Son muchas las personas aprehensivas que se sienten incomodadas por la falta de higiene en los restaurantes. Aunque se trata de una ocurrencia poco habitual, debido a la naturaleza humana basta un único impacto negativo para dejar una marca difícil de sanar.
Desde el punto de vista de estos comensales, y de la clientela general, las puntuaciones que ofrece Yelp en materia de sanidad en la restauración desde 2013 son de gran ayuda.
Hace un lustro que este sistema comenzó a funcionar en la afamada plataforma de reseñas para restaurantes. El conejillo de Indias fue San Francisco, primera ciudad en la que comenzó a aparecer la calificación ya mencionada. Desde entonces, la cobertura ha ido creciendo paso a paso, paulatinamente pero con ritmo más bien lento.
Hasta mediados de año, 200 000 negocios de al menos dos docenas de ciudades se habían incorporado al programa LIVE de Yelp (así se llama esta iniciativa para ofrecer información oficial sobre las inspecciones de sanidad realizadas en los restaurantes).
LIVE nace como un compromiso de Yelp con sus usuarios. Durante el comunicado de prensa emitido desde la compañía al trasladar la iniciativa al nivel nacional en EE. UU., se incidió sobre el valor aportado mediante la nota numérica: «Nuestra meta siempre ha sido darles a los consumidores tanta información como sea posible sobre los negocios locales. Sabemos a través de un estudio de la industria de la restauración de Los Ángeles que cuando los consumidores tienen acceso a las calificaciones en materia de higiene, el número de hospitalizaciones debidas a enfermedades de transmisión alimentaria bajan, y las buenas prácticas mejoran en toda la industria».
Y es que por increíble que parezca, establecimientos (o mejor dicho, antros) como los que figuran en los programas televisivos Pesadilla en la cocina, presentado por Alberto Chicote, y Ramsay’s Kitchen Nightmares, conducido por Gordon Ramsay, no son inauditos y mucho menos irreales. Ciertamente existen y los comensales desadvertidos pueden darse bruces con ellos, arriesgando su paladar y su salud en el proceso.
Teniendo esto en consideración no es de extrañar que el pasado 24 de julio Yelp llevase su programa un paso más allá e incorporase datos sobre inspecciones de sanidad de otros 750 000 establecimientos repartidos por todos los estados de EE. UU.
Funcionamiento de las calificaciones en materia de sanidad ofrecidas por LIVE de Yelp
Los datos que Yelp facilita a sus usuarios no estarían disponibles sin la colaboración de Health Department Inspection Scores, una entidad dedicada a recopilar y poner en valor la información pública disponible a través de las diferentes jurisdicciones presentes en los Estados Unidos. En total amasan seis millones de informes.
Aunque HDScores hace todo lo que está en su mano para facilitar la búsqueda y lectura de los informes de interés, gracias a la sinergia establecida con Yelp esto es aún más sencillo.
Los usuarios solo tienen que abrir la app móvil de Yelp, y dirigirse al restaurante sobre el que quieren realizar la consulta. Se ha dotado ahora a cada perfil de un espacio dedicado para albergar la calificación en materia de sanidad obtenida durante la última inspección oficial.
Los comensales ya no tienen de qué preocuparse. De un rápido vistazo pueden saber si están ante un local con estándares de higiene y limpieza por encima de la media, si van a un establecimiento con una pulcritud aceptable, o si por el contrario van derechos a una cochiquera (establo para criar cerdos).
Un estudio titulado «Digitizing Disclosure: The Case of Restaurant Hygiene Scores», publicado en Harvard Business School Negotiation, Organizations & Markets Unit Working Papers por Daisy Dai (Universidad de Lehigh) y Michael Luca (Escuela de Negocios de Harvard) pone de manifiesto que en el caso de restaurantes con malas calificaciones en materia de sanidad, cuando estos valores se exponen, derivan en una reducción del 12% de las reservas a través de plataformas digitales.
Pero el compromiso de Yelp con sus usuarios dista mucho de ofrecer una simple calificación. Al fin y al cabo un número no da mucha información acerca de la situación real de salubridad e higiene del restaurante. Por eso, desde la misma aplicación podemos acceder a mucha más información. Pulsando sobre la puntuación otorgada se nos redirige a una nueva página que lista y detalla las infracciones cometidas por el negocio y detectadas durante las inspecciones, descripciones de lo que entrañan estas infracciones, y las fechas en las que estas fueron corregidas.
Consecuencias de la publicación abierta de las inspecciones de sanidad realizadas a restaurantes
No hay duda de que las inspecciones de sanidad son necesarias, en caso de que no existieran habría restauradores que no tendrían miramientos a la hora de comprometer la salud de los comensales en lo que supondría un peligroso intento de reducir los costes de operación del local.
«Comer en un restaurante no debería entrañar ningún peligro en cuanto a seguridad alimentaria, pero esto no siempre es así», concluye Marion Nestle, profesora Paulette Goddard emérita de Nutrición, Estudios Alimentarios y Salud Pública de la Universidad de Nueva York.
Sin embargo no hay derecho al olvido en este sistema. Un restaurador que ha corregido los problemas de su negocio y que ha continuado ejerciendo su oficio de forma profesional por años, ve cómo estas notas públicas en Yelp menoscaban su reputación y reducen el volumen de ventas esperado.
Gwyneth Borden, directora de la Asociación de Restauración Golden Gate explica que las calificaciones percibidas por los restaurantes no son más que una instantánea de un momento preciso y no representan fehacientemente la trayectoria del local.
El problema se agrava cuando se tiene en consideración que el plazo de tiempo que puede pasar entre las inspecciones de sanidad en Estados Unidos puede dilatarse hasta dos años. Permanecer vinculado al informe emitido incluso cuando se han corregido las incidencias durante tanto tiempo es una penalización injusta a todas luces.
Andrew Rigie, de la Alienza Hostelera de la Ciudad de Nueva York coincide en que la «La seguridad alimentaria debe ser implementada en todo momento. Los clientes quieren saber si el lugar en el que están cenando es seguro. Pero los restaurantes están preocupados sobre las reseñas que reciben. Yelp está formando otro foro donde la gente puede hablar negativamente sobre los negocios».
El sistema no es infalible. Aunque sí ofrece información a los potenciales clientes sobre contaminaciones cruzadas, interrupciones de la cadena de frío, incorrecta manipulación de los ingredientes, pestes y plagas sufridas, problemas en el saneamiento y muchos otros datos de interés para el consumidor a los que rara vez se tiene acceso, los restaurantes se sienten olvidados y violentados.
Si Yelp no actúa, el descontento del sector con la plataforma de reseñas seguirá en aumento. Algo que tal vez no se puedan permitir después de los resultados obtenidos durante el último cuatrimestre de 2017, que ilustra que la compañía que no pasa por su momento más boyante.
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