Internet, telefonía, electricidad, gas, agua… Nuestros hogares cuentan con diversas canalizaciones que nos proveen con bienes y servicios indispensables. En el futuro, la comida podría llegar a casa a través de un sistema entubado, al menos así lo creen en Pipedream Labs.
Pasado, presente y futuro del reparto de comida a domicilio
Desde principios de siglo, el reparto de comida a domicilio ha experimentado un auge sin precedentes. A los pedidos telemáticos pronto se añadieron los pedidos online, fue solo cuestión de tiempo que los servicios de delivery cogieran tracción en el sector hostelero.
Hoy en día, son pocos los restaurantes que se pueden permitir operar sin un servicio de reparto. En la pasada década, hubo una inversión en las tendencias de consumo: los clientes migraron de los salones de los restaurantes tradicionales a los sofás de sus casas. Este hábito de consumo no ha hecho sino arraigarse en los últimos años. La pandemia del SARS-CoV-2 ha acelerado el proceso. En 2022, el negocio digital off-premise iguala al negocio tradicional en algunos países.
Así, no es de extrañar que hayan surgido multitud de compañías especializadas en llevar los platos de los restaurantes a las casas de los consumidores. Glovo, Just Eat, Uber Eats, Deliveroo… Algunas de ellas ya son conocidas a nivel global, otras operan en ámbitos regionales, poniendo en valor el conocimiento profundo que tienen de las comunidades a las que atienden.
En cualquier caso, dado que el sector hostelero se encuentra en un incesante proceso de transformación digital, la tecnología ha jugado un rol destacado en que estas empresas se afiancen. En los últimos veinte años hemos visto apuestas de delivery de lo más variopintas: algunas descabelladas, otras no tanto.
Tecnología para delivery
La IA o inteligencia artificial es uno de los pilares del reparto de comida a domicilio moderno. Por una parte, el software dotado de machine learning es capaz de hacer análisis predictivos para estimar la demanda entrante. El mayor poder de computación de los sistemas informáticos actuales permite resolver complejos problemas matemáticos, como la optimización de rutas de reparto en base a gran número de condiciones.
La inteligencia artificial también se encarga de potenciar el funcionamiento de vehículos autónomos y robots de reparto.
Los vehículos autónomos son coches, furgonetas o camiones que circulan por las vías sin conductor. Al ser no tripulados, reducen los costes de operación. Los primeros vehículos autónomos recorren ya las calles de algunas ciudades de California (EE. UU.).
En cuanto a los robots de reparto, hablamos de pequeños recipientes rodantes que usan las aceras para transitar a baja velocidad en tramos pequeños. Los robots de reparto de algunas start-ups ya se pueden ver en los campus universitarios de Estados Unidos. Suelen encargarse del tramo final del reparto y cooperar con un conductor humano o vehículo autónomo para los grandes desplazamientos.
Finalmente, también se ha experimentado con drones para llevar la comida. En Israel, el sushi vuela por los aires para llegar a su destino gracias a la National Drone Initiative. En EE. UU., algunos campos de golf llevan cervezas frescas a los jugadores que se encuentran en hoyos alejados de la cafetería. Incluso Domino’s intentó usarlos para entregar pizzas a domicilio, aunque sin mucho éxito. Los proyectos piloto con cuadricópteros se extienden por todo el mundo, desde España hasta China.
Ahora, una nueva apuesta en el campo del delivery ha llamado la atención del sector: las canalizaciones para comida.
El proyecto visionario de Pipedream Labs
Pipedream Labs es una start-up tecnológica fundada en 2020 en Austin (Texas, EE. UU.). Garrett McCurrach es el fundador de la empresa emergente. Su paso anterior por Martin Bionics —compañía en la que ejerció como vicepresidente de estrategia de negocio— le capacitó para llevar este nuevo proyecto al estrellato.
El concepto es sencillo y no se limita a los productos de alimentación, sino que es susceptible de ser empleado por cualquier comercio. Una red de canalizaciones conectarían los negocios que forman el entramado comercial de las ciudades con los puntos de consumo, ya sean casas, ya sean edificios de apartamentos.
Algunos medios internacionales lo han descrito como un Hyperloop —el polémico transporte subterráneo de Elon Musk— para delivery. Curiosamente, tras el poco interés acaparado por Hyperloop en lo que a viajes personales respecta, el proyecto del excéntrico billonario también se ha reorientado al mundo del transporte de mercancías. Todo apunta a que estas canalizaciones podrían tener un mejor futuro en este ámbito. Pero cabe preguntarse por qué.
Las razones que motivan esta ambiciosa red de reparto son simples: a largo plazo sería más barato, más rápido y menos contaminante.
¿Cómo funcionaría el sistema de Pipedreams?
En primer lugar, Pipedreams necesitaría una infraestructura previa antes de poder comenzar a funcionar. Esta sería una red de tuberías que discurrirían por el subsuelo de las ciudades, conectando todos los posibles punto de recogida y entrega. Por ejemplo, los portavoces de la empresa mencionan las oficinas postales, grandes almacenes y centros de distribución de Amazon como algunos de los posibles puntos de entrada para las mercancías.
En segundo lugar, Pipedreams usa una cápsula robótica para transportar los paquetes por el interior de los tubos. Con la apariencia de un tren sacado de una novela de ciencia ficción, la cápsula cuenta con una cabeza motorizada con una gran rueda y un perfil aerodinámico. Detrás, unida con un eslabón articulado y una cadena, va la cápsula robótica en sí. Este contenedor cilíndrico de 27.5 centímetros de diámetro por 45.75 centímetros de largo puede cobijar el 95 % de los artículos que comúnmente se entregan a domicilio.
Finalmente, un tercer elemento cierra el sistema. Se trata del Home Portal o portal casero, un armazón metálico capaz de hospedar hasta ocho cápsulas robóticas al mismo tiempo. Dotado de una pantalla y de una escotilla con un anillo de luz, este mueble o electrodoméstico futurista tiene un cometido simple: servir de punto de entrada y salida.
¿Cuál es el futuro de Pipedreams?
El primer desafío que se han propuesto en Pipedreams Labs es unir dos ciudades cercanas con una línea de una milla. Las tuberías serán de PVP y podrán ser aprovechadas para el abastecimiento de agua, gas u otros en caso de que el proyecto fracase.
La siguiente meta es algo más compleja, pues entraña una red simple dentro de un distrito. En el material promocional que la start-up presentó recientemente se mostraba el plano de un circuito simple con ocho Home Portals y un ramal en by-pass. La velocidad máxima del sistema sería 175 kilómetros por hora, aunque seguramente se caparía a un 60 % por seguridad.
Si bien la idea es muy interesante tanto para comercios como para restaurantes, la infraestructura necesaria, con todo el desembolso económico que conlleva y con toda la burocracia asociada, hace que este proyecto, aunque viable sobre la mesa, seguramente nunca llegue a ver la luz. O puede que estemos engañados y algún billonario coja el testigo.
Early networks will consist mostly of Neighborhood Portals, but our long term plan is to put a Portal inside of homes.
The Home Portal would be a new appliance that enables cheap, fast, and environmentally friendly delivery of groceries, food, and packages. pic.twitter.com/EvIfJJtIKl
— Canon Reeves (@ReevesCanon) April 19, 2022