Diego Coquillat - El Periódico de los Restaurantes

El Brexit podría acelerar la sustitución del personal por robots camareros en los restaurantes británicos

La incertidumbre campa rampante en el Reino Unido. Después de un referéndum cuyo resultado fue aclamado como una fiesta del nacionalismo británico, llega la resaca. Y los principales afectados serán los propios ingleses, o por lo menos eso parece a corto plazo.

Todavía nada hay escrito en papel. El próximo 18 de octubre se celebra la reunión más importante entre el Reino Unido y la Unión Europea, un encuentro en el cual comenzarán las discusiones acerca de cómo se desarrollarán las relaciones entre ambas entidades administrativas una vez que la separación surta efecto, ya en 2020.

Antes de este momento, habrá un breve periodo de transición de apenas un año que será el que dé margen de operación a los empresarios para adaptarse a las nuevas leyes y normativas que entrarán en vigor. Este reducido intervalo de adaptación está ya muy cerca, su comienzo está estipulado para el 29 de marzo de 2019.

Entre los diversos sectores que componen el entramado económico del Reino Unido, el sector de la hostelería y el de la restauración serán fuertemente azotados. Un porcentaje nada desdeñable de los trabajadores en puestos de responsabilidad menor son extranjeros que perderían sus derechos de residencia ante una salida de la UE que ya parece inminente.
BBC

Entre los diversos sectores que componen el entramado económico del Reino Unido, el sector de la hostelería y el de la restauración serán fuertemente azotados. Un porcentaje nada desdeñable de los trabajadores en puestos de responsabilidad menor son extranjeros que perderían sus derechos de residencia ante una salida de la UE que ya parece inminente.

Además de formar el 43% de los recursos humanos en estos dos sectores, los trabajadores extranjeros disfrutan de salarios muy bajos, solo ligeramente por encima del salario mínimo interprofesional garantizado en las islas.

Así pues, con el supuesto abandono masivo de trabajadores de diferentes nacionalidades (entre los cuales hay una porción importante de ciudadanos iberoamericanos), los restaurantes británicos se ven en un brete.

Es por ello que los robots camareros, que ya están operativos en algunos restaurantes como el Dalu Restaurant de Jilian o el MOMO de Chennai (China), la cadena de establecimientos tailandesa MK Restaurant o la mismísima PizzaHut que ya ha tanteado la calidad del servicio de Pepper, un robot de camarería; suponen una luz al final del túnel.

Los modelos se suceden y las mejoras tecnológicas son patentes. La sustitución del personal de camarería por una flota de robots puede no ser la mejor decisión en pos de la experiencia de usuario del cliente, que siempre demandará el pensamiento crítico y el tacto humano que solo una persona puede aportar. Sin embargo, tiene lógica en el contexto económico que amenaza a Reino Unido.

Período de transición en la restauración del Reino Unido

Los negocios de restauración rentables de Reino Unido mantienen un delicado equilibrio entre gastos e ingresos. De hecho, muchos restaurantes se están viendo obligados ya a cerrar a causa de las primeras turbulencias que causa el Brexit. Asalariar a ciudadanos británicos saldrá mucho más caro, y éste es un factor con capacidad de sobra para trastocar el mentado balance.

En este caso, sería preferible optar por robots camareros para mantener los beneficios. Su inversión inicial es elevada a no ser que se contrate algún servicio de leasing, ya disponible en algunas empresas fabricantes de robots. Pero, en cualquier caso, la rentabilidad aumenta a la larga por los bajos costes de operación y mantenimiento, por lo que el ROI se establece cercano a la fecha de adquisición de las soluciones de robótica en la restauración. Lejos de sus análogos industriales, los robots que operan en locales sociales no rebasan las 10.000 libras esterlinas.

El cambio de paradigma ya ha comenzado a hacerse patente. En Universal Robots han vendido seis unidades robóticas a restaurantes en los últimos meses porque las compañías no encuentran trabajadores cualificados. Las personas que solían cubrir el nicho concreto de mercado eran de Europa del Este, inmigrantes que ahora regresan a sus países de origen y que no se sabe si volverán.

 En Universal Robots han vendido seis unidades robóticas a restaurantes en los últimos meses porque las compañías no encuentran trabajadores cualificados. Las personas que solían cubrir el nicho concreto de mercado eran de Europa del Este, inmigrantes que ahora regresan a sus países de origen y que no se sabe si volverán.
Universal Robots

Los “cobots”, una alternativa que mantiene al sector a la expectativa

El uso de estos robots camareros altamente especializados puede hacer que el paso por el Brexit sea menos accidentado, pero se corre el riesgo de que la experiencia de usuario de la clientela empeore. Por eso, los analistas de mercado que se mantienen vigilantes acerca de los cambios en las posibilidades de innovación tecnológica para restaurantes recomiendan que estos autómatas trabajen mano a mano con los recursos humanos presentes en el local.

Es por ello que han sido acuñados como cobots (robots colaborativos), en alusión a que solo pretenden hacer más fácil el trabajo para la plantilla permitiendo que el personal dedique su tiempo a tareas más productivas o imposibles de automatizar.

Un cobot​ or co-robot​ (de collaborative robot) es un robot creado para interactuar físicamente con humanos en un entorno colaborativo de trabajo.
PcWorld

Con esta coyuntura socioeconómica, se ha dado la vuelta a las tendencias preexistentes en lo que respecta a implantación de robótica en la restauración. Antes del Brexit solo había 71 robots por cada 10.000 habitantes ingleses, frente a los valores de Francia y Alemania que son 132 y 309 respectivamente. Ahora el número crece, y de forma acelerada.

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