La realidad virtual no es un simple avance en el mundo del entretenimiento multimedia. Aunque la tecnología encontró en este sector su primer caldo de cultivo, desde hace ya varios años se está intentando exportar todos los conocimientos adquiridos en el desarrollo de entornos virtuales para videojuegos a las diferentes industrias que conforman el entramado empresarial del planeta.
La realidad virtual o VR se presenta como una baza ganadora en aplicaciones destinadas a exposición y reuniones de diseño, donde el producto puede mostrarse sin las limitaciones que su tamaño, peligrosidad o complejidad pudieran entrañar.
Estas capacidades excelentes a la hora de mostrar productos o procesos han sido tanteadas ya por los profesionales de la restauración. Algunas cadenas de comida rápida usan la realidad virtual para formar a su nuevo personal sin que los novatos corran riesgos al manejar utensilios cortantes o material a altas temperaturas, y también para ahorrar en productos. Este es el caso de Kentucky Fried Chicken; KFC ha estado gastando menos en su proceso de formación a nuevos empleados desde principios de 2019 gracias a esta tecnología.
Otros restaurantes ofrecen realidad virtual como parte de un paquete holístico de experiencias sensoriales. También hay gerentes que ofrecen el servicio a las familias que asisten con niños, para que estos tengan algo entretenido que hacer mientras esperan a que les sirvan sus platos. En estos casos, claramente vinculados al entretenimiento multimedia, la experiencia de usuario de los comensales es el parámetro sobre el que se desea actuar.
Ahora, el grupo CKE Restaurant Holdings que cuenta con marcas como Carl’s Jr. o Hardee’s está llevando las aplicaciones VR en la restauración a un nuevo nivel.
Gracias a su inversión en esta tecnología para restauración, la junta directiva ha conseguido dinamizar algunos de los procesos de decisión que tienen lugar en el holding. Uno de los usos inéditos que le han dado a la realidad virtual los responsables de CKE es el análisis de configuraciones en el local. La distribución del establecimiento es determinante en este entorno sumamente cambiante, y en especial en la actualidad, cuando se está haciendo una transición de las visitas en el local físico a las ventas de comido a domicilio.
Esta mudanza en el paradigma obliga a los restauradores a reconsiderar cuáles son las necesidades del edificio en el que operan. Así, los grandes salones son una opción que está quedando obsoleta a marchas forzadas. En vez de optar por esta versión desfasada de restaurante, puede que sea más interesante designar espacio a la recogida de pedidos para llevar.
Dado que esto supone un nuevo desafío, es aquí donde la realidad virtual brilla a la hora de visualizar los procesos que tienen lugar en el restaurante. Gracias a la exploración de entornos virtuales en tres dimensiones y a un software especializado que permite comprobar la optimización de cientos (si no miles) de distribuciones del local, en CKE ahora pueden evaluar cuál es la mejor configuración para dar servicio durante promociones de tiempo limitado, conocer qué cambios conviene hacer a la hora de implementar nuevos productos en el menú y poner a prueba las mejoras de eficiencia que los ingenieros de organización propongan.
Las mejoras destinadas al rendimiento no son las únicas que se consiguen con este sistema. Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el restaurador hoy en día, especialmente en operaciones de gran envergadura, es la contratación y retención del personal cualificado. Aunque son muchos los trabajadores que pasan en algún momento de su vida por la industria de los restaurantes, pocos demuestran su valía y menos aún encuentran su hogar en este sector.
Los motivos por los que esto ocurre son de lo más variopintos, pero la realidad es que la tasa de reposición de trabajadores está por las nubes. Todo lo que puedan hacer los gerentes por fidelizar a sus trabajadores más capaces irá en beneficio del negocio. Y una de las formas en las que esto se puede lograr es ofreciendo un lugar de trabajo menos propenso a los accidentes laborales, más cómodo y seguro, y que esté preparado para permitir que el trabajador pueda alcanzar los objetivos de productividad fijados desde las oficinas.
CKE está usando su tecnología VR para evaluar todos estos aspectos y, de forma inadvertida, mejorar la calidad de vida en el espacio de trabajo. Aunque todavía no cuentan con métricas sobre qué incidencia tiene esto sobre la tasa de reposición de los puestos de cocina y camareros, se muestran optimistas ya que confían plenamente en la realidad virtual a la hora de gestionar dichos asuntos.
No todo es tecnología para restauración innovadora. Detrás de los cambios que están teniendo en los restaurantes Carl’s Jr. y Hardee’s están también dos personas con gran talento humano. Se trata de Emily Remo, modeladora de espacios interiores en entornos 3D, y Ryan Turner, un ingeniero eléctrico cuyo cometido en el equipo es la programación del modelo que simula los procesos que tienen lugar dentro del restaurante virtual. Gracias a ellos, la arriesgada apuesta de Jacob Brewer, director ejecutivo de operaciones de innovación de CKE, está siendo todo un éxito.
Brewer se siente orgulloso de lo que han logrado con una tecnología tan poco explorada en el mundo de los restaurantes y comenta: «Con este nuevo modelo de simulación, todo, desde la celeridad del servicio en el drive-thru hasta la utilización del equipo, pasando por las distancias caminadas por los empleados, puede ser examinado en una fracción del tiempo que era necesario antaño. Hemos pasado de construir físicamente, traer al personal, grabar, analizar y volver a probar maquetas de cocinas y sus procesos, a cambiar la distribución con un movimiento de clic y arrastrar. Ha ahorrado meses y, en algunos casos, millones de dólares».
Una muestra más de que las aplicaciones tecnológicas para restaurantes tienen una gran capacidad transformativa.
