La crisis del coronavirus ha provocado el cierre de muchos restaurantes, pero no podemos echar la vista atrás cuando aún estamos sumidos en plena pandemia, sin atisbo de cambio hasta 2022 o más allá. De aquí a que todo regrese a la vida normal que llevábamos antes de la llegada del SARS-CoV-2 aún queda mucho. Y para el mundo de la hostelería, eso se traduce en muchos restaurantes cuya continuidad en el negocio pende de un hilo.
El descontrol sanitario en el que vivimos provoca oleada tras oleada. Y cada vez que un repunte de casos puede derivar en una nueva situación de emergencia como la de marzo, abril o la actual, no queda otro remedio que limitar la movilidad y libertad de los ciudadanos.
En diciembre, Europa se apresuraba a blindar las Navidades. En un intento por sostener las riendas de la curva de contagios, Emmanuel Macron, presidente de Francia, ordenaba el cierre de los restaurantes. Un medida que, aunque pasajera, sin duda se repetirá de nuevo avanzada la primavera.
La decisión tomada en Francia se extrapoló, con otras fechas límite, al Reino Unido y Alemania, y parcialmente en España. Y con ello un sinnúmero de restaurantes volvieron a estar sometidos a un tremendo estrés económico.
La afamada cadena de hamburgueserías Burger King, eterno rival de McDonald’s, decidiría entonces enterrar el hacha de guerra para lanzar una campaña de publicidad innovadora basada en una estrategia de marketing del todo inverosímil: invitar a que sus fieles clientes fuesen a consumir a la competencia.
El anuncio, que apareció a plana completa en varios periódicos nacionales franceses, como L’Équipe y Le Journal du Dimanche, además de en redes sociales, fue tan exitoso que pronto se adaptó para el mercado británico. La fascinación causada por este stunt publicitario se debía a su emotivo mensaje:
Haz tu pedido en McDonald’s
Jamás pensamos que te pediríamos hacer esto. Del mismo modo que nunca pensamos que te animaríamos a hacer un pedido en KFC, Quick, O’Tacos, Domino’s Pizza, Subway, Eat Sushi, Pizza del Arte, Hippopotamus, Pitaya, Sushi Shop, Big Fernand, Mamma Primi, Chez Michel, Le Bistrot Basque, Café Kokomo, Yima…, o cualquier otro restaurante independiente, demasiado numerosos para citarlos aquí. En resumen, de cualquiera de nuestras marcas de restauración hermanas (rápidas o no tan rápidas)
Jamás pensamos que te pediríamos hacer esto, pero los restaurantes que dan trabajo a miles de personas necesitan de veras tu apoyo en este momento.
Así que, si quieres ayudar, sigue disfrutando de comidas deliciosas gracias al reparto a domicilio, la recogida en tienda o el drive-thru. Tomar una Whopper siempre es lo mejor, pero pedir un Big Mac tampoco está tan mal.
Para mayor muestra de altruismo, la rama francesa de la compañía decidió que no haría publicidad sobre su marca en la cuenta de Instagram que gestionan y que en su lugar prestarían este espacio a las pequeñas operaciones de restauración nacionales que estuvieran pasando por momentos difíciles.
Esta oferta imbatible (no tiene coste alguno para los participantes) estuvo vigente hasta el 21 de enero, y de ella ya se han aprovechado multitud de establecimientos, pues para tener la oportunidad de ser destacado por el gestor de RRSS de Burger King en Francia solo había que usar la etiqueta #WhopperAndFriends.
El restaurante Frenchie’s Tacos con su King Cheese Burger, el oriental Yansai con su Kare Raisu, el Margot con su cuscús de pescado, Brasserie K con su lubina en vino de riesling alsaciano y mousseline de zanahorias a la naranja, Les Allobroges y su carpacho de tomates a la frambuesa con queso feta y hierbas frescas, La Galleterie y sus crêpes, Alice y su pizza Estrella con sorpresa, Barak y su bol mediterráneo, Les Carrèries y su brazo de gitano Ivoire et Tanzanie, Chirimol y su barbacoa gaucha crujiente, entre otros muchos, han sido algunos de los agraciados restaurantes que han aparecido en la página @burgerkingfr de Instagram, dotada de más de 330 000 seguidores.
Burger King se resarce de esta manera de su controvertida campaña publicitaria de Halloween en EE. UU., un spot sobre el que la compañía ya se había decidido años atrás y que mostraba restaurantes abandonados como lugares tenebrosos y aterradores. Esto levantó el clamor de las masas que vieron en el anuncio un chascarrillo hacia aquellos restaurantes que han cerrado o están pasando por serios apuros durante la crisis del coronavirus. Nada más lejos de la realidad, pero el backslash no se hizo esperar.
La maniobra de Burger King ha sido excepcional en ese sentido ya que, además de recuperar el favor del público, ha contribuido a que el sector esté más unido que nunca.
