Instagram, la red social en la que priman las fotos y las stories, sigue de cerca a Facebook y está destinada a superar a su hermano mayor a principios de la próxima década.
Con estos datos no nos ha de extrañar que cada día 400 millones de usuarios consuman las stories o historias de Instagram, unas publicaciones que tienen tanto de populares como de efímeras. Y es que las historias de Instagram, al igual que las de WhatsApp o Facebook, desaparecen al cabo de unas horas y si no has sido capaz de verlas, ya no habrá manera de acceder a ellas. Sin duda este sentimiento de exclusividad y el claro límite de tiempo juegan un rol importante en el interés que suscitan, atrapando al usuario y obligándole a la constante actualización.
Las principales marcas y negocios del mundo conocen de sobra la importancia de la mercadotécnica en redes sociales y la necesidad de ejecutar sus campañas online de forma certera y con lealtad al formato esperado para resonar con el público al que se dirigen. Por estos motivos existen cantidades ingentes de historias de Instagram corporativas.
En un estudio reciente en el que han cooperado la aplicación buffer, empresa especializada en servicios de soporte para redes sociales, y Conviva Social Insights, analista de datos para este mismo tipo de plataformas, se han revisado 15 000 stories de Instagram de las principales marcas comerciales presentes en la web: Taco Bell, Red Bull, Starbucks…
Pero… ¿Cómo de buenas son estas historias?
1.- Publica un máximo de 7 escenas en casa storie
Más no siempre es mejor. En las historias de Instagram lo que importa es el índice de visionado completo, pues este decae de forma acusada en cuanto la entrada supera la primera escena. Así, el número óptimo de escenas es siete. No es un valor fijo que jamás haya que modificar, la experimentación es determinante, pero sí que supone una guía aliada en nuestros esfuerzos publicitarios.
El 70% del público ve la historia completa si no supera las 7 escenas. Para desmayo de muchos expertos en mercadotecnia en redes sociales, solo 1 de cada 7 historias observa esta métrica.
2.- Las mejores horas son las de la comida y la cena
El pico de tráfico en Instagram coincide con el mejor momento para sacar el máximo provecho a nuestra campaña de publicidad online. Nada nuevo en el horizonte. Dado el segmento demográfico que frecuenta esta red social, la llegada a casa tras salir del trabajo por la noche marca el instante adecuado para que las compañías lleguen al mayor número de gente. También las horas de la comida.
3.- Comparte stories de una forma constante y dinámica
Al final resulta que más sí es mejor. ¡Sorpresas de la vida! Para mejorar el alcance medio de nuestras stories, lo mejor que se puede hacer es postear más publicaciones de este tipo. Mantener una presencia constante o al menos habitual, garantiza un mayor número de visualizaciones.
Eso sí, no merece la pena hacer pública una historia que carece de calidad; es decir, no conviene sacar historias a cascoporro en detrimento del contenido de las mismas.
4.- El contenido de tus stories que NO sea publicitario
No es lo mismo una historia relacionada con el entretenimiento o el deporte, que una publicación que en realidad podría entenderse como un anuncio enmascarado. Es por eso que el índice de visionado completo es algo menor en el caso de contenido promocionado por compañías, un 69% en 2018.
En los últimos años este valor ha aumentado, no indicando ello una mayor tolerancia o interés por parte del público, sino una mayor competencia de los expertos en mercadotecnia en redes sociales. Por ello es conveniente tener presencia en Instagram cuanto antes, si es que no se tiene ya; cada año es más difícil competir contra negocios rivales en esta red.
Las marcas son el tipo de perfil con mayores volúmenes de seguidores, sin embargo son los que menos historias publican. Existen oportunidades de promoción para aquellas marcas dispuestas a echar toda la carne en el asador y aumentar el ritmo de publicación habitual. Los efectos positivos de tal desafío ya han quedado detallados arriba.
5.- Publica la mejor escena la primera
A rasgos generales, hay que conquistar al público desde el primer momento. Esto significa que no es deseable reservarse el mejor contenido para el final, este ha de ser el material utilizado en la apertura del post.
Hay que tener presente también que unos gráficos sencillos y unas explicaciones bien coordinadas superan el rendimiento de una producción audiovisual profesional. La simplicidad tiene premio. Fondo, texto y logo son una receta válida para alcanzar el éxito.
Por último, no hay que desestimar las estadísticas propias, cada negocio es diferente y atrae a un público distinto. No tendrá el mismo número de seguidores un restaurante vegano que un local en boga. Dado que existen muchos nichos en los que los restaurantes se pueden especializar, es interesante trabajar con los datos de uno mismo para conocer qué métodos inexplorados tienen uso en nuestro caso particular o qué medidas que a otros no les funcionan se pueden aplicar satisfactoriamente en el local propio.
Y recordad, lo más importante es estar.
Instagram es la red social por excelencia para los negocios de restauración, porque en más ocasiones de las que querríamos aceptar, la comida entra por los ojos.