Abrir un restaurante es un sueño que muchos emprendedores persiguen, visualizando colas interminables de clientes y platos que se convierten en sensaciones virales. Sin embargo, si tu objetivo final es amasar una gran fortuna y unirte al exclusivo club de multimillonarios del mundo, podrías reconsiderar esta estrategia. De acuerdo con Forbes, de los más de 2.700 multimillonarios que existen en el mundo, solo 11 deben su fortuna a la industria de los restaurantes. Esto significa que menos del 0.4% de los individuos más ricos del planeta han hecho sus fortunas sirviendo comida. Si bien la restauración es un sector lleno de creatividad, pasión y glamour culinario, los números revelan una realidad más cruda para aquellos que ven en este negocio una vía rápida hacia la riqueza.
Ravi Jaipura: La excepción a la regla
Encabezando la corta lista de multimillonarios del sector se encuentra Ravi Jaipura, con una impresionante fortuna de 16.7 mil millones de dólares. Jaipura no solo es un pionero en la industria de la comida rápida en India, sino que su éxito está vinculado a las franquicias de KFC, Pizza Hut y Costa Coffee. Bajo su liderazgo en Devyani International, una de las mayores empresas de comida rápida en India, ha transformado la experiencia culinaria de miles de consumidores, expandiendo las marcas globales en el competitivo mercado indio.
Sin embargo, el caso de Jaipura es una excepción notable en un panorama donde los márgenes de ganancia suelen ser pequeños y el riesgo considerablemente alto. Es evidente que para llegar a amasar una fortuna de más de 16 mil millones de dólares en la industria de los restaurantes, no solo es necesaria una visión empresarial sólida, sino también la capacidad de gestionar y expandir grandes franquicias internacionales en mercados emergentes, donde la competencia y la demanda crecen a pasos agigantados.
La herencia: El verdadero atajo hacia la fortuna
Más allá de Jaipura, cuando observamos a los otros multimillonarios de la lista, notamos un patrón común: la mayoría no construyó sus fortunas desde cero. En lugar de eso, han heredado negocios familiares que ya habían alcanzado un éxito considerable antes de su llegada. Un ejemplo claro de esto son los herederos de Chick-fil-A, una cadena de comida rápida con sede en los Estados Unidos, que ha dominado el mercado de las hamburguesas de pollo. Dan Cathy, su hermano Bubba Cathy y su hermana Trudy Cathy White son la segunda generación al mando de un imperio que comenzó con su padre, Truett Cathy.
Con una fortuna compartida de 10.6 mil millones de dólares cada uno, los hermanos Cathy han sabido mantener la tradición familiar y, a la vez, expandir el negocio a niveles sin precedentes. Chick-fil-A, conocida por su enfoque en el servicio al cliente y su política de cerrar los domingos por motivos religiosos, se ha convertido en un gigante de la industria. Aun así, es evidente que su éxito está fuertemente vinculado a las bases que sentó su padre.
Del mismo modo, Elisabeth DeLuca, viuda del fundador de Subway, Fred DeLuca, ha heredado un negocio que, aunque ha tenido altibajos en los últimos años, sigue siendo una de las cadenas de comida rápida más grandes del mundo. Con una fortuna de 8.6 mil millones de dólares, DeLuca demuestra que en la industria de los restaurantes, ser parte de una dinastía familiar parece ser el verdadero atajo hacia la riqueza.
El papel de las generaciones en las grandes fortunas
Es notable cómