En el campo de la robótica para restauración, el número de soluciones continúa ascendiendo con un ritmo exacerbado. Las aplicaciones no son holísticas, por lo que son necesarias máquinas diferentes para cada aplicación. De esta manera en los últimos meses hemos asistido al nacimiento de robots camareros, brazos robóticos articulados que automatizan tareas en las cocinas, cobots y muchos otros autómatas cuyo objetivo primario es optimizar el tiempo empleado en las tareas a los que son asignados, y desempeñar estas de forma homogénea y sin errores.
Y pese a los esfuerzos de las compañías desarrolladoras para cubrir todos los frentes posibles, los estudios e informes publicados por grandes inversores apuntan a que la adopción de la tecnología en el mundo de la restauración es aún muy tímida y que muchos nichos aún no han sido atendidos. Así se destila por ejemplo del informe anual de ING dirigido a negocios de hostelería y restauración, por citar uno.
Si existe una excepción, esa es sin duda la de los robots de reparto. Aparte de tratarse de una innovación tecnológica en restaurantes que permite estos prescindir de los servicios de empresas de reparto a domicilio de comida de terceros, estos robots son también una baza ganadora de esas mismas compañías.
Son muchos los jugadores que intentan ganarse una buena posición en este mercado con un robot de reparto para cortos recorridos. FedEx tiene el suyo, Kiwi también desarrolló uno, Deliveroo ha trabajado ya con ellos, y ha habido pruebas piloto en la Universidad de Berkeley (California, EE. UU.). Ahora, PepsiCo y Robby Technlogies presentan su nuevo modelo: el Snackbot.
Aún en fase de pruebas, el Snackbot recorrerá las zonas ajardinadas, aceras y caminos de la Universidad del Pacífico. El campus de Stockon, también en California, verá transitar los robots rodantes durante los próximos meses, mientras se depura el software para que el funcionamiento de los mismos sea óptimo.
No hay duda de que los profesionales en robótica para restauración de Robby Technologies no tardarán en lograrlo. La compañía tiene una larga trayectoria en el desarrollo de autómatas aplicados en este sector económico. El modelo Robby que han adaptado a las necesidades de Hello Goodness (una empresa que pertenece a PepsiCo) es su mejor obra hasta el momento. Entre los puntos fuertes del robot de reparto figuran los siguientes:
- Autonomía y automatización a bajo coste
- Amplias opciones de personalización sobre el modelo básico
- Adaptable a las necesidades y circunstancias de operación de cada parte contratante
- Envolvente robusta y resistente
- Equipado con mecánica de alta fiabilidad
- Diseño orientado a usuario; intuitivo, ergonómico y fácil de usar
Además, exteriormente el Robby de PepsiCo recuerda a modelos previos cuyo correcto funcionamiento ya ha sido ampliamente testado. El Snackbot cuenta con una cámara delimitada por bordes suavizados que se abre por la parte superior. Esta se asienta sobre un chasis con tres ejes, donde se montan unas ruedas anchas que mantienen el punto de gravedad del robot de reparto pegado al suelo. Así se garantiza que la comida que se porta en la cámara no se vuelca en ningún momento.
Tecnológicamente, el Snackbot también es superior. Viene equipado con nuevos sensores que mejoran su capacidad para trazar recorridos y evitar obstáculos, tanto humanos como inertes.
De momento Hello Goodness empezará a usar los modelos adaptados de Robby a modo de máquinas dispensadoras itinerantes; atenderán los pedidos realizados por los estudiantes de la universidad que se realicen desde una app especial. Dentro de la cámara introducirán aperitivos y bebidas para saciar el hambre y la sed de los universitarios sumidos en sus tareas académicas. Para aprovecharse de las ventajas del Snackbot, los jóvenes tendrán que usar su terminal móvil y sus credenciales universitarias, por lo que de momento cualquier personal ajeno a la institución se queda sin servicio.
Solo los matriculados podrán acceder a productos como Starbucks Cold Brew, Baked Lay’s, Pure Leaf Tea, LIFEWRT, SunChips, Smartfood Delight y otros ítems existentes en el catálogo de Hello Goodness.
El plan de PepsiCo a corto plazo es revolucionar el picoteo dentro de las instituciones académicas. Los bares de instituto, cafeterías de universidades, así como las máquinas expendedoras instaladas en pasillos escolares podrían ver peligrar su permanencia en estos edificios en el futuro próximo.
Los planes del gigante de la alimentación pasan por llevar los terminales de pedido de Hello Goodness de las 50 ubicaciones con las que cuentan actualmente a las 50 000. Una cantidad nada desdeñable que representa un desafío considerable, incluso para una corporación del calibre de PepsiCo.
¿Será capaz el eterno rival de The CocaCola Company de instaurar el robot de reparto Snackbot a la escala deseada? Eso, solo el tiempo lo dirá…