Si creías que ya conocías todas las intromisiones de Facebook en tu vida privada, no podrías estar más engañado. La última estrategia de la compañía de Mark Zuckerberg es un sistema de predicción de movimientos con el que la red social quiere conocer nuestra posición en todo momento incluso si no tenemos conexión a internet en nuestro teléfono móvil.
Aunque la tecnología está de momento en su etapa más temprana, pues es solo un concepto para el cual se acaba de aprobar una patente (la número 20180352383 de EE. UU.). Facebook lo denomina como «Offline Trajectories»; o lo que es lo mismo, trayectorias sin conexión.
La intención de la tecnología parece ser la precarga de información relevante para el usuario en los puntos dotados de cobertura de red para dinamizar la visualización del contenido. Así, de hacerse realidad el concepto, el usuario podría discurrir por zonas donde su tarifa de datos no tiene alcance, pero dispondría de la información necesaria tan pronto como volviese a conectarse a internet, sin retrasos de conexión entre servidores.
Si la idea se hará o no realidad es otro cantar. Nicole Nguyen, reportera de BuzzFeed cuestionó al gigante acerca de la patente el pasado diciembre, y la respuesta que recibió fue la siguiente: «presentamos patentes por montones de cosas que al final no implementamos». Una evasiva que realmente no responde a la pregunta.
La idea de que un usuario de Facebook no pueda perder de vista el seguimiento intensivo que la gran efe realiza sobre cada una de sus cuentas incluso si no tiene su perfil abierto o está desconectado de internet es cuanto menos inquietante.
Pese a las crecientes tensiones gubernamentales aparecidas en los últimos años, a la desaceleración contundente del crecimiento de la plataforma y a la degradación de la opinión de su público, Facebook sigue en sus trece a la hora de crear tecnologías que no dejan resquicio para la privacidad.
Resulta claro por qué. Si el sistema llegase a funcionar con un porcentaje de acierto alto, podría servir para forzar notificaciones en los terminales móviles de los usuarios de Facebook que hicieran referencia a negocios que se encuentran en la trayectoria predicha (y que de hecho el usuario recorrería), con el consiguiente aumento de ventas para los comercios que se aprovechasen del servicio. Un nuevo tipo de marketing geolocalizado que afectaría incluso a aquellos que deciden pasar parte de su día offline.
Imaginemos un caso aplicado a la restauración, paso a paso siguiendo el flujograma de la patente.
En primer lugar se determinaría cuál fue la última posición en la que el usuario de Facebook estuvo en línea. Esto se puede lograr con diversos métodos: localización por IP, datos EXIF de una fotografía cargada a la red social, permisos concedidos a alguna app de terceros asociada a Facebook, o simplemente por ubicación respecto a la antena que provee señal.
Acto seguido se calcularía una probabilidad del trayecto a realizar por el usuario. Esto se puede conseguir compilando y analizando la información recopilada por Facebook: mensajes, amigos, gustos, horarios, etc.
Si Facebook calculase que nuestra probabilidad de ir al otro extremo de la ciudad es alta, y que para ello lo más probable es que tomásemos un metro, se ejecutaría otro cómputo estadístico para averiguar cuál es la probabilidad de que en algún punto del camino nos quedemos sin cobertura.
Evidentemente, con una base de datos suficientemente robusta no sería muy complicado que la red social comprendiese que los puntos críticos en este viaje son la entrada y salida del metro.
Supongamos que en la estación subterránea del metro hubiese un restaurante que se ha dado de alta en el servicio de seguimiento offline de Facebook. No es descabellado pensar que, antes de bajar las escaleras de la parada y perder línea de visión con las antenas repetidoras que permiten la conexión a internet, se forzase una notificación en el móvil del usuario desprevenido. Un descuento geolocalizado y con límite de tiempo sería poderosamente convincente.
Así, se asistiría a un renacimiento del marketing geolocalizado.
Las posibilidades son infinitas, pero igualmente abundantes son las preocupaciones que ha generado la noticia cuando se ha hecho pública. Si la tecnología llega a ser funcional, no tenemos duda de que Facebook hará lo que esté en su mano para sacarle el máximo rendimiento. De llegar a estar disponible, supondría una magnífica herramienta de mercadotecnia para restaurantes y otros negocios comerciales.
Sin embargo a los usuarios les recomendaríamos que dejasen su móvil atrás pues, cada vez más, Facebook parece querer protagonizar un capítulo de Black Mirror en la vida real.
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