00La estampa se repite a menudo. Decides con tus amigos pedir comida para reparto a domicilio, y se van quince minutos revisando todos los restaurantes que dan servicio en la zona. El fenómeno se llama parálisis de análisis. No solo sale a relucir cuando pedimos en Just Eat, Uber Eats o Glovo, también cuando queremos ver una película en Netflix, comprar ropa en una tienda o, en realidad, durante cualquier toma de decisiones en la que haya un gran abanico de opciones.
La parálisis de análisis es un sesgo cognitivo contra el que el e-commerce tiene que luchar a diario. Muchos negocios digitales limitan las variaciones disponibles para un producto en cuestión de forma que el proceso de compra por parte del usuario no se detenga en ningún momento. De este modo, logran minimizar que el comprador abandone su intención de compra.
Los restaurantes también pueden beneficiarse de esta filosofía. En lugar de extender la carta para ofrecer todo tipo de platos, es mejor seleccionar los que mayores márgenes de beneficio tienen o los más demandados. El minimalismo es un aliado en este caso. Así se logra optimizar el servicio entregado a los comensales, si no cerrando más transacciones, al menos acelerando la rotación de mesas, lo cual también se traduce en una mejora del rendimiento económico de local.
Ahora, el asistente virtual de Amazon, Alexa, lanza una nueva función para mitigar los efectos de la parálisis de análisis en el sector de la restauración. Se trata de What to Eat, una herramienta integrada en el chatbot por voz gracias a la cual el usuario podrá obtener recomendaciones ultrapersonalizadas sobre dónde comer o pedir comida. Inicialmente se ha lanzado en EE. UU., Reino Unido, Canadá y Alemania, pero se espera que en breve esté en la mayoría de los países.
What to Eat, lo más nuevo de Alexa
What to Eat es una de las nuevas funciones que han aparecido en el sistema en la última actualización. Esta se ha agrupado junto a otras mejoras de UX, herramientas y modificaciones para potenciar la calidad del producto. Inicialmente anunciada en septiembre, What to Eat ya es plenamente funcional. Si bien, todavía tiene un amplio recorrido por delante, ya que la selección de restaurantes que gestiona no es totalmente completa (esto es algo que los hosteleros pueden aprovechar a su favor, también es cierto).
De hecho, What to Eat ni siquiera es un extra independiente de Amazon Alexa, sino que forma parte de un segmento principal que se viene desarrollando desde principios de 2021: What’s for Dinner.
Mientras que What’s for Dinner se encargaba de recomendar a los usuarios recetas para que ellos mismos cocinasen, What to Eat pretende dar servicio a quienes no tienen ganas de pasar por los fogones y, por el contrario, prefieren salir a comer fuera o recibir en casa los platos listos para disfrutar.
En cualquier caso, el funcionamiento de ambas herramientas es muy similar. Haciendo uso de todos los datos del usuario, Alexa analiza las tendencias de consumo y los hábitos de la persona para realizar recomendaciones ultrapersonalizadas. Los principales datos que se toman en consideración son el historial de compras, la información del perfil del usuario (sexo biológico, edad, etc.) y las preferencias y restricciones establecidas por este.
«Alexa, ¿qué hay para comer?»
El comando para activar esta función es «Alexa, what should I eat?»; es decir, «Alexa, ¿qué hay para comer?». Cuando el usuario pronuncia estas palabras, el chatbot da recomendaciones de restaurantes, kits para cocinar, comida preparada y recetas. El usuario puede navegar por los menús haciendo las selecciones oportunas por voz.
Las posibilidades son prácticamente ilimitadas, pero para minimizar el impacto de la parálisis de análisis que comentábamos al inicio, las opciones de preferencias están distribuidas de forma experta. Así, quienes tengan alergias o preferencias dietéticas podrán elegir entre menús sin gluten, bajos en sodio, bajos en azúcar, bajos en hidratos de carbono, sin lactosa, sin marisco, veganos… El perfil dietético también permite elegir comida kosher, platos que observen las dietas cetogénicas o paleo, opciones vegetarianas y mucho más.
Todos los controles se manejan por voz, como es habitual con Alexa. De esta forma, mientras el usuario consulta con Alexa las opciones disponibles en restaurantes, puede colocar su pedido a través del ordenador o del móvil. Y si lo que prefiere es cocinar, entonces tendrá las manos libres para usar sartén y cuchillo. O puede esperar y utilizar la integración de Alexa para completar un pedido, todo depende de cuán bien se le dé el multitasking.
What to Eat para restaurants
Al activar la opción What to Eat de Alexa, una pantalla azul con un delantal de cocina ocupa la previsualización de la aplicación. Desde allí se pueden consultar los restaurantes colaboradores con este nuevo servicio. Al acceder a este apartado, una de las primeras opciones que aparecen es la de restaurantes cercanos. Si se selecciona, Alexa lista los restaurantes asociados que se encuentran en las proximidades. Luego, con unos simples filtros, se pueden cribar según sus características. ¿Tienen delivery? ¿Hay posibilidad de hacer reserva? ¿Se puede pedir para takeaway? Todas estas preguntas están cómodamente presentadas en opciones seleccionables por voz.
Amazon Alexa hegemoniza el mercado estadounidense de los asistentes virtuales con tecnología chatbot conversacional con reconocimiento del discurso hablado. Aunque este segmento de mercado apenas supone un 10 % de los pedidos a restaurantes allí, los negocios interesados en optimizar su servicio de cara a nuevas tecnologías acertarían al inscribirse en el programa What to Eat.
Los usuarios de estos dispositivos tienen un perfil joven con alto poder adquisitivo, un segmento cuya media de pedidos de comida para reparto de comida a domicilio se sitúa en torno a veinte encargos. Este volumen de negocio adicional podría ser una magnífico dinamizador para aquellos restaurantes que mejor comulguen con el público techie, millennial y generación Z.