No es ningún secreto que desde hace unos años ofrecer un amplio abanico de opciones para combinar o acompañar los platos en los restaurantes es casi una necesidad.
Este servicio parte de la idea subyacente de que una mayor personalización aporta puntos para que la experiencia de usuario percibida por los visitantes del local sea superior.
De ahí que con el tiempo esta postura se haya extendido a los todos los segmentos del sector restauración. Tampoco extraña que en la actualidad descubramos una nueva profundidad cuando hablamos de personalización. La cantidad de opciones disponibles puede llegar a ser abrumadora.
La restauración organizada dedicada a la comida rápida siempre ha llevado la delantera en este campo. Los terminales punto de venta que sustituyeron a los cuadernos de comandas hace ya un par de décadas han provocado que los tiempos de espera para los consumidores sean menores. Al mismo tiempo el cliente obtiene una comida que se adapta mejor a sus necesidades y deseos.
Los kioscos de autoservicio táctiles llevan esta personalización a un nuevo nivel, permitiendo seleccionar cada ingrediente por separado prácticamente. Este nivel de personalización ha sido acuñado recientemente como ultrapresonalización y es una de las macrotendencias en restauración en este 2019. Mientras que la personalización tradicional permitía apelar a los gustos comunes de cohortes de personas, la ultrapersonalización permite satisfacer los gustos del individuo.
En el mundo de la restauración organizada, las bondades de esta metodología no son desconocidas. Por un lado se mejora la experiencia del usuario, de forma que las opiniones vertidas en la red se polarizan en torno al espectro positivo, y esto a su vez tiene como consecuencia que haya una afluencia mayor a la habitual en el establecimiento.
Por otro lado, la satisfacción del consumidor y una mayor presencia digital no son los únicos activos que adquiere la empresa. Cuando el cliente selecciona a través de medios digitales, ya sean kioscos físicos en el restaurante o de forma digital en el menú de alguna app de pedidos online, la compañía está obteniendo grandes volúmenes de información sobre las costumbres de consumo de su audiencia. Algunos de los datos relevantes son:
- Horarios en los que se realizan los pedidos
- Volumen del pedido
- Preferencias de los consumidores
- Negocio recurrente
- Efectos de las promociones vigentes
Por supuesto, este listado no es exhaustivo. No obstante, ofrece al lector un buen punto de vista para comprender el potencial de las bases de macrodatos que se pueden erigir de este modo. Analizando la información recopilada se pueden tomar decisiones informadas sobre los horarios de apertura, los cambios en el menú que sería beneficioso ejecutar o las aplicaciones de terceros (reserva o pedidos online) que mayores ingresos repercuten.
Panera Bread, una de la cadenas de cafeterías y panaderías más importantes de EE. UU., dio a conocer esta primavera que sería la próxima franquicia de restauración que se apuntaría a la moda de la ultrapersonalización.
Con esta medida pretenden potenciar su volumen de negocio digital que en 2018 se situaba en torno a los 2000 millones de euros.
Junto con este cambio en el modo de operación de la compañía, Panera Bread también pondrá a disposición de su clientela información nutricional detallada incluyendo aportes calóricos. Esta información, que aparecerá segregada según el ingrediente, pretende ayudar a combatir la crisis de obesidad que se vive en EE. UU., país que supone el principal mercado de la cadena.
Hasta hace poco Panera Bread operaba de forma tradicional, el cambio de parecer respecto a las opciones de personalización de sus productos surge a causa del inesperado volumen de negocio que percibe en la actualidad. En 2019, las ventas digitales han superado el negocio total que la compañía observaba en 2016.
En tan solo tres años la transformación digital del sector restauración ha cambiado por completo el porvenir de Panera Bread.
