Mientras las cadenas de comida rápida se decantan por un hilo conductor estimulante y energético, los restaurantes más sofisticados buscan veladas íntimas con música suave de estilo clásico
Muchos momentos especiales de nuestras vidas están ligados a canciones que con el tiempo se han convertido en auténticas bandas sonoras para todos, pues cuando las oímos no podemos evitar subir el volumen, cantar con todas nuestras fuerzas o incluso emocionarnos. La música nos acompaña inevitablemente a lo largo de nuestra vida: en casa, en el trabajo, en el coche, en el gimnasio, en el bar…
Hasta cuando salimos a comer fuera es muy probable que elijamos un establecimiento con sonido ambiente; no porque así lo decidamos sino porque cada vez son más los negocios -no solo restaurantes- que ofrecen música a sus clientes.
Chefs preocupados por la música en sus locales
El hilo musical en los restaurantes ha ido calando hondo en una sociedad a la que cada vez le gusta menos el sonido de los cubiertos “golpeando” los platos o el molesto ruido al tragar de muchos. Diversos chefs así lo han entendido y, sacando su parte más melómana, se han decidido a crear ellos mismos una playlist con las canciones que más se adapten al tipo de cocina que elaboran. Por ejemplo, el dueño del establecimiento mexicano Pujol, Enrique Olvera, exige a los chefs que participan en su proyecto Boomerang que lleven su propia lista de música.
Pero hay cocineros para los que la música es su fuente de inspiración como para el danés René Redzepi que se declara gran aficionado al heavy metal, tanto que cada vez que cocina ha de escuchar este género. Aunque sigue habiendo restaurantes que ven la música como un elemento secundario y se conforman con escuchar la primera emisora de radio que sintonizan.
El tipo de música elegido influye en el comensal sin que este se dé cuenta
El objetivo número uno de un restaurante es crear un clima agradable para que el comensal decida volver. ¿Cómo hacerlo? Eligiendo un tipo de música acorde a las características de dicho establecimiento; por ejemplo, McDonald´s o Burger King se distinguen por ofrecer una decoración llamativa en la que predominan los tonos rojizos y amarillentos, una luz brillante y un hilo musical potente en el que se erigen como protagonistas el volumen alto y las canciones con más ritmo del panorama actual.
Tres rasgos cuya unión provoca en el visitante un estado de agitación y frenesí que se traducen en un consumo mayor y más rápido.
En el lado opuesto se encuentran los establecimientos que poseen un mobiliario más sobrio y una iluminación tenue con el objetivo de conseguir una atmósfera relajada en la que el cliente se sienta a gusto y así pase más tiempo disfrutando de su comida. Esto es gracias a la influencia que ejerce el tipo de música que utilizan: clásica o jazz.
Diversos estudios ponen de manifiesto que el apetito se incrementa al escuchar cualquiera de estos dos géneros, tanto es así que el gasto medio por comensal es un 23% mayor que en condiciones normales.
Restaurantes que crean su marca a través de la música
Queda demostrado que la música ha dejado de ser un elemento secundario en cualquier restaurante para convertirse en actor principal junto a otros tan importantes como el estado de las instalaciones, la calidad del servicio o el precio final. Expertos en hostelería ya lo advirtieron tiempo atrás con la puesta en marcha de restaurantes inspirados en diferentes géneros de música como el pop, el rock o el jazz. Uno de los países que más ha invertido en este tipo de negocios es, sin duda, Estados Unidos.
– Johnny Rockets. Nació en Los Ángeles en 1986 y, treinta años después puede presumir de haber inaugurado más de 200 locales en todo el mundo. Se trata de una cadena de restaurantes cuya decoración traslada a sus comensales al Estados Unidos de la década de los 50: suelos con baldosas en blanco y negro, asientos en vinilo rojo y máquinas de discos son su seña de identidad.
