Kodokushi. Este es el término que se usa en Japón para referirse a la muerte en solitario. La soledad es una epidemia en el país nipón y los factores que propician esta falta de contacto humano son diversos. Por un lado la larga esperanza de vida, que en 2018 situaba a Japón como líder mundial con una media de edad de casi 85.6 años. Por otro lado se tienen las duras condiciones laborales y expectativas sociales a las que están sometidos los ciudadanos japoneses. La falta de tiempo de ocio ha desembocado en un descenso de las relaciones románticas.
El envejecimiento de la población y la despoblación son dos preocupaciones que ocupan un lugar importante en la estrategia gubernamental de Japón. Aunque se hace gran hincapié en el uso de la robótica, cualquier otra propuesta destinada a facilitar la compatibilización de las obligaciones profesionales con la vida amorosa y familiar tiene el visto bueno y la aprobación de la sociedad nipona. Este es el caso de la propuesta Sync Dinner.
Sync Dinner es una experiencia de restauración potenciada mediante tecnologías de videoconferencia y realidad aumentada. Gracias a estas dos herramientas, se ha podido ofrecer una experiencia íntima entre dos personas alejadas 400 kilómetros entre sí.
https://youtu.be/QGe2S4-Opt8
El proyecto piloto se realizó en Nochebuena, y dos parejas japonesas fueron las seleccionadas por la compañía Telecom Brand KDDI. La cena resultó todo un éxito y produjo momentos emotivos que fueron emitidos más tarde bajo un formato televisivo similar al de un reality show.
Esta especie de restaurantes virtuales resultan pioneros. Y decimos restaurantes porque el Sync Dinner no es el único espacio virtual que ha apostado por unir restauración y telecomunicaciones .
En un mundo globalizado como el nuestro no es extraño que los diferentes miembros de una familia estén muy alejados. Así, reunirse en ocasiones especiales puede resultar muy difícil y costoso, si no imposible. De esta manera lo entienden también en el Wieden + Kennedy Amsterdam, otro restaurante virtual que invita a los comensales a pasarse por su salón Virtual Holiday Dinner Site estén donde estén. Con un aforo para cuatro personas, que no tienen por qué asistir presencialmente, este comedor ofrece un servicio único: reunir virtualmente a los comensales ubicados en diferentes puntos del mundo. El W + K Amsterdam lleva ofreciendo esta posibilidad desde 2010. Primero a través de videoconferencias establecidas con la aplicación Skype, y más tarde con soluciones informáticas más modernas.
Las mejoras tecnológicas en el campo de las telecomunicaciones traen nuevas experiencias al mundo de la restauración. Durante 2018 se celebró en Sidney (Australia) y Singapur el SGxAUFoodies, una cena virtual en la que los comensales estaban separados por un especio de 6300 kilómetros. Colaboraron varios restaurantes prestigiosos, incluso algunos condecorados con estrellas Michelin.
Mientras que estas experiencias aparecen para testear las aguas, algunos analistas ya están convencidos de las bondades del concepto y miran un paso más allá. Así, la realidad aumentada, los visores 3D y las videoconferencias podrían acercar a gente de todo el mundo.
En algunos entornos virtuales como el famoso juego de rol VRChat, existen ubicaciones destinadas a que los avatares disfruten de la comida juntos, mientras cada uno come en su casa. No se trata de acercar a amigos separados o familiares a los que hace tiempo que no se ve, sino de ampliar las fronteras sociales y conocer gente de cualquier parte del globo.
Esta es una tendencia al alza que los negocios de restauración podrían querer explorar en el futuro, las marcas de restauración organizada internacionales como McDonald’s o Domino’s Pizza tendrían muy fácil implementar este servicio de forma limitada y exclusiva, mientras que otras apuestas de menor envergadura podrían surgir de la colaboración entre dos o más establecimientos independientes, tal como se destila de la experiencia SGxAUFoodies.
El uso de gafas de realidad virtual está aún poco explorado en el mundo de la restauración, pero no es inaudito. Prueba de ello es el Tree by Naked, que se encuentra en el Yoyogi Park de Tokio. Allí el uso del headset VR complementa e incluso espolea la experiencia sensorial derivada de la cocina de Ryotaro Muramatsu, el alma mater del proyecto. Cada plato de degustación tiene asociado un entorno virtual, unos sonidos ambientales y un espectáculo 3D. El resultado es una experiencia holística que no deja indiferente a nadie.
Aunque robustas y voluminosas, las gafas de realidad virtual están destinadas a compactarse sustancialmente. De momento, durante los últimos años hemos asistido a una mejora notable de la resolución ofrecida, y los cables de alimentación han desaparecido para dar paso a soluciones con batería recargable. Pasos en la buena dirección que sin duda ayudarán a generalizar las videoconferencias, digitalización de reuniones y experiencias de realidad virtual y realidad aumentada en el mundo de la restauración.