Cuando un vegetariano o vegano pregunta a una persona con dieta normal por qué no sigue una alimentación completamente basada en productos naturales, una de las respuestas más recurrentes es que los sustitutos cárnicos, lácteos y de los huevos distan mucho en sus características organolépticas respecto a los verdaderos, considerándose los primeros inferiores.
Este prejuicio suele derivarse de que los antiguos productos vegetarianos y veganos dejaban mucho que desear. Pero desde que aparecieran aquellos, se ha avanzado enormemente a la hora de replicar el tacto, gusto y olor de los originales. Tanto, que simplemente considerando productos actuales y los de hace unos pocos años, la diferencia ya es abismal.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Los alimentos veganos poco convincentes aún tienen un buque insignia: el queso.

No obstante, las ventas comienzan a mostrar la luz al final del túnel. Según datos aportados por la Asociación de Alimentos de Base Vegetal de California (EE. UU.), de junio de 2017 a junio de 2018 se experimentó un aumento en el volumen de negocio referido a queso vegano. Un incremento del 43% que supone un total de 124 millones de dólares.
La tendencia es global según Research and Markets, hasta 2023 se observará un crecimiento del volumen de ventas del 7.7% anual.
Los motivos por los que crece el mercado son variopintos: mayor adopción del veganismo, mejor comprensión de los trastornos debidos a la intolerancia a la lactosa y el uso de quesos no lácteos en panadería y alimentos varios.
Diversas marcas se disputan la hegemonía en este mercado.

Una de ellas es la canadiense Daiya, que cuenta ya con una trayectoria de diez años y abundantes productos, entre los que se incluyen 23 quesos veganos presentados en diferentes formatos, yogur griego, pizzas, hamburguesas con queso, postres y ensaladas. Todos ellos alimentos de base vegetal libres de productos animales.
Kite Hill es otra empresa productora de quesos. Son proveedores para restaurantes veganos selectos y tiendas de alimentación especializadas. La demanda supera a la producción, pero por poco tiempo; gracias a los 40 millones de dólares aportados por los inversores, Kite Hill podrá expandir su línea de producción.
Estas compañías solo son dos dentro de la multitud de empresas emergentes que pretenden hacerse con un espacio en este nuevo mercado en plena ebullición. Otros nombres que merece la pena seguir de cerca son Miyoko’s Kitchen, Treeline, Violife, Follow your Heart, y Field Roast’s Chao.

Según Michael Lynch, director ejecutivo de Daiya, la situación es positiva para todos: «Hemos visto como la competición en esta industria aumentada durante la última década, pero lo vemos como algo positivo para nuestra marca porque la competición en este espacio es lo que está trayendo nuevas opciones para nuestros consumidores».
Habrá que probar estos quesos veganos y comprobar cuán convincentes son. En caso de que no gusten, siempre sabremos que existe una gran labor de desarrollo e investigación buscando cómo hacer más fiel el producto respecto al queso tradicional, por lo que dar otra oportunidad en unos años puede mudar nuestro parecer.