Los robots de cocina hiperespecializados siguen abriéndose camino en la industria de la restauración, a ritmo lento pero seguro.
Los hemos visto ya en muchas ocasiones y con muchas formas diferentes. Algunas veces como brazos robóticos empleados para dar la vuelta a un filete de hamburguesa que se está cocinando en una plancha. En otras ocasiones como robot mezclador capaz de extraer ingredientes preparados de antemano de sus cajones y mezclarlos para crear una receta simple en una tartera o bol. También se han presentado al público máquinas automáticas capaces de hacer un café sin que un humano intervenga en ningún momento, y la impresión 3D de alimentos que también se está espoleando con mucho ánimo en España ciertamente tiene un componente robótico.
Por eso la noticia de que Chowbotics está sacando rendimiento económico a una de sus apuestas no es de extrañar.
Chowbotics es una compañía de robótica fundada por Deepak Sekar. Desde su sede en California se ha creado al robot Sally, especializado en hacer ensaladas vegetales. Lo más curioso de todo es que apenas media centena de estos robots están disponibles en todo el mundo. He aquí el verdadero meollo del asunto. ¿Cómo ha podido Chowbotics saborear el éxito cuando el número de unidades operativas es tan bajo?
El secreto es dónde se encuentran los robots de cocina. Este tipo de máquinas automatizadas funcionan mejor en entornos donde la demanda por sus productos es continua. He ahí su principal ventaja frente a un cocinero o vendedor humano. Mientras que las personas necesitan descansos y compaginar su vida laboral con su vida personal, los robots Sally de Chowbotics funcionan las 24 horas del día; sin descanso, sin interrupción. El único caso en el que las máquinas dejan de realizar sus funciones es si hay averías en el sistema de alimentación, y eso es poco probable para las unidades Sally destinadas a hospitales.
En efecto, el buen rendimiento que están percibiendo en Chowbotics se debe a los robots de cocina que funcionan como máquinas expendedoras de comida saludable en los hospitales. En primer lugar, en estas instalaciones la gente es más propensa a ingerir alimentos sanos. Esto se debe en parte a que la selección de alimentos existente en las plantas del hospital es reducida, pero también a que el consumidor está expuesto al resultado que a largo plazo una mala alimentación puede tener sobre el cuerpo humano: sistema inmunológico debilitado, obesidad, propensión a las enfermedades cardiacas, etc.
Por otro lado, en un hospital el trajín es continuo. Aunque es cierto que la imagen mental que impera al pensar en un centro de salud de estas características es la de espacios diáfanos dominados por el silencio, la realidad es que incluso dentro de esta calma autoimpuesta los médicos, especialistas, personal de enfermería, internos y enfermos van y vienen constantemente.
Así pues Sally, el híbrido entre robot de cocina y máquina de expendedora, está expuesto a un gran volumen de potenciales consumidores, que es lo que en definitiva ha llevado a Chowbotics directo al estrellato.
Las expectativas del fundador y director ejecutivo han sido superadas ampliamente. Para que el retorno de la inversión haga lógica la compra de una unidad Sally, los hospitales tienen que vender siete boles de ensalada cada día a través del dispositivo. Sekar expone el caso de la unidad Sally ubicada en Las Vegas, que está percibiendo una demanda de unos 120 boles cada día. En Luisiana las cosas no son muy diferentes, allí han instalado uno de los robots de cocina en el North Oaks Health Care Hospital, gracias a la innovación tecnológica ahora unas 60 o 70 personas tienen acceso a las sabrosas ensaladas de Sally mientras se encuentran en el edificio, y eso teniendo en cuenta que el autómata apenas lleva unas semanas en el lugar y no es bien conocido.
Para la aventura empresarial de Chowbotics, el hecho de que las cafeterías hospitalarias cierren en torno a las dos de la madrugada está siendo de gran ayuda. De esta manera, durante gran parte del día solo tienen que competir contra otras máquinas expendedoras, que de forma comparativa se ven mucho más anticuadas e invitan menos al consumo.
https://www.instagram.com/p/BwScPbMhQzI/
A causa del éxito inicial que están experimentando, el equipo de Sekar está evaluando las posibilidades de expansión geográfica. Los hospitales han pasado de ser una idea feliz a convertirse en el principal objetivo a la hora de escalar la operación de restauración de la compañía.
Cuando se pongan manos a la obra, en Chowbotics contarán con una ventaja adicional. Además del bajo nivel de competición que existe en el entorno, Sekar está recopilando un gran volumen de información sobre los hábitos y costumbres de consumo de su clientela potencial.
Esto lo han conseguido gracias a las capacidades IoT de Sally. Cada vez que un cliente decide tomar una ensalada y entra en el menú del robot de cocina para hacer su selección de ensalada, toda la información de la transacción se remite a las oficinas de Chowbotics para su almacenamiento y análisis en una base de macrodatos.
De esta manera se pueden inferir tendencias en las mejores recetas, la cantidad de ingredientes que hace falta reponer y con qué frecuencia debe ejecutarse esta tarea, cuándo se realizan las ventas, qué precios son más llamativos para la clientela y otros datos del estilo que ayudarán, sin duda alguna, a que Chowbotics realice mejores decisiones comerciales.
Pero lejos de ser su única estrategia, la empresa de Sekar ha decidido no apostar todo al mismo número. Diversificar es de sabios. De ahí que desde el año pasado se esté trabajando para que Sally trabaje con algo más que ensaladas. En estos precisos momentos las primeras versiones de Sally equipadas para preparar boles de comida india, mediterránea y latina están saliendo de fábrica. Con estos nuevos modelos se pretende alcanzar a un mayor número de comensales interesados en comer de forma saludable en cualquier momento del día, incluso cuando por circunstancias extraordinarias están desplazados fuera de su vivienda habitual.
Sally está cambiando el ambiente en los pasillos de los hospitales, y parece que lo seguirá haciendo en años venideros.