La tecnología blockchain tienen mucho que aportar en el sector de la hostelería. Pese a su complejidad, los profesionales del sector van familiarizándose con criptomonedas, tokens y NFT poco a poco. Las posibilidades son ilimitadas, desde minimizar comisiones en los pagos hasta reforzar la imagen de marca con coleccionables exclusivos, pasando por la emisión de monedas digitales propias y un sinfín de aplicaciones más.
En concreto, una de las últimas revoluciones que ha surgido del mundo de las criptomonedas está dando mucho que hablar en los últimos meses. Hablamos de los NFT o tokens no fungibles. La misión de estos certificados acuñados en la cadena de bloques es la creación de bienes digitales escasos.
Un NFT declara quién es el propietario legal de un bien digital, sin importar las copias ilegítimas existentes. Es equiparable, pues, a las escrituras de un inmueble o a un billete de avión; cualquiera los puede fotocopiar, pero portarlo no concede ningún derecho si no se es el legítimo propietario.
En la actualidad, los NFT se usan principalmente para acuñar arte, aunque en el futuro próximo se esperan soluciones para la emisión de entradas a espectáculos, carnets de socios con ventajas exclusivas, reservas de restaurantes y certificados de propiedad diversos.
Así, los restaurantes están empleando esta tecnología para diversificar las fuentes de ingresos en sus negocios y reforzar la imagen de marca de cara a millennials y generación Z, el público más receptivo a esta tecnología.
NFTs, chefs y restaurantes
Hace unos días Telefónica lanzaba una colección de NFTs en la que Ferran Adrià refleja la evolución de la cocina. Son 114 NFTs únicos asociados a dibujos realizados por Ferran Adrià en los que refleja su teoría de la evolución culinaria. Puedes adquirir tu propio NFT por 0,1846 Ether cada uno, unos 500 euros. La recaudación se destinará a elBullifoundation, dedicada a poner en valor el legado gastronómico creado en elBulli. La colección de NFTs se comercializa a través de la web de elBullifoundation o directamente en OpenSea.
También varias marcas de restauración organizada ya han tanteado los NFT. Algunos ejemplos:
- McDonald’s ha lanzado tres campañas de NFT; Francia, China y EE. UU. han sido los beneficiarios, respectivamente
- Burger King ha acuñado recientemente en Open Sea el NFT Hacker Stacker para el mercado de Uruguay, un NFT canjeable por una hamburguesa al mes durante un periodo de dos años
- Domino’s utilizó su mascota némesis Noid para lanzar una colección en Rarible ilustrando al personaje y algunas de sus invenciones para erradicar las pizzas
- Pizza Hut Canadá ofreció la primera pizza NFT gracias a la colección 1 Byte Favourites, una serie de arte pixelado de estilo 8-bits
- Taco Bell financió las actividades de la Fundación Taco Bell creando cinco tacos digitales en Rarible
Esta es solo una pequeña muestra, pues incluso pequeñas cadenas y restaurantes independientes se han sumado a la moda de los NFT. Crear una colección no es complicado para los más techies; pero quien se sienta perdido con tanto tecnicismo siempre puede recurrir a alguno de los estudios de diseño especializados que han surgido: Ninja Design, NFT4U, Mative Labs, NFT-Design, 3D-Ace o la española Artual NFT.
¿La última aparición en el mercado? Una colección de cócteles digitales.
Los cócteles NFT de Eve Bar
La coctelería Eve Bar de Adam Handling, sita en la calle comercial cubierta de Covent Garden de Londres, ha lanzado una serie de trece cócteles digitales en OpenSea.
OpenSea es un mercado especializado en NFT que emplea la red de Polygon, un token basado en ethereum. Los visitantes pueden encontrar allí la NFT Cocktail Menu Collection, resultado de la colaboración entre artistas digitales y baristas de varios locales del holding bajo el que se encuentra el local.
Los responsables de la iniciativa han querido solventar una de las principales quejas del público general, que la mayoría de NFT no tienen utilidad. Para ello, han hecho que los propietarios de los NFT tengan acceso a una receta exclusiva asociada a su cóctel digital, así como vales canjeables en el Eve Bar por un monto que se ha mantenido en secreto.
Diez de los NFT publicados dispusieron de copias, pero tres de ellos eran únicos. El precio de partida de estos últimos fue de 2 EHT, 6400 € al cambio actual. La pugna por hacerse con dichos bienes digitales fue encarnizada, siendo el precio final de la subasta muy superior.
Resulta evidente que los NFT son un buen sistema para expandir los productos ofrecidos en el restaurante. Algunos analistas defienden que la venta de coleccionables digitales escasos es la nueva forma de hacer crowfunding. Ciertamente lo parece, pues son los clientes habituales y los fans acérrimos de la marca quienes acaban apoyando estas iniciativas.