La alimentación de los hijos es uno de esos aspectos a los que, por norma general, se le suele dar mayor importancia. Además, cada vez se controlan más los contenidos nutricionales de todo aquello que comen, razón por la que algunos alimentos como las galletas o dulces han comenzado a pasar a un segundo plano.
Pero cuando salimos a comer fuera de casa con niños esto cambia. La mayoría de restaurantes cuentan con menús infantiles, los cuales suelen ser la principal apuesta de los padres por comodidad, precio, cantidad, etc. Sin embargo estos no siempre son la opción más saludable.
¿Qué se ofrece a los niños cuando salimos a comer fuera de casa?
Patatas, hamburguesas, rebozados y fritos son los principales ingredientes de cualquier menú para niños en un restaurante.
Tanto en las cadenas de restauración como en establecimientos particulares es habitual que dispongan de platos especialmente pensados para los más pequeños. Estos suelen estar formados por un primer plato, en el que con frecuencia se pueden encontrar algún tipo de pasta o frito, y un segundo plato, en el que se suele incluir alguna carne acompañada de patatas, aunque también es muy común encontrar fritos y rebozados, como el tradicional San Jacobo o los filetes empanados.
En cualquier caso las patatas fritas y la gran cantidad de calorías suelen ser apuestas fijas. Además, a ello hay añadir el refresco y postre azucarado que también suelen estar incluidos.
En definitiva, los menús infantiles se alejan radicalmente de lo que podríamos considerar una alimentación saludable. Muy al contrario, están repletos de calorías, grasas saturadas y azúcares.
Esto no es un problema que afecte únicamente a España. Hace ya cinco años las cadenas de restauración norteamericanas se sumaron a un proyecto con el que se comprometían a mejorar los valores nutricionales de su oferta para los más pequeños, pero lo cierto es que cinco años después, estas mejoras todavía no han llegado.
Según un estudio realizado por el T.H. Chan School of Public Health de la Universidad de Harvard, los restaurantes han introducido ciertas mejoras, como es la inclusión de algunos alimentos más sanos. Pero estas medidas son insignificantes, pues la cantidad de grasas saturadas, calorías, sodio y azúcares sigue siendo la misma. Un ejemplo muy ilustrativo sería como en algunos casos los refrescos han sido sustituidos por néctares, que tienen, al fin y al cabo, la misma cantidad de azúcar que los anteriores.
Estas razones han sido suficientes para que la prestigiosa universidad afirmara que no ha detectado una verdadera voluntad de mejorar la alimentación de los niños por parte de los restaurantes.
¿Qué deberían tomar los pequeños cuando comen en un restaurante?
El menú infantil es una opción sencilla y cómoda para los padres. Estos suelen ser atractivos para los niños, pues con frecuencia llevan consigo toda una estrategia de marketing, que puede incluir desde ilustraciones o pinturas para colorear hasta un juguete. El objetivo es mantener a los niños entretenidos mientras comen, además, son una apuesta segura con la que evitar el “no me gusta”.
Pero, frente a esta comodidad, surge el problema de los hábitos alimenticios. Está claro que los menús que actualmente sirven la mayoría de restaurantes para los niños, no se corresponden con lo que tendría que ser un plato saludable, como el que propone la misma Universidad de Harvard. Este estaría compuesto por medio plato de verduras y frutas, un cuarto de plato de cereales y otro cuarto de proteínas, algo que no respeta casi ninguna de las alternativas que tienen los más pequeños en cualquier restaurante actualmente.
Lo ideal sería, tal y como propone el estudio de la Universidad estadounidense, que las cadenas de restauración se comprometieran a trabajar de forma conjunta con las instituciones para mejorar de una vez este problema. Las verduras, el pescado, la fruta fresca y otros alimentos deberían ser los protagonistas, dejando de lado definitivamente los fritos y el azúcar.
Totalmente de acuerdo!. Acostumbrada a este tipo de menús infantiles en España, me sorprendió gratamente que, en Eurodisney, los menús infantiles siempre incluían algo de verdura o ensalada. No es que diga que la comida fuera magnífica, seguro que podía estar mejor elaborada y con ingredientes de más calidad, pero si que los platos de los niños incluyeran “verde”, algo que, aquí, rara vez sucede.
Hola Silvia! Muchas gracias por tu comentario, y lo cierto es que llevas toda la razón. Con artículos como este pretendemos pararnos un momento a reflexionar sobre lo que estamos comiendo cada día, porque muchas veces asumimos costumbres que no benefician, y como bien dices, en los menús de España hay poco verde, y mucha grasa, sal, etc… sobretodo para los más pequeños. Gran aportación Silvia, ¡seguimos leyéndonos!