Diego Coquillat - El Periódico de los Restaurantes

Cuando ser líder es una oportunidad

Dando continuidad a mis recientes publicaciones en este diario me gustaría dar una última visión sobre lo que para mí supone e implica la palabra liderazgo, y en esta ocasión, me gustaría analizarlo desde la base, desde el líder, la persona que dirige un equipo.

Así terminaba mi anterior artículo, con una reflexión de Stephen Covey que me gustaría volver a recuperar como base para este: “Se puede comprar el trabajo de una persona, pero no se puede comprar su corazón. En el corazón está su lealtad y su entusiasmo. El corazón y su talento lo entregan a quienes ellos eligen. Ser líder es ser una oportunidad”.

Y la realidad es que no todo el mundo aprovecha esta oportunidad, es fácil caer en el antiguo liderazgo caracterizado por la imposición de autoridad y orden, con un exceso de control y una constante amenaza con la sanción. Pero el tiempo, que sin duda es sabio, ha demostrado que este liderazgo no es válido para una buena gestión y sobre todo para un buen mantenimiento de equipos.

Saber dirigirse a uno mismo es fundamental para ser un buen líder, y con esto no me refiero a saber mandar o amenazar, sino a desarrollar un proceso de gestión con uno mismo, con sus objetivos de empresa y con su equipo.
Ashford University

Saber dirigirse a uno mismo es fundamental para ser un buen líder, y con esto no me refiero a saber mandar o amenazar, sino a desarrollar un proceso de gestión con uno mismo, con sus objetivos de empresa y con su equipo.

¿Cómo trabajar para conseguir ser un líder?

En primer lugar, debemos tener muy bien definidos los siguientes pasos:

  1. Identifica los puntos débiles para hacerlos desaparecer
  2. Identifica los puntos fuertes
  3. Reconoce abiertamente tu estilo de trabajo
  4. Asume responsabilidades
  5. Aprende a delegar
  6. Fija las metas, objetivos, planes de acción y estrategias

En segundo lugar, la principal responsabilidad de un líder es conseguir que todos los componentes del equipo den lo mejor de sí mismos. Aspira a multiplicar la capacidad de rendimiento de tu equipo para llegar a la EXCELENCIA.

Cada año no podemos dejar de especificar los objetivos y las acciones que deben tomarse para conseguirlos así como elegir las estrategias y recursos necesarios para lograrlos. No dejes de pensar en grande, pero sé honesto y objetivo.Linkedin

En tercer lugar, comparto las funciones principales de un buen líder:

1.- Planificar

Con planificación, como dijo Napoleón Bonaparte “no hay distancia que no se pueda recorrer ni meta que no se pueda alcanzar”. Cada año no podemos dejar de especificar los objetivos y las acciones que deben tomarse para conseguirlos así como elegir las estrategias y recursos necesarios para lograrlos. No dejes de pensar en grande, pero sé honesto y objetivo.

2.- Organizar

“Trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados”. Rodéate de buenos profesionales, especifica bien sus funciones y responsabilidades. Para obtener buenos resultados es fundamental ordenar y coordinar los RRHH. Un equipo con la mejor de las actitudes podrá alcanzar metas que individualmente ni podrías soñar.

“Trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados”. Rodéate de buenos profesionales, especifica bien sus funciones y responsabilidades.
I Robert CAREERS

3.- Liderar

No olvides que para liderar tienes que ser tu mejor maestro, tienes que dominar los siguientes aspectos:

  • Estimular
  • Orientar
  • Entrenar y Formar
  • Motivar
  • Comunicar
  • Cohesionar
  • Delegar

4.-  Controlar

No dejes nunca a tu equipo solo, tienen que saber que estás ahí, pero no en el estricto significado de la palabra. Tu equipo necesita saber que van por buen camino, que su esfuerzo y su trabajo aportarán para conseguir los objetivos marcados. Su éxito es tu éxito.

Un buen líder incluye en sus afirmaciones a su equipo, les inspira confianza, corrige, enseña y se adapta a los cambios.
CareerBuilder

Un buen líder incluye en sus afirmaciones a su equipo, les inspira confianza, corrige, enseña y se adapta a los cambios.

Cuando se está en continua formación podemos leer cientos de teorías sobre liderazgo y buenos consejos que sin duda nos ayudarán a realizar una gran gestión de nuestro mejor activo, nuestro equipo, no obstante debemos recordar un principio fundamental aplicable a todos los aspectos de nuestra vida y nuestro día a día tanto en lo personal como en lo profesional convirtiéndote en “el mejor de los ejemplos”.

Consigue que tu equipo active la mejor de sus actitudes junto con su compromiso hacia tu proyecto y sin duda, podrás confirmar que te encuentras en el buen camino.

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