La crisis del coronavirus ha cambiado el modo de operación de los restaurantes de más de una manera. A las limitaciones de aforo y horario de apertura se suman las tecnologías sin contacto o contactless. Esta filosofía transforma elementos comunes en los restaurantes como terminales punto de venta o kioscos de autopedido, por mencionar algunos elementos afectados del mobiliario especializado del local. No obstante, la mayor innovación en este campo son las taquillas contactless.
Las taquillas contacless son simple y llanamente compartimentos cerrados de forma automática que se abren con una señal digital. Esta señal digital puede ser un código introducido vía telemática a través de un terminal móvil, mediante reconocimiento facial o usando alguna otra tecnología aplicable.
Estos taquilleros son de gran utilidad en los negocios de restauración pues, además de reducir el número de superficies de contacto comunes que sirven como vía de transmisión al nuevo coronavirus, ayudan al restaurador a minimizar las interacciones entre la clientela y el personal. De este modo, ya están en funcionamiento múltiples taquillas contactless donde la plantilla del local, ya sea personal de cocina o camareros con nuevas atribuciones, depositan los platos recién preparados. Acto seguido, se emite un aviso al cliente que ha realizado el pedido y este puede acercarse a recogerlo sin entrar en contacto con nadie.
El éxito de estas iniciativas ha sido enorme, por ello los primeros proyectos pilotos ya se están exportando a mercados donde se prevé que su uso se pueda generalizar. Kentucky Fried Chicken, la afamada cadena de comida rápida especializada en alitas de pollo, fue una de las empresas pioneras en su implantación. Después de haber disfrutado de un rotundo éxito en las experiencias piloto, ahora se prepara para llevar sus taquillas contactless a Japón.
Las empresas de comida rápida afincadas en Occidente llevan tiempo queriendo penetrar más profundamente en el mercado asiático. La crisis del coronavirus ha golpeado mucho menos el país del sol naciente que el viejo y nuevo continente. Por eso, hacer un esfuerzo adicional en un mercado tan complicado como el de Japón puede equilibrar las pérdidas que experimenta KFC este 2020.
A su favor está que la sociedad japonesa es muy receptiva a las innovaciones de corte tecnológico. La cultura nipona tampoco le hace ascos a las medidas que deshumanizan el servicio: Japón es el país más robotizado del mundo superando a los perseguidores por un amplio margen. Los robots son habituales en el día a día del ciudadano japonés. En último lugar, también hay que señalar la pulcritud y acérrimo desagrado que producen los patógenos entre la población, recordemos que las mascarillas están en aquel país a la orden del día desde tiempos inmemoriales.
Con todo esto, Kentucky Fried Chicken se ha lanzado a instalar varias taquillas contactless en sus restaurantes japoneses.
El sistema está integrado completamente con al app móvil de KFC. De esta manera, cuando el cliente ha realizado su pedido y ejecuta el pago, recibe un código en la aplicación con el cual puede tener acceso al interior de las taquillas.
Los compartimentos están diseñados para una recogida rápida y por ello no cuentan con refrigeración o calefacción. Gracias a ello se pueden usar tanto para entregar comidas calientes como bebidas frías.
Para ayudar a los comensales que puedan sentirse despistados, KFC ha instalado algunas infografías que esquematizan el modo de operación de las taquillas contactless. Además, ha emitido un comunicado para dar a conocer esta novedad, que afecta a cuatro de sus locales en Japón por el momento. Aunque sin duda pronto estará disponible en más establecimientos.
Actualmente la marca cuenta con más de un millar de restaurantes en el país y disfruta de gran renombre. Dada su temprana entrada en el mercado y marcado carácter americano, se ha convertido en un icono para los curiosos. En torno a la franquicia se ha construido todo un movimiento social sobre el que se ha decidido capitalizar ahora dados los malos pronósticos económicos para el resto de regiones.
Estas taquillas contacless, disponibles en la capital y en otras dos ciudades, se han empleado también en Moscú (Rusia). Forman parte de una serie de adiciones estratégicas en materia contactless que han afectado también, por ejemplo, a las sucursales ubicadas en la República de Singapur. Allí se ha optado por una solución con menos involucración tecnológica: entregas para takeaway gestionadas de forma remota y sin contacto. Para lograrlo, la app móvil de KFC también resulta crucial.
Y es que una app móvil para restaurantes es mucho más que una vía de comunicación con el consumidor. Su utilización inteligente puede convertirse en una piedra filosofal para las necesidades estratégicas y mercadotécnicas de la compañía. Solo hay que fijarse en lo que están haciendo Starbucks, McDonald’s o Burger King con las suyas para darse cuenta del potencial oculto de tan simple adición.
Con un panorama complicado para 2021 y 2022, las taquillas contactless, tecnologías sin contactos y apps móviles propias se presentan como valiosos activos para el restaurador.