El esfuerzo de los restaurantes por innovar y diversificar su oferta de productos es incesante. Prueba de ello es la entrada de este sector en el mundo de la venta de alimentos. Desde hace ya tiempo algunos restaurantes venden a nivel local sus platos a través de supermercados. Es un modelo de negocio que aún está en su más tierna infancia pero que sin duda demuestra gran potencial, pues elimina muchas barreras entre el consumidor y el restaurador.
Algunos analistas del sector pronostican que los límites entre la tienda de alimentación y el restaurante serán cada vez más difusos. Algunos mercados abiertos ya cuentan con secciones de alimentos preparados cocinados en el momento. En España lo podemos observar en Hipercor, por mencionar algún ejemplo, pero es aún más prevalente en otros países, y según qué segmento de especialidad.
Starbucks, McDonald’s y muchas otras cadenas de restauración organizada han firmado acuerdos de colaboración con grandes superficies de venta de alimentos directa al consumidor final, y en el sentido opuesto, hemos observado como empresas inicialmente más interesadas en la venta de alimentos ahora barajan otros conceptos, Whole Foods caería en esta categoría.
Una de las apuestas más interesantes que han aparecido recientemente en el mercado es el de los kits de ingredientes para cocina. En los supermercados llevamos tiempo viéndolos en la sección de verduras, generalmente en bandejas de plástico que contienen todo lo necesario para hacer un gazpacho, o puede que en el frigorífico de los productos cárnicos, donde podemos encontrar paquetes con chorizo, morcilla, tocino y otros productos empleados para cocinar nuestros típicos cocidos.
El éxito de estos lotes es incuestionable. En una sociedad que tiende a vivir en soledad, una gran parte de la población ve injustificable comprar verduras y carnes que no va a consumir. Adquirir pequeñas cantidades o unidades individuales a menudo es visto con malos ojos, especialmente en las tiendas de menor entidad. Por ello, los kits de ingredientes para cocinar son una solución ideal para aquellos adultos que viven solos.
Pese a lo dicho, los kits de ingredientes no se quedarán en un recurso de última instancia para solteros y estudiantes. Los hábitos de consumo están cambiando y cada vez menos gente visita los comedores de los restaurantes, pero ello no quiere decir que esas personas no deseen degustar alguna receta excepcional. El interés sigue estando ahí, es por eso que el negocio del delivery ha cogido tanta tracción en los últimos años. El óbice es la necesidad de desplazarse fuera del hogar.
Sin embargo, las opciones para reparto de comida a domicilio no están libres de contras. Pese a que se han realizado muchos avances en materia de empaquetado y se han reducido los tiempos de entrega de forma muy considerable, aún sigue siendo habitual que algunos productos se humedezcan, se malogren o se mezclen dando lugar a un revoltijo indeseable.
Los restaurantes que han trabajado duramente para erigir su nombre no quieren asociar su marca a estos resultados, pero renunciar por completo al mercado de la movilidad es una sentencia de muerte en los tiempos que corren. Por ello, la solución que han encontrado los restaurantes de lujo es la preparación de kits de ingredientes más complejos, que permiten a los clientes cocinar la receta en casa y disfrutar de una comida recién hecha, en su máximo esplendor.
El interés por este tipo de comidas de calidad gourmet es tan alto que algunos restaurantes se han creado solo con el objetivo de dar servicio a la creciente demanda. Es el caso del Noodlehaus financiado a través de Kickstarter. Es la evolución lógica del servicio que estaba ofreciendo su propietaria, Pippa Middlehurst, más conocida a través de Instagram como Pippa Eats, una investigadora científica especializada en el cáncer que en 2018 ganó el premio a la mejor cocinera casera de Reino Unido. Especializada en comida oriental, en concreto recetas de fideos, Pippa solía vender kits de ingredientes para preparar ramen de muy alta calidad. Con un precio de 50 euros, dos veces al mes abría reservas para que sus 40 000 seguidores de las redes sociales pudieran hacer sus reservas.
El negocio ha ido tan bien que ahora Pippa persigue una carrera profesional en el mundo de la restauración.
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Durante los momentos más duros de la crisis del coronavirus a principios de primavera algunos restaurantes de lujo también exploraron esta posibilidad para atenuar las crecientes pérdidas que estaban experimentando. Por lo general, los restaurantes de alto standing y el servicio de reparto de comida a domicilio son como el agua y el aceite, pero los kits de ingredientes de alta calidad abren el camino a una nueva realidad donde los consumidores interesados puedan disfrutar de las recetas originales, protegidas e inimitables de los restaurantes más galardonados, desde la comodidad de su casa, sin salir ni poner en riesgo su salud, y sin que el renombre del local se vea puesto en entredicho porque la comida no haya llegado en el mejor estado tras el reparto.
Las ventajas son múltiples, y es por eso que se prevé que este segmento de mercado continúe cobrando relevancia.