A finales de 2019, los drive-thrus o carriles de autoservicio se postulan como una de las macrotendencias que dinamizarán el segmento de mercado de la movilidad en el sector restauración. Nada sospechaban por aquel entonces los hosteleros acerca de la crisis sanitaria y pandemia mundial que se cernía sobre nosotros, ni de cómo está aceleraría sobremanera la adopción de esta metodología.
Con el éxito de Chipotle, a esta empresa de comida rápida mexicana americanizada la siguieron otros gigantes de la restauración organizada. Entre los más sonados, McDonald’s y Burger King. La revolución de los drive-thrus ha traído consigo cambios muy significativos a los restaurantes. Algunos han cedido parte de sus instalaciones interiores a los carriles, otros han modificado por completo su modo de operación para dar mayor relevancia a los coches, muchos más aún siguen estudiando de qué manera van a acometer las reformas necesarias.
Y es que incluso en este aspecto, que podría considerarse sencillo, está habiendo un nivel de innovación nunca antes visto. Los drive-thrus han pasado de estar conformados por un solo carril a dos. También hay propuestas para que la entrega del pedido se haga a través de ascensores de comida, de forma que las cocinas queden suspendidas por encima de las vías que albergan los coches, semejando estas un túnel pues.
Ahora, los carriles de autoservicio cuádruples prometen una solución sencilla a las necesidades de la restauración organizada moderna.
Carriles de autoservicio, tráfico y line-busting
Los carriles de autoservicio se han convertido en una de las opciones preferidas por los consumidores de EE. UU. Los usuarios solo tienen que acercarse a su restaurante de comida rápida favorito, pedir por el interfono o mediante la app propia de la empresa, recoger los productos encargados y pagar. De este modo, se logra maximizar el distanciamiento social en todo momento, todo ello sin sacrificar el bienestar extraído al degustar nuestras comidas favoritas.
La COVID-19 ha provocado que la adopción de los drive-thru se haya acelerado no solo en Estado Unidos, sino también en otros países, incluidos España y México, donde más de una cadena de restauración organizada se ha sumado a la moda. No obstante, este canal de ventas tiene unos requerimientos de espacio que son incompatibles en muchos casos.
El largo medio de un coche se sitúa en torno a los cuatro metros. Esto provoca que incluso un bajo número de comensales genera largas colas. El espacio empleado por cada consumidor se usa de forma muy poco eficiente. Esto se nota más en las horas punta. Especialmente durante el turno de la comida, el tráfico de coches puede provocar un atasco en el restaurante.
Por esto, junto a la proliferación de los drive-thrus, han surgido las tecnologías de line-busting. Estas son una colección de herramientas que aceleran la atención en estos carriles y optimizan el uso del espacio. Reconocimiento de matrículas, predicción de pedidos y otros sistemas ayudan a los restauradores a obtener mejores resultados.
Los drive-thru multicarril entran dentro de esta categoría. Su configuración puede ser compleja, pero permiten limitar las aglomeraciones, algo que es bueno tanto para los usuarios como para el negocio.
Culver’s y los drive-thrus multicarril como actualización de una estrategia desfasada
Uno de los últimos restaurantes que han actualizado su drive-thru es la cadena Culver’s. Esta franquicia sirve comida casual rápida en el Medio Oeste de EE. UU. Con más de 800 establecimientos, su especialidad, las hamburguesas con mantequilla, será mucho más asequible para la clientela ahora que han optado por los drive-thru multicarril.
Comenzaron con esta estrategia en 2020 y ahora la están expandiendo a cuantos más restaurantes mejor. De acuerdo a Rick Silva, director ejecutivo de la compañía, esto «les da la oportunidad de tomar más pedidos de forma simultánea». Silva añade: «Puedes ofrecer más atención y hospitalidad en el restaurantes, pero… hay mayor crecimiento off-premise que on-premise, y debemos asegurarnos de que podemos continuar aumentando esa capacidad».
Culver’s ha añadido drive-thrus de dos carriles, pero no es lo único que están haciendo para asegurarse su éxito. En algunos de sus restaurantes están explorando que el personal de camarería tome el pedido directamente a los conductores. El equipo humano se acerca hasta los coches y apunta la comanda en las tabletas, la información se transmite directamente a la cocina, minimizando los tiempos de espera y preparación de forma más que sustancial.
Además, la compañía explora por primera vez el mercado del delivery, al que llega muy tarde. Pretenden ponerse al día en tiempo récord y batir sus marcas de beneficios durante los próximos trimestres. Si lo consiguen, habrán superado con éxito el embate de la pandemia, el cual sufrieron en profundidad.
Otras apuestas por los carriles de autoservicio en Estados Unidos
Mientras tanto, muchos otros restaurantes estadounidenses apuestan también por los drive-thrus multicarril. Shake Shack, la compañía especializada en batidos, hamburguesas, perritos calientes y patatas fritas, abrió su primer carril en 2021. Pretenden tener otros nueve funcionando a lo largo de 2022.
Por otro lado, quienes ya contaban con este canal de ventas, lo están actualizando. Es el caso de Portillo’s. Esta marca de menor envergadura —poco más de setenta establecimientos— con presencia concentrada en Illinois, principalmente, y dispersa por otros estados —además de un local en Tokyo (Japón )—, tiene como productos estrella los perritos calientes estilo Chicago, los sándwiches polacos de Chicago y los sándwiches italianos de ternera, entre otros productos. El nuevo restaurante que abrirán en Joliet (Illinois) contará con un drive-thru de triple carril, aproximándose a los más grandes existentes en el sector actualmente: los carriles de autoservicio cuádruples.
Carriles de autoservicio cuádruples
La guinda del pastel a la hora del line-busting se la llevan los drive-thru cuádruples. Todavía son pocos en el mercado. Uno de los más importantes pertenece a otra compañía de restauración organizada que viene usando los carriles de autoservicio desde hace tiempo, pero que en estos momentos se encuentra un proceso de iteración de sus servicios: Taco Bell.
Taco Bell, con su propuesta Go Mobile, ya ha instaurado carriles para pedidos desde el coche en 23 locales y esperan que pronto sean 85 más. Sin embargo, cabe destacar su prototipo Taco Bell Defy, que hace gala de una impresionante cocina en el segundo piso y cuatro carriles para coches que se sitúan bajo esta.
La atención a los conductores se realiza íntegramente de forma telemática. Cuando sus pedidos están listos, estos llegan por una cinta transportadora hasta un ascensor. El ascensor baja los productos cocinados desde la segunda planta hasta el nivel de los coches. Entonces, los conductores pueden tomar sus ítems desde la ventanilla e irse. El pago se ejecuta también de forma automática y remota. Con este modelo, que sin duda no tardará en extenderse, Taco Bell ha llevado los drive-thrus a un nuevo nivel.
¿Son los carriles de autoservicio cuádruples el futuro o llegarán en breve los quíntuples? Solo el tiempo lo dirá, aunque la tendencia es clara…