El holding internacional con sede en Japón SoftBank Group Corp. se prepara para realizar una nueva inversión en el sector de la restauración. Después de que se rumorease su participación en Deliveroo (tesis apoyada por Business Insider) y de haber apoyado otra empresa emergente dedicada al reparto domiciliario de comida DoorDash, le llega el turno a Zume.
Para aquellos que todavía no hayan oído hablar de esta marca, Zume Pizza es una franquicia de pizzerías que aboga por el uso de la tecnología para restauración en todas las facetas que implica el negocio. Su presencia es especialmente patente en la costa este de EE. UU., concentrando el mayor número de establecimientos en el estado de California. No obstante ya comienza a disponer de locales en las mayores ciudades del país: Nueva York, Seattle, Greenwich…
Según trascendió en los medios de comunicación en agosto, las negociaciones con SoftBank se enmarcan en un intervalo económico que va desde los 500 a los 750 millones de dólares, Monto que serviría para desarrollar robots para pizzería, entre otras finalidades. Impera todavía el secretismo mientras se aclaran los términos y cláusulas que conlleve la inversión.
El uso de la robótica en la cocina de las pizzerías no es algo innovador. De hecho, la inversión que pretende realizar el grupo japonés se entiende como una última oportunidad para que Zume Pizza se ponga al día respecto a Domino’s, que es, de forma completamente innegable, el máximo innovador en tecnología para la restauración entre las franquicias de comida rápida.
La competición no es directa, en cualquier caso. Zume cuenta con unos camiones equipados con horno y cocina robotizada capaces de comenzar a trabajar al recibir la señal pertinente desde una aplicación en la nube. Este sistema es extremadamente eficiente en cuanto a costes y muy rápido en las entregas. Mientras la pizza se está cocinando esta ya va en camino a su destino.
Esta posición única como híbrido entre empresa dedicada al reparto domiciliario de comida y pizzería con horno propio e identidad diferenciada es la que puede favorecer que Zume Pizza consiga asegurarse un fragmento de este competitivo mercado tanto hoy como en el futuro y afianzarse como uno de los referentes en el mercado.
La inversión sería un colchón de seguridad para la marca pues le permitiría escalar sus operaciones sin rebasar el techo de gasto que les garantiza no entrar en quiebra. Actualmente solo tres de estos magníficos hornos sobre ruedas están en funcionamiento. Todos ellos discurren por las carreteras que rodean la sede central de Zume Pizza, ubicada en la ciudad californiana de Mountain View. Es necesaria una expansión rápida y la falta de capital es la única barrera que actualmente impide que se haya acometido tal campaña.
¿Qué hará finalmente SoftBank?
Participación de SoftBank Group Corp. en negocios de reparto domiciliario de comida y potencial de Zume Pizza en el sector
SoftBank Group Corp. ha recibido múltiples elogios de diversos analistas económicos por sus magníficas decisiones a la hora de invertir. Dado que hasta las previsiones más agoreras son optimistas respecto al crecimiento, impacto y alcance de los negocios de reparto domiciliario de comida a corto y medio plazo, la decisión del conglomerado de embarcarse en una nueva aventura empresarial no parece descabellada.
Además de las compañías citadas anteriormente, SoftBank disfruta de un 15% de las acciones de Uber, cuyo mayor activo ahora mismo es la línea de negocio enfocada al reparto de platos preparados a través de la marca comercial Uber EATS. Ola, Grab y Didi Chuxing también cuentan con la participación del Vision Fund de SoftBank, se tratan de compañías similares que operan en Asia.
Desde Bloomberg se exponía además que el holding entraría nuevamente en el mercado chino para hacerse con parte de Ele.me, la empresa de reparto propiedad de Alibaba Group Holding Ltd. y que supone la opción favorita para estos menesteres en el caso de millones de ciudadanos de China.
Existe en todo caso una clara diferencia entre todas estas decisiones y la que posiblemente esté a punto de tomarse: Zume Pizza es aún una empresa en su más temprana infancia, y su desarrollo podría desviarse en cualquier dirección, dando buenos o malos resultados sin que nadie pueda predecirlo realmente.
En todas estas inversiones existe riesgo inherente y SoftBank no es ajeno, ni mucho menos, a este hecho.
Lo único que es seguro en este preciso instante es que el crecimiento de Zume Pizza desde que apareciera en 2015 solo puede describirse como explosivo.
Inicialmente la pizzería cofundada por Julia Collins, jefa de operaciones para la marca caseológica artesanal Murray’s Cheese y para la pequeña cadena de restaurantes mexicanos Mexicue, y Alex Garden, expresidente de la empresa de desarrollo de entretenimiento digital Zynga Studios, pasó por una etapa taciturna de la que apenas queda constancia de nada; no obstante, en cuanto comenzaron a vender pasteles hechos empleando robótica en la cocina consiguieron subvencionar sus actividades a través de AME Cloud Ventures, el fondo de inversiones de Jerry Yang, fundador de Yahoo.
Desde entonces la escalada ha sido continua gracias a la aplicación de tecnología en la restauración, cada vez en más procesos, siempre con el claro objetivo de automatizar todas las tareas y alcanzar la máxima eficiencia posible en el horneado de pizzas. Pero sin perder el norte.
Julia y Alex no se han obcecado. No han tecnificado sus instalaciones más allá de lo estrictamente necesario.
Tampoco han querido perder el toque humano, aunque lo conserven simulando la aleatoriedad en la ejecución de las tareas inherente a las personas: durante una entrevista realizada al exdesarrollador en 2016, este confesaba que los robots de cocina estaban programados para «extender la salsa perfectamente, pero no de forma demasiado perfecta», haciendo alusión a las pequeñas imperfecciones introducidas por la mano artesana de un pizzero tradicional y que fomentan esa experiencia única que se disfruta al comer una pizza casera.
Si finalmente se llega a un acuerdo, Zume Pizza se podría ver beneficiado adicionalmente de su colaboración con los inversores nipones, ya que estos están involucrados en diversas iniciativas que versan sobre robótica en la cocina. Valga como ejemplo que el robot humanoide Pepper desarrollado por SoftBank Robotics (una adquisición realizada en 2012 y con origen en Francia) será utilizado en ciertos establecimientos de Pizza Hut Asia para tomar nota de los pedidos.