Una afirmación tan antigua como “una imagen vale más que mil palabras” es la que pone, hoy por hoy, a Instagram en la vanguardia. ¿Dónde quieres conducir a tu público? ¿Qué inspira lo que muestra el cliente sobre tu negocio? ¿Cómo puedes hacer que la Red adore a tu restaurante, que tus clientes construyan con sus imágenes tu mejor escaparate?
Alcanzar tu propósito es posible. Si quieres que tu público enseñe a todo el mundo lo que más le gusta de tu local, lo más cool, lo más cookie… aquí te vamos a dar algunas directrices sobre cómo hacer tu negocio más instagrammable.
Lo visual puede resultar impactante por motivos diversos, desde el color hasta el olor pasando por la forma. Incentivar el universo sensorial de tu negocio es el principal parámetro para conseguir nuestra meta. De este modo, tu cliente querrá sin duda trasladar lo que está viendo e impactar en el imaginario colectivo de sus seguidores.
Para hacerlo más fácil, nos vamos a detener en tres focos de atención de tu restaurante:
Diseño del espacio físico
Qué es lo primero que ve el cliente cuando entra en el local. La arquitectura y el diseño del restaurante nunca pasan desapercibido. Es posible que el comensal ya haya tenido la oportunidad de indagar en Internet si es la primera vez que acude. Si no, ya sabrá a dónde va, aunque siempre puede haber algún elemento nuevo que le sorprenda.
Es uno de los puntos fuertes en los que trabajar y, por este motivo, recomendamos una labor de innovación constante en la medida que sea posible y a través de pequeños detalles.
Los colores, la iluminación, las formas… todo queda en la retina del cliente y, si le gusta, le impacta o le extraña, seguramente quiera compartirlo con el resto del mundo. Diseños amigables, coloristas, naturalistas y vanguardistas, por ejemplo, triunfan en la Red.
Objetos decorativos y utensilios
Cualquier objeto, tanto de decoración como útiles de cocina y comedor, juegan un papel crucial. La forma en cómo están dobladas las servilletas, el lema y/o saludos de la marca de la empresa, los vasos, la vajilla, la carta de menús… todo cuenta.
Cómo están dispuestas las mesas y las sillas, y cómo están decoradas también son dos puntos fuertes en este sentido. Todo lo que pueda sobresalir a lo común es potencialmente una imagen para Instagram.
El diseño, las formas, los colores de aquello que rodea al cliente harán que le resulte más o menos atractivo, y todo lo que le llame la atención será susceptible de ser fotografiado o grabado y compartido.
El plato
En esta nueva era donde la relación entre cliente y negocio comienza mucho antes de llegar al local y degustar la comida, el plato no ha perdido su relevancia. Es más, se convierte en el epicentro de las redes sociales en la gastronomía.
Lo visual cobra una dimensión estratosférica. La presentación del plato se antoja, por lo tanto, fundamental.
¿Cuántas veces hemos tenido que esperar en una mesa para que un comensal fotografíe un plato antes de empezar a degustarlo? He aquí la esencia de la cuestión. Lo que nos llegue al estómago por lo ojos será objeto del deseo de compartir.
Por lo tanto, no podemos dejar de realizar un emplatado perfecto, sea cuál sea el tipo de comida. La composición del plato será clave para que nuestros clientes quieran compartir su experiencia.
El postre, el rey
Podemos afirmar que las redes sociales tienen una preferencia por el que suele ser el último plato de una comida: el postre. Texturas, colores, formas. Instagram adora los postres; el efecto que provoca la imagen en quien los ve y cómo lo percibe. Es lo que un cliente quiere siempre transmitir a sus followers.
El postre se erige en las redes como el gran protagonista de la mesa. De ahí, la importancia de la presentación, de la composición del mismo y de la superficie sobre la que se sirve.
Hoy por hoy, no solo importa lo que comes. La apariencia, el valor de las redes sociales y el potencial de los millenials se posicionan como tres de los aspectos en auge de nuestra sociedad. De ahí la importancia de trabajar el formato audiovisual, que está ganando terreno al texto en el universo 2.0. Y es necesario trabajarlo en su conjunto, como un todo, sin excluir ningún detalle por irrelevante que nos parezca.
Una imagen o un vídeo viral puede convertirse en la mejor herramienta para atraer nuevos clientes. Ponte en el lugar de ellos, piensa qué podría impactarte, qué te gustaría enseñar a tus followers… y da rienda suelta a la creatividad.
Pero, sobre todo, no te olvides de interactuar con el usuario. Una vez que haya compartido en Instagram alguna imagen de tu local, hazle saber que te gusta o déjale algún comentario al respecto.
También las propias publicaciones, creando hashtags propios, de tu restaurante pueden empujar a los receptores a convertirse en clientes y, si ya lo son, a fidelizarles. Y recuerda, además, que los concursos y las promociones son un gran baza que cuenta a tu favor para publicitar tu local en las redes sociales.