Un estudio realizado por la Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc) a través de su plataforma Shopper View AECOC ha sacado a la luz algunas de las razones por las que los españoles son reticentes a comer fuera de casa.
Más de 3.000 consumidores de ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia, Coruña, Vigo, Bilbao y Baleares han participado en el estudio denominado “Cómo recuperar al consumidor de fuera del hogar” y en él han mostrado sus más sinceras opiniones acerca de por qué no visitan los restaurantes o aquello que podría hacerles cambiar de opinión.
Lo primero que se deduce de la encuesta es que son los trabajadores de mediana edad y los mayores de 55 años los que comen fuera de casa más a menudo y en el caso de los últimos, suele ser a media mañana cuando van a tomar su desayuno en cafeterías y bares. Mientras, los menores de 45 años suelen reservar estas actividades para el fin de semana, cuando disfrutan del tiempo de ocio que les permite su trabajo, y lo concentran en comidas, cañas, meriendas y cenas.
Los españoles no están para tirar la casa por la ventana y, aunque en este año 2015 el mercado gastronómico está experimentando un cierto repunte que a principio de curso se preveía del 3%, una de las peticiones en la que más insiste el consumidor medio es la oferta de menús más económicos para el día a día. A un lado quedan las cartas, ya que la opción de menú cerrado es la preferida por los encuestados, una opción más barata y cómoda, que reduce el tiempo de toma de decisión y de espera entre plato y plato.
Menús más baratos en los restaurantes
El estudio señala que los españoles estarían dispuestos a pagar hasta 8 € por comer fuera de casa entre semana, mientras que el precio ideal para un menú de fin de semana podría rondar los 12 €. También especifican que llegarían a pagar por un desayuno 2,16 € de lunes a viernes y 2,54 € en fin de semana, mientras que para cerrar el día con una cena en algún restaurante el menú tendría que costar 11,50 € y 13,36 € respectivamente.
Otra de las razones de peso para el consumidor es su deseo de seguir una dieta saludable en su día a día, por lo que piden a los restaurantes una carta más equilibrada que les permita guardar la línea. Su predisposición a acudir a un restaurante aumentaría si, además, estos menús estuvieran formados por platos más caseros o tradicionales y menos comida basura. Y, por supuesto, otro de los mayores reclamos es que los menús se ajusten a las necesidades alimenticias especiales de colectivos como los alérgicos al gluten, intolerantes a la lactosa, etc.
Experiencias diferentes en los restaurantes
El hecho de vivir una experiencia única también suma puntos a la hora de decidir si se va o no a un restaurante. Si el cliente decide comer fuera de casa, lo hace buscando algo por lo que merezca la pena pagar, distinto a lo que puede cocinar él mismo con los ingredientes de su nevera.
Otros aspectos a tener en cuenta son el cuidado de la imagen del restaurante en cuestión, su limpieza, decoración y mobiliario, así como la mejora del servicio y del producto que se ofrece, como el uso de alimentos ecológicos o la buena predisposición del personal que trabaje en el establecimiento.
La comunicación con el consumidor es otro punto de actuación a potenciar y más aún en la época tecnológica en la que estamos inmersos. Las redes sociales, blogs y otras plataformas virtuales que nos ofrecen las TIC son buenos canales para conectar con el consumidor, darle a conocer las ventajas del producto y atraerle hacia nuestro negocio.
Gran variedad de restaurantes con diferentes precios
Sin embargo, no todo son críticas negativas. Los encuestados destacan como positivo la amplia variedad de restaurantes, con comidas de todo tipo que se ajustan a las necesidades y apetencias del consumidor. Reconocen, además, que en su gran mayoría, el mercado hostelero ha sabido ajustar los precios al momento económico del país.
Estas son algunas de las peticiones y sugerencias de los consumidores españoles para frecuentar más a menudo cafeterías y restaurantes en nuestro país. Y tú, ¿qué pedirías?