El restaurante Dawn ver.β es peculiar en muchos sentidos. Sin duda el más aparente es que las mesas son atendidas no por camareros de carne y hueso, sino por robots de camarería de aspecto humanoide.
El 26 de noviembre de 2018 tenía lugar la ceremonia de apertura del restaurante en el Nippon Foundation Building y las máquinas por fin entraban en funcionamiento después de una larga etapa de diseño.
La idea conceptual del restaurante sale del anime Eve no Jikan ambientado en un futuro en el que los robots forman parte de la vida cotidiana, y donde se presenta una dicotomía moral representada por aquellos ciudadanos que tratan los robots como meras herramientas y las personas que tratan a dichas máquinas como iguales. Una de localizaciones en las que transcurre la historia es un bar en el que humanos y robots coexisten en igualdad de condiciones.
Ahora este enclave de ciencia ficción se ha hecho realidad. Y la noticia no es tanto la robótica para restaurantes, sino lo que ocurre tras bambalinas. Un auténtico caso de integración laboral de personas discapacitadas como nunca antes se había visto.
El Dawn ver.β es triplemente peculiar porque lejos de implantar robots en su establecimiento con la intención de reducir los costes de operación, lo hace para dar una oportunidad de trabajo a personas postradas en cama que no pueden desenvolver una actividad laboral normal.
Los robots diseñados por Ory Laboratory, una empresa de robótica afincada en la capital nipona, son controlados de forma remota por personas que sufren de parálisis parcial o total. Los participantes dirigen las acciones del autómata desde su casa. OriHime-D, que así se llama el pequeño androide de 120 centímetros de altura que hace las veces de robot camarero, recibe las órdenes y ejecuta las acciones sin rechistar.
No importa cuál sea el grado de discapacidad del controlador; en la demonstración técnica un japonés afectado por esclerosis lateral amiotrófica elige los comandos usando sus ojos gracias a la tecnología de rastreo ocular.
Todos pueden trabajar, incluso a aquellos que incapaces de articular palabra. Además, el robot les da voz. Los trabajadores afectados de parálisis pueden escribir mensajes desde su cama que luego serán convertidos a sonido por el procesador y altavoces del robot.
Por desgracia, esta preciosa iniciativa solo ha estado abierta al público hasta el 7 de diciembre. En este tiempo se demostró el buen funcionamiento del proyecto. Los diez empleados tetraplégicos que participaron percibieron un salario de 1000 yens por cada hora trabajada (unos ocho euros) y la opinión del público fue tan buena que se organizó una colecta de crowdfunding que reunió unos 12 000 euros, cuyo objetivo era prolongar el periodo de funcionamiento del local.
Aunque el Dawn ver.β no se pudo mantener abierto durante más tiempo, sus responsables han prometido que el restaurante Dawn ver.β que aboga por la integración laboral de las personas discapacitadas volverá en 2020 si el interés público no decae.
Desde España, mandamos todo nuestro apoyo para que el Dawn ver.β reabra pronto.