Si hace unas semanas hablábamos de Momentum Machines y su robot que puede hacer 400 hamburguesas a la hora sin la necesidad de contar con un equipo de cocineros, hoy tenemos que hablarte de un negocio parecido. Y es que Zume Pizza es una cadena de restaurantes que ha empezado a usar robots e inteligencia artificial para poder producir 372 pizzas a la hora. Esta pizzería sirve por toda California apoyándose en UberEats para hacer las entregas.
Josh Goldberg, de 38 años de edad, es el director de tecnología de esta cadena de pizzerías con sede en Mountain View, California. Si bien es cierto que hay pocas pizzerías con un Jefe de Tecnología o personal licenciado en ingenierías entre sus trabajadores, Zume Pizza se enorgullece de hacer uso de la automatización y la tecnología para hacer sus operaciones más eficientes y ofrecer un servicio de mayor calidad.
Su cocina de hecho produce 10 veces más pizzas que una pizzería normal con personal humano. Una serie de brazos robóticos al estilo de las cadenas de montaje en las fábricas de coches se encargan de agregar salsa e ingredientes a las bases que previamente ha dividido en círculos perfectos para luego introducirlas cuidadosamente en el horno.
Si Zume Pizza tiene un problema no-humano, el problema es de Goldberg
Durante un largo periodo y ayudado por un buen número de cámaras, Josh Goldberg observó todo el proceso de montaje de pizzas y los patrones por los cuales se guiaban los cocineros para cortar las porciones de masa, añadir ingredientes, etc. De esta forma ha conseguido programar los robots de Zume para que controlen perfectamente el tamaño, la forma y la localización precisa de la pizza en cada momento y que así puedan siempre, llegar con éxito al paso siguiente.
Sin embargo, es normal que surjan nuevos problemas, ya que los robots necesitan calibración y su código debe ser actualizado cada cierto tiempo. Por ejemplo, cuando se produce un cambio en la receta de masa o salsa, los robots tendrán que aprender nuevas órdenes para poder trabajar con diferentes alimentos, cantidades y texturas.
Por eso Zume tiene un equipo de 20 ingenieros de software ayudados por un personal de cocina que no sólo prepara ingredientes, sino que muchos han sido entrenados para trabajar con los robots. Otros miembros del equipo como conductores de reparto y cocineros, están siendo capacitados en distintos conocimientos de informática para que puedan desarrollar su función correctamente en una empresa tan digitalizada y robotizada como es esta.
“En lugar de contar con una alta tasa de trabajadores menos cualificados, contamos con un equipo más reducido a los que pagamos sueldos mayores y con porcentaje de beneficios” aseguró recientemente en medios como latimes.com Julia Collins, co-fundadora y co-directora ejecutiva de Zume.
“No buscamos una automatización integral del negocio, todavía hay cosas que los humanos saben hacer mejor que los robots, como preparar salsas, pensar nuevas recetas o saber cuál es el punto idóneo de cada masa”, dijo Collins, y continuaba admitiendo que: “sin embargo, la automatización y el software permiten a Zume reducir costes, hacer más pizzas o predecir lo que la gente quiere antes de pedir”.
Y parece ser que eso es también lo que piensan los inversores, al menos así lo hace la empresa de capital riesgo SignalFire, que ha invertido más de 23 millones de dólares en esta compañía. Una marca que ha entrado con el pie derecho en el nuevo movimiento de “la superpizza”, protagonizado por actores como Blaze o 800 Grados, y que basando su enfoque en la robótica, han apostado por ofrecer los ingredientes de mayor calidad con la misma o mayor velocidad y conveniencia que cadenas consolidadas como Domino´s Pizza o Pizza Hut.
Surge así una nueva tendencia, centrada principalmente en la zona de Silicon Valley, de negocios que están viendo la automatización como una forma de reducir costes y de esta forma ser más rentables.
Los robots de los restaurantes acabarán con muchos trabajos repetitivos
Las empresas como Zume Pizza tienen el potencial de acabar con muchos empleos repetitivos llevados a cabo por trabajadores sin cualificación. La industria de la restauración se ve abocada a un nuevo paradigma en el que los expertos vaticinan que “los puestos de trabajo no se destruirán, sino que simplemente se alterarán, necesitando para trabajar en ellos una mayor formación y nuevos conocimientos”, según Joe Pawlak, director general de Technomic, empresa de investigación de mercados de la industria de la restauración.
Es un momento perfecto para formar a los trabajadores de hoy en día en las competencias necesarias para la robótica y la alta tecnología del mañana, que se implantará en empleos donde antes no existía, como ha sucedido con el robot de Zume Pizza en Estados Unidos.
Hoy en día Goldberg supervisa sus robots, las cintas transportadoras, el software, las aplicaciones y los hornos de Zume instalados en los camiones que permiten a la empresa cocinar pizzas mientras se dirigen a su punto de entrega. Él comenzó su carrera en ingeniería eléctrica en los años 90 antes de dedicarse al desarrollo de software. No había trabajado en hostelería desde que vendió bagels en una tienda en su juventud.
Pero la verdad es que cada vez más ingenieros están encontrando trabajo en sectores como la hostelería y los restaurantes, que antes no les necesitaban. La automatización que entra en nuevos campos ha provocado que los ingenieros ya estén trabajando en cafeterías automatizadas, restaurantes de quinoa y hamburgueserías, pero no como un símbolo típico de la crisis, sino debido a que los trabajadores que se necesitan en estos lugares ahora se acercan más a este perfil.