Aumentar la eficiencia en los procesos que tienen lugar en el restaurante es uno de los principales cometidos de la tecnología. Junto con este objetivo, a menudo encontramos otras metas como la mejora de la experiencia de usuario o el incremento de los márgenes de beneficio.
Los kioscos de autopedido actúan de forma eficaz sobre los tiempos de espera y sobre la experiencia de usuario, por eso son un mobiliario muy preciado.
Aunque la inversión inicial a la que hay que hacer frente cuando se quiere instalar un kiosco de autopedido no es precisamente pequeña, el retorno de la inversión no tarda en alcanzarse, y a partir de ahí todo es ahorro, tanto en tiempo como en dinero. Y también en dramas; tiempos de espera menores evitan que surjan fricciones entre la clientela.
Los kioscos de autopedido se han extendido como la pólvora en las grandes operaciones de empresas del sector. En EE. UU., especialmente, los dispositivos que se instalaron hace años ya han comenzado a quedar desactualizados. Tanto es el avance que ha habido en este nicho tecnológico.
En España y otros países, todavía hay mucho espacio para la implantación de estos dispositivos. Así, como suele ser habitual en el sector de los restaurantes, los establecimientos estadounidenses son pioneros en la instalación de máquinas que van un paso más allá.
Durante 2019 hemos visto cómo aparecían modelos equipados con herramientas de reconocimiento facial e historiales de transacciones, capaces de ahorrar unos segundos en cada comanda al reconocer automáticamente a los clientes habituales y proponer de forma proactiva un menú ultrapersonalizado basando en sus preferencias personales.
Otros kioscos emplean una base de macrodatos de todos los usuarios que alguna vez han pasado por el local (o locales, cuando se habla de una cadena) y cruzan esos datos con información procedente de otras fuentes: situación del tráfico, tiempo atmosférico, eventos celebrados en la ciudad, etcétera. Con esta información se sugieren productos con una mayor probabilidad de adquisición por parte del cliente.
Otra novedad que ha llegado recientemente al mercado toma prestada tecnología de los asistentes virtuales. Los nuevos kioscos de autopedido no tienen nada que envidiar a las maravillas tecnológicas lanzadas por Google y Amazon. Gracias a su software son capaces de gestionar el pedido del usuario de forma conversacional, haciendo que los inconvenientes para el potencial consumidor sean mínimos.
Sensory Inc., una empresa emergente dedicada a integrar soluciones de inteligencia artificial en aparatos empresariales, es una de esas compañías con sede en Silicon Valley que trabajan para cambiar el panorama que se verá en los restaurantes y tiendas de alimentación del mañana.
Su modelo más reciente de kiosco de autopedido usa todas las herramientas existentes en el mercado para crear el modelo definitivo. Aunque todavía no ha salido de la alfa, el aparato cuenta con un sistema de interpretación de vídeo, capacidades biométricas, asistente virtual especializado y conexión a la nube y a la base de macrodatos de la compañía.
En cierta manera, la posibilidad de usar el kiosco como asistente virtual procede de una demanda de la población, que quiere interactuar con la tecnología de una forma más cómoda. Según uno de los máximos responsables de la empresa, la próxima revolución empresarial en el sector servicio podría materializarse en forma de una necesidad de distinguirse de la competencia a través de servicios conversacionales.
La tecnología de activación y control por voz abre la puerta a un nuevo mundo de posibilidades. Además de simplificar los pedidos y reducir nuevamente los tiempos de espera asociados al servicio, los restaurantes también serán capaces de recopilar información de vital importancia para el negocio.
Un ejemplo que Todd Mozer, director ejecutivo de la empresa de IA, expone se refiere a la posibilidad de interpretar la inflexión en el tono de los clientes para conocer cómo se está desarrollando su experiencia. De esta manera no hay que esperar a recibir reseñas negativas en internet para saber que algo marcha mal en el establecimiento, los problemas se pueden detectar antes y actuar sobre ellos para subsanarlos con la máxima celeridad y sin que haya posibilidad de que exista una degradación de la imagen de marca del negocio.
El kiosco de autopedido ya incluyen un módulo analítico, como no podría ser de otra forma. Esta unidad es el cerebro del aparato. Un cerebro potenciado por inteligencia artificial que permite al kiosco ofrecer productos de forma eficiente. Así, los propietarios de los restaurantes pueden aumentar la rentabilidad de su local al incrementar el importe de cada transacción, ya sea mediante precios dinámicos o incluyendo más ítems de lo habitual en cada comanda.
Hace unos días, conocimos un nuevo proyecto desarrollado por McDonald’s en España y que da un paso más en la evolución de este tipo de dispositivos, sacándolo del restaurante y poniéndolos a disposición del cliente en algunas de las principales calles de Madrid.
Se trata de unos mupis o carteles publicitarios que mediante la voz, el cliente puede solicitar comida a domicilio para entregar en un punto concreto, y todo se realiza desde la misma vía pública, de una manera rápida y sencilla.
El cliente solo tiene que acercarse y activar el sistema a través de la voz diciendo “McDonald’s“, elige la comida que desea y después de introducir sus datos se la envían a casa a través de Glovo. Según Natalia Echeverria, Directora de Marketing de McDonalds, y que además recogió en nombre de esta empresa el premio que entrega este periódico al The Best Digital Restaurants en la categoría de grupo o cadena en su última edición, comentó “Es aquí donde la tecnología, la facilidad de los pedidos por voz, la seguridad del contactless y nuestra marca se unen, somos pioneros en presentar esta tecnología en la calle”
McDonald’s están realizando inversiones muy importantes en empresas de tecnología especializadas en IA (Inteligencia Artificial) para mejorar el modo en el que operan estos dispositivos. El cambio está llegando, y los kioscos de autopedido inteligentes ya son una realidad.