Nos enfrentamos a un momento histórico en el futuro de los Estados Unidos y con ello, sin duda, también en el del mundo. Barack Obama termina su mandato, y un nuevo presidente ha de ser elegido para gobernar el país más poderoso del planeta.
No voy a entrar en temas políticos, esa reflexión no me corresponde a mí, pero sí me gustaría hacer un breve análisis del impacto que en la industria de los restaurantes americana podría tener este hecho.
Dos visiones enfrentadas en “la campaña del odio”
Obama ha sido un presidente muy cercano a los restaurantes, como ya comentaba en el artículo que escribí en 2014 con el título “Presidentes y restaurantes”, con una enorme cantidad de gestos públicos y de apoyo al sector. Ha permitido que se canalizaran algunas políticas de salud publica a través de los restaurantes como la lucha contra la “epidemia de la obesidad”.

Los candidatos a la Casa Blanca, Hillary Clinton y Donald Trump tienen políticas radicalmente opuestas y se han enfrentado a una campaña muy dura, “la campaña del odio”, donde ambos han cuestionado la capacidad para poder gobernar el país de su oponente, además de otras cuestiones de índole personal.
Políticas alimenticias y para el sector de la hostelería
Por una parte el magnate neoyorkino apuesta por un enfoque de la economía basado en el crecimiento, frente a su oponente demócrata que pretende una redistribución de la riqueza.
Aunque existen muy pocas referencias directas a la industria de los restaurantes en los programas de los dos candidatos, me gustaría destacar aquellos aspectos que durante la campaña han manifestado y que están relacionados con sus políticas alimenticias y con el sector de la hostelería.
En cuanto a los salarios mínimos, un tema de máxima actualidad en Estados Unidos y con impacto muy importante en la futura generación de empleo dentro de la industria, Clinton ha manifestado su apoyo a un salario mínimo de 12$ e intentar llegar durante su mandato a alcanzar los 15$, en cambio Trump ha fijado el salario mínimo en “al menos 10$”.
Respecto a la seguridad alimentaria, Clinton se ha comprometido a apoyar el programa de asistencia de nutrición suplementaria que supone un complemento en forma de cupones de alimentos para evitar que uno de cada siete estadounidenses pase hambre. Por su parte, Trump propone acabar con este programa y buscar sistemas alternativos.

En relación a los costes energéticos, Clinton apuesta de una forma decidida por una energía mucho más sostenible y no tan dependiente del petróleo, ya que todo lo que tenga relación con el cambio climático es una prioridad dentro de su programa. Trump opina que el cambio climático es parte de una conspiración global creada por los chinos y amenaza con cancelar el Acuerdo de París que une a 195 países para frenar el calentamiento global.
A modo de resumen aquí os incluyo una imagen con los puntos claves que defiende cada candidato:
Hillary Clinton
Donald Trump
La industria de los restaurantes no se posiciona
No debemos de olvidar que la industria de los restaurantes y de la hospitalidad tiene un peso muy relevante en la economía americana y es un generador de empleo muy importante, uno de cada tres americanos encuentra su primer trabajo en un restaurante. Para el sector no sería bueno un aumento de la incertidumbre sembrada por los últimos datos que se han publicado. Estas caídas en las ventas y en la cifra de tráfico han sido interpretadas como una posible recesión en el sector por parte de algunos analistas.
La industria de los restaurantes americana no se ha posicionado claramente por ninguno de los dos candidatos, existen partidarios de ambos, incluso la Asociación Nacional de Restaurantes a publicado un vídeo que evoca este bipartidismo:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=59&v=lg1ikuGSS4Y