorado adecuado
Tal y como se ha señalado, los alimentos deben ser los protagonistas de este tipo de fotografía. Pero también hay que tener en cuenta los elementos que se van a utilizar en la composición. Decorados, fondos, colores, etc. son fundamentales a la hora de planificar una sesión de fotos.
La vajilla, cubertería, manteles o vasos tienen también mucho que decir sobre aquello que se fotografía, por ejemplo, se puede apostar por una vajilla antigua o moderna así como por una cubertería sencilla o quizás lujosa y esto será también parte del mensaje.
De igual manera, el fondo también es básico. No causará la misma sensación el plato sobre una mesa de madera que sobre un lujoso mantel, como tampoco transmite la misma idea la foto que retrata utensilios de cocina, que aquella que capta de fondo el interior de un exclusivo restaurante. Así, estos elementos también cuentan y forman parte de aquello que se quiere comunicar.
Ahora que ya cuentas con algunos consejos para conseguir las mejores instáneas de tus platos y así convertirte en un foodie de éxito en Instagram, solamente te queda empezar a subir cuantas delicias pasen por tus manos…¿Comenzamos?