La tecnología, la gran aliada de los restaurantes. Una de las ramas más prometedoras en la actualidad es la inteligencia artificial. La IA ya ha encontrado un hueco en muchos restaurantes. El ejemplo clásico son los chatbots, bien como complemento añadido a la interfaz de una red social, bien como módulo para un asistente virtual. En ambos casos, así como en muchos otros donde los autómatas conversacionales entran en juego, la IA permite al personal del restaurante dejar los pedidos y la atención al cliente en manos de las máquinas mientras ellos se dedican a tareas más propias de la hostelería.
No obstante, los chatbots no son el único modo en el que se está poniendo en valor el enorme potencial de esta metodología. La inteligencia artificial y el aprendizaje de máquina también tienen sitio en los kioscos de autopedido, en los sistemas de pago móvil, en los interfonos automatizados de los drive-thru más modernos e incluso en los menús contactless y los programas de recompensas integrados en apps móviles propias del restaurante. Por lo general, en estos elementos, la IA se encarga de analizar tendencias de consumo y mejorar la rentabilidad del local mediante estrategias de upselling y cross-selling. Las recomendaciones ultrapersonalizadas y otras opciones también son una realidad hoy en día.
Aun así, la IA es mucho más. Ya se empieza a usar junto con modelos predictivos para gestionar el abastecimiento del local, también para optimizar los esfuerzos de mercadotecnia, pero el tercer bloque en importancia es el que ocupa el reconocimiento de imágenes. Gigantes de la comida rápida como McDonald’s o Domino’s Pizza ya hacen pleno uso de la tecnología.

McDonald’s ha revalorizado la adquisición de Apprente, una compañía especializada en el desarrollo de software basado en inteligencia artificial y machine learning. Gracias a ellos han podido implementar un innovador sistema para sus drive-thru. Al vincular los coches que llegan a los establecimientos con el historial de consumo del conductor y su perfil en la app móvil de la compañía, han encontrado un efectivo método de line busting con el cual pueden mantener las colas de coches en mínimos.
Por su parte, Domino’s Pizza ha entablado una colaboración con Dragontail Systems para desarrollar una cámara que comprueba que cada pizza que sale de sus hornos ha sido preparada de acuerdo a los estándares de la compañía. El artilugio, denominado DRU AI Pizza Checker, está en funcionamiento en Australia y, desde que se ha implementado en los locales de la afamada cadena de pizzerías, la satisfacción de la clientela ha aumentado considerablemente.
Lo que en su día fue una innovación, ahora es una opción más en el mercado. Dragontail Systems ya no es el único proveedor de esta tecnología. Desde hace poco Agot.AI también ofrece este servicio a los restaurantes colaboradores.

El papel de Agot.AI como revisor de pedidos de comida rápida
La llegada en masa de los drive-thrus a los restaurantes de cadenas QSR de EE. UU. ha tenido una consecuencia imprevista: el número de pedidos que no alcanzan la calidad esperada ha aumentado a niveles estratosféricos.
Para solventar este problema, Agot.AI propone emplear inteligencia artificial para verificar que cada pedido cumple con las exigencias de la clientela antes de que los ítems lleguen al consumidor. La idea ha gustado. En la segunda ronda de financiación, la empresa tecnológica ya ha conseguido recaudar más de diez millones de dólares gracias a la participación de fondos inversores como Continental Grain, Grit Ventures y Kitchen Fund, todos ellos con intereses en el mundo de la alimentación. Previamente ya había tenido un visto bueno a menor escala: en mayo de 2020 consiguió atraer 50 000 $ de capital.
La principal diferencia entre Dragontail Systems y Agot.AI es que el sistema de Domino’s Pizza computa diferencias en las pizzas creadas respecto a un modelo base, mientras que las cámaras de Agot.AI que se instalan en las cocinas de los restaurantes colaboradores vigilan que el personal esté siguiendo las guías y que no haya comportamiento anómalos.

El resultado es el mismo, la calidad de la comida que sale de los fogones es superior. Sin embargo, la herramienta ofrecida por Agot.AI es mucho más versátil, ya que se puede adaptar con facilidad a diferentes nichos, tanto pizzerías como hamburgueserías, pasando por taquerías, restaurantes de comida casual y otros. Las posibilidades son prácticamente ilimitadas.
De esta forma, Agot.AI pretende contribuir a luchar contra el descontento entre los usuarios de los restaurantes QSR. En 2020 la encuesta del Índice de satisfacción de los consumidores americanos mostraba que el 84 % de la clientela se mostraba contenta con sus experiencias en los restaurantes del nicho. Si bien el valor es elevado, es menor que el recogido en 2019. Este descenso no se puede consentir. Por eso, las marcas de comida rápida se han apresurado a adoptar medidas que reviertan esta tendencia.
El potencial de Agot.AI de acuerdo a su cofundador
El director ejecutivo y cofundador de Agot.AI, Evan DeSantola, indica que, gracias al sistema que han lanzado al mercado, los restauradores podrán detectar hasta un 85 % de los pedidos que se ejecutan sin seguir las directrices del establecimiento. Con sus cámaras instaladas, el número de clientes decepcionados por el servicio ofrecido en el local menguará considerablemente, asegura.

De acuerdo a sus propias palabras, «Vemos que a lo largo y ancho de la industria [de la comida rápida] hay un problema de imprecisión en los pedidos que va en aumento como consecuencia de la acogida de los drive-thrus. Lo que era en origen un pequeño foco de fricción, al no mejorar los índices de error, se ha convertido en roces sustanciales».
Durante el pasado año, la importancia de los drive-thrus para los restaurantes de EE. UU. aumentó en un 22 %. Esto hace que el problema sea acuciante. Los inversores ven con buenos ojos la llegada al mercado de Agot.AI. Por un parte les basta el cometido que cumple en la actualidad, no obstante, saben que bajo esa solución subyace un complejo sistema de reconocimiento de imágenes y visión por computador que puede evolucionar en aplicaciones mucho más complejas y transformativas.
Así lo expone Greg Golkin, socio de Kitchen Fund, un fondo inversor especializado en propeler marcas de restauración prometedoras, así como empresas del sector con know-how tecnológico. Golkin opina que Agot.AI es «una plataforma en construcción y, por casualidad, su primera aplicación ha sido sobre la precisión de los pedidos», pero asegura que «la visión por computador no se va a detener ahí». Lo más probable es que tenga razón.