La omnicanalidad y la digitalización son dos pilares fundamentales del restaurante 4.0. Según se va materializando la atrevida idea de Mark Zuckerberg —el metaverso—, los restaurantes se dan cuenta de que es un nuevo canal por el que potenciar el negocio off-premise. Así, no es extraño que ya haya algunas apuestas en este incipiente mercado; el cual estará valorado en más de 650 000 millones de dólares en 2030, de acuerdo a vaticinios de los analistas.
McDonald’s es una de las compañías que invierte en el metaverso. Es un misterio aún cómo está usando el dinero, pero han dejado claro que ven estos entornos 3D accesibles vía realidad virtual como un nuevo modo de interactuar con el público futuro. Igual que la generación Z es nativa de las redes sociales, se espera que alguna de las generaciones venideras sea nativa de la VR. Entonces, las compañías de restauración organizada que se hayan posicionado de forma ventajosa serán las que lleven todas las de ganar.
Mientras el gigante de la restauración no suelta prenda, otras empresas de menor entidad buscan su nicho dentro de este ecosistema emergente. Metawaferse fue una iniciativa de start-up compuesta por expertos en el mundo cripto intentando crear el primer metaverso 100 % especializado en hostelería, el cual podría incluso soportar la venta de comidas virtuales, pero parecen que el proyecto finalmente no verá la luz. Brighloom trabaja para convertir NFT en puentes hacia la Web3 donde la propiedad virtual está democratizada. La última empresa en unirse a estas pioneras ha sido Tablz. ¿Qué están haciendo ellos?
La revolución de Tablz
Tablz es una pequeña start-up tecnológica fundada en 2020. El director ejecutivo de la compañía es Frazer Nagy, un joven canadiense con perfil emprendedor y grandes conocimientos en la economía del sector hostelero; entre sus anteriores proyectos, Transparent Kitchen, una herramienta para descubrir nuevos platos e información sobre ellos. El paso por la restauración de los dieciséis empleados de Tablz no es circunstancial, es parte fundamental del éxito de la compañía con sede en Ottawa (Ontario, Canadá).
El cometido de Tablz no podría ser más simple: ofrecer una experiencia de reserva online inmersiva. Su servicio diferenciado no solo les ayuda a distanciarse de otros competidores —como puedan ser Yelp Reservations, OpenTable o Tock, por citar algunos—, también les permite retener la clientela potencial con contenido único y reducir la fricción en las transacciones. Todo ventajas, salvo por los evidentes desafíos tecnológicos que esta propuesta entraña para los desarrolladores.
De momento la plataforma ya está disponible en una versión simplificada. Los comensales podrán reservar en restaurantes como la brasería-sushi bar Roka Akor, el italiano contemporáneo Isabelle’s Osteria, el restaurante con estética mid-century modern Charlotte o la marisquería Sea Wolf, por citar alguno de los 50 restaurantes repartidos en 5 ciudades clave y más de 10 ciudades de Estados Unidos y Canadá, que participan en este proyecto piloto. Para hacerlo, solo tendrán que acceder al visor 3D disponible en la aplicación.
El potencial de Tablz reside en que da mayor control al consumidor sobre su experiencia en el local. La reserva en el restaurante elegido no solo tendrá fecha y hora, además, indicará cuál ha sido la mesa escogida. Y la selección no se hace a ciegas, sino que el cliente puede revisar la posición de cada una de las mesas disponibles y elegir de acuerdo a sus necesidades personales: ¿cerca de la ventana?, ¿junto a la cocina?, ¿lejos de los baños?, ¿apartada? ¿más o menos iluminada? El consumidor puede examinar al detalle los sitios disponibles en el salón gracias a la tecnología de Odyssey3D Inc. y Matterport.
¿Cómo funcionan las reservas 3D?
El navegador 3D de Tablz funciona de modo muy similar al StreetView de Google Maps. Pinchando sobre la pantalla se pueden controlar los ángulos de enfoque de la cámara. A mayores, el cursor se convierte en un puntero de posición con el que el internauta puede recorrer los pasillos y zonas transitables del restaurante en cuestión. Cada restaurante abre un nuevo navegador 3D.
En el lateral derecho aparecen una serie de minipantallas que denotan la zonificación del restaurante y las mesas disponibles. Puede darse el caso de que alguna mesa no se pueda seleccionar. Hay diversas razones por las que esto puede ocurrir, pero la más común es que esa mesa no sea popular: solo se listan las mesas más demandadas a través de esta herramienta.
Si quien ejecuta la reserva no tiene preferencias a la hora de dónde sentarse, siempre puede cerrar la transacción del modo tradicional, sin escoger una mesa concreta. Otros motivos por los que alguna mesa puede no aparecer en el listado son cambios de configuración recientes, restricciones de aforo impuestas por la pandemia de SARS-CoV-2 o que esa mesa ya no esté libre para la fecha y hora deseadas.
En la esquina inferior izquierda hay un menú con cuatro opciones. La primera de ella es el sistema de reproducción, que muestra un tour del local en pantalla. Al lado, una opción permite cambiar entre la vista en primera persona y una tercera persona en perspectiva isométrica con transparencias. El modelo es mejorable, pero da una magnífica idea general de la configuración del restaurante. La vista en planta también es imperfecta, mas de nuevo ayuda a ubicarse. Finalmente, para los visitantes más quisquillosos, una herramienta de medida —representada por una regla— permite estimar las distancias entre los diferentes elementos del establecimiento.
Con todas estas opciones a disposición del usuario, este podrá hacer la reserva perfecta. Pero, ¿puede mejorarse aún más el servicio ofrecido por Tablz?
El futuro de Tablz pasa por la realidad virtual y el metaverso
El primer paso para Tablz es expandirse. El visor 3D que ya tienen en funcionamiento se ha diseñado para ser compatible con servicios de terceros; es decir, se puede integrar en plataformas rivales como OpenTable y Rezy sin problemas técnicos.
El siguiente paso es evidente. Según los metaversos vayan cogiendo tracción, la posibilidad de ponerse unas gafas de realidad virtual para «pasar» por el restaurante y elegir mesa será muy tentadora. El metaverso permitiría modelar el espacio 3D con mayor calidad que las vistas isométricas y de planta disponibles en el presente, además de dar una movilidad más intuitiva, inmersiva y cautivadora que la que confieren el ratón y el teclado.
No obstante, para que esto se convierta en una realidad, todavía pasará mucho tiempo. Tablz es una empresa emergente de reciente aparición y su penetración en el mercado hostelero es todavía mínima. Claro está, el producto que ofrecen es disruptivo, útil y muy interesante, por lo que se le augura un futuro prometedor.