En el menú destacan las hamburguesas, los sandwiches y las malteadas pero si por algo es famoso Johnny Rockets es por un personal animado y divertido que no duda en cantar y bailar tantas veces como sea necesario. El sonido ambiente está amenizado por los clásicos de la época dorada del rock y en ella no faltan Elvis Presley o los Bee Gees.
– Ben & Jerry´s. En 1978 Ben y Jerry abrieron su primera heladería en una antigua gasolinera de Vermont pero no es hasta 1981 cuando, ante la gran acogida por parte de los clientes y de las tiendas y pequeños negocios que comercializaban sus productos, inauguran en la misma ciudad su primera franquicia de helados. Su política de empresa se basa en preservar el medio ambiente, favorecer el cambio social, participar en proyectos solidarios y, cómo no, apostar por la música.
Lo han hecho desde sus inicios, cuando se les ocurrió poner el nombre de leyendas del rock a sus helados, y lo siguen haciendo al ofrecer su patrocinio a diversos festivales de música por todo Estados Unidos. Es más, en 2005 crearon el suyo propio conocido como Ben & Jerry´s Sundae Festival.
La unión entre restaurantes y música más allá de Estados Unidos
En el continente europeo también existen cientos de ejemplos en los que la puesta en marcha de un restaurante ha tenido como origen la música: un género, un grupo, un cantante, una década… En Laponia, Finlandia, la banda de rock Lordi abrió las puertas de un restaurante creado a su imagen y semejanza con una decoración que recuerda a la casa del terror. Sirve comida rápida como pizzas, hamburguesas y kebabs a un precio más que razonable aunque su seña de identidad es sin duda la música ambiente que se escucha y que triunfa entre sus comensales: rock y heavy metal.
Restaurantes “musicales” en España
Nuestro país no es la excepción pues grandes hosteleros han querido que la música sea el principal atractivo de sus negocios, no solo por lo que oye el cliente sino también por lo que este ve. He aquí dos restaurantes que dan buena cuenta de ello:
– Rock & Roll. En pleno centro de Madrid se sitúa Rock and Roll, que tiene el honor de ser reconocida como una de las mejores hamburgueserías de la capital. El nombre del restaurante nos da pistas sobre lo que podemos encontrar en su interior: un gran mural de Mick Jagger, mesas con diferentes logotipos que responden a clásicas bandas del rock, imágenes de Kurt Cobain y Courtney Love en la entrada de los baños… Y por supuesto música, mucha música para amenizar tanto la cena como las copas de después.
– El Viejo Pop. También en el centro, pero en este caso de Barcelona, se encuentra un restaurante con mucha historia ya que para encontrar sus orígenes hay que remontarse treinta años atrás. En la actualidad mantiene parte del personal inicial, quienes al igual que por aquel entonces disfrutan de una decoración muy particular en la que se representa a míticos artistas del pop. Además, mientras disfrutamos de una hamburguesa llamada “Elvis”, “Lady Gaga”, “Shakira” o “El Sueño de Morfeo” sonará la mejor música pop de las últimas décadas.
También en este periódico digital hemos apostado por difundir la música como un elemento diferenciador en los negocios de hostelería y todos los meses nuestro experto en la materia, Nacho Casado (La Familia del Árbol) comparte las mejores playlist de música para restaurantes, aquí tienes algunos ejemplos que no te puedes perder:
- Música para restaurantes: Canciones para un “Brunch con diamantes”
- Música para restaurantes: Canciones para una cena sofisticada “Old Fashioned”
- Música para restaurantes: Canciones para una boda en el campo “Folk Songs”
Además de España, Finlandia, México, Dinamarca y Estados Unidos, son innumerables los países en los que la simbiosis entre restaurantes y música goza de buena salud: Perú, Puerto Rico, Colombia, Japón, Alemania y Reino Unido son sólo algunos de ellos. A pesar de que son muchos los detractores de esta “práctica” yo también soy de las que apuesta por la música en los restaurantes, eso sí, ha de ser acorde al espíritu del local. ¿Y tú cómo te sientes más cómodo?