IKEA, el minorista de mobiliario sueco, es famoso no solo por sus artículos de nombre impronunciable, sino también por las albóndigas que sirven en sus establecimientos. Prácticamente un meme en el mundo entero, los responsables de la marca quieren poner en valor esta comida típicamente nórdica para promover la innovación y la sostenibilidad en el seno de la compañía.
Muy comprometida tanto social como medioambientalmente, IKEA atraerá capital humano con sus icónicos tentempiés cárnicos. Solo que en esta ocasión, como reclamo tecnológico, las albóndigas serán el resultado de la impresión 3D de alimentos.
![Solo que en esta ocasión, como reclamo tecnológico, las albóndigas serán el resultado de la impresión 3D de alimentos.](https://www.diegocoquillat.com/wp-content/uploads/2022/04/Ikea-impresion-3D.jpg)
Impresión 3D de alimentos
La impresión 3D de alimentos se viene usando desde hace años. De gran valor en repostería de autor, distintos artistas gastronómicos la han empleado para convertir modelos tridimensionales en comidas de fantasía. Es el caso de Dinara Kasko y sus tartas geométricas, por ejemplo.
No es la única aplicación. En el campo de la sostenibilidad, esta tecnología permite aprovechar los ingredientes de manera más eficiente, reduciendo el desperdicio de comida en cocinas y restaurantes. Así lo ha hecho Elzelinde van Doleweerd, la fundadora de la start-up neerlandesa Upprinting Food.
España es líder en el segmento. Cataluña es la cuna de la impresora 3D de alimentos. Allí conviven empresas como el fabricante Natural Machines, el restaurante La Boscana o el Laboratorio de Demostraciones Tecnológicas y de Investigación Culinaria inaugurado por la Universidad de Barcelona, la Universidad Politécnica de Cataluña y la Fundació Computer Integrated Manufacturing, donde se explora el uso de nuevos ingredientes y técnicas como la extrusión de pasta.
![Cómo la impresión 3D de alimentos puede reducir el desperdicio de comida.](https://www.diegocoquillat.com/wp-content/uploads/2022/04/descarga-5.png)
Sin embargo, uno de los campos que ilustra el verdadero potencial de la tecnología es la producción de células cárnicas en laboratorio. La impresión 3D de tejidos, habitual en aplicaciones médicas punteras, se ha trasladado al campo de la alimentación. En conjunción con el cultivo de carne sintética en biorreactores, las impresoras 3D de alimentos se postulan como pilar para lograr carne libre de maltrato animal fiel en sabor y textura a la procedente de explotaciones ganaderas. En Israel se ha utilizado la tecnología extensivamente. ¿El resultado? Filetes idénticos a los que se venden en carnicería.
Así pues, no es de extrañar que IKEA quiera impresionar al público con sus albóndigas impresas.
![El primer chuletón de carne sintética se imprime en 3D en Israel.](https://www.diegocoquillat.com/wp-content/uploads/2022/04/carne-sintetica-se-imprime-en-3D-en-Israel.png)
Una contratación fuera de lo normal
En plena Gran Renuncia, las empresas hacen frente a diversas dificultades a la hora de contratar. Al seleccionar candidatos, los responsables de recursos humanos recurren a ideas transgresoras, a veces excéntricas, para acertar con las contrataciones. IKEA busca perfiles innovadores con una sensibilidad especial por los problemas que la humanidad afrontará durante las próximas décadas.
Así, han decidido aderezar sus entrevistas laborales con unas sabrosas albóndigas impresas.
La oferta de puestos de trabajo se lanzó el 1 de febrero de 2022 a través de la web y redes sociales de la compañía. Asociada a la etiqueta #TasteTheFuture («Saborea el futuro»), la compañía de contratación busca trabajadores del ámbito digital y tecnológico para desarrollar software, soluciones de e-commerce, nuevos materiales, sistemas más sostenibles y mucho más. Entre las tecnologías objetivo, la realidad aumentada, la realidad virtual y el aprendizaje de máquina.
El spot publicitario con el que llegaron a las masas en YouTube muestra como algo pequeño —en este caso, la mezcla de proteína empleada en la impresión 3D de alimentos— puede cambiar en gran medida nuestras vidas. Según avanza el anuncio, unos clips intercalados muestran el proceso en el que una impresora de IKEA da forma a una albóndiga. La obra audiovisual se acompaña de un mensaje esperanzador por un futuro más sostenible, a la par que asequible para todos. El vídeo concluye con una llamada a ingenieros y diseñadores imaginativos para que se unan a las filas de la compañía.
Aunque el campo de especialidad de IKEA tiene poca relación con el mundo de la restauración, pone de manifiesto una realidad que permea las fronteras del sector: la Nueva Hostelería requiere trabajadores especializados, formados, capaces y motivados para dar solución a los problemas del mañana desde hoy mismo. Tal vez sea necesario cambiar cómo los empresarios interactúan con los trabajadores; las nuevas generaciones buscan un propósito, una misión, además de la retribución económica.
Impresión 3D de alimentos, una tecnología disruptiva poco explorada en hostelería
La impresión 3D de alimentos apenas tiene presencia en los restaurantes. No es que sea inútil para el hostelero, más bien su potencial no ha sabido aprovecharse hasta el momento. Para comprender la importancia que esta tecnología entraña para los negocios del sector, basta con revisar algunas de las iniciativas en marcha a lo largo y ancho del planeta:
- Food Ink de Antony Dobrzensky en Londres (Inglaterra, Reino Unido) ofrece una experiencia única en la que todos los elementos de la mesa —mesa incluida— están impresos en 3D. La comida, por supuesto, también observa esta norma. Reservar mesa es imposible, las plazas están agotadas sine die.
- Mélisse de Josiah Citrin en Santa Mónica (California, EE. UU.) ha ganado dos estrellas Michelin gracias a la fusión de platos tradicionales con técnicas innovadoras de impresión 3D de alimentos, como el diseño personalizado de picatostes con cebolla en polvo.
- La Boscana de Mateo Blanch en Lleida (Cataluña, España) aúna la naturaleza y la alta cocina con el show que supone para los clientes ver en funcionamiento la impresora robotizada que utilizan para elaborar sus platos más selectos.
- La Enoteca de Paco Pérez en Barcelona (Cataluña, España), también con dos estrellas Michelin, utiliza varias impresoras en paralelo para recrear las formas y composiciones que antes realizaban chefs y ayudantes de cocina; así, mantienen el espíritu del restaurante a la vez que trabajan con mayor eficiencia.
![Empresas que ya están trabajando con restaurantes y comida en 3D.](https://www.diegocoquillat.com/wp-content/uploads/2022/04/restaurantes-y-comida-en-3D.png)
Las bondades de la impresión 3D de alimentos son múltiples: diferenciación de la marca, ultrapersonalización de la experiencia de usuario, automatización de la cocina, reducción del desperdicio de comida y un largo etcétera. Será con el tiempo que estas aplicaciones vayan extendiéndose por más y más restaurantes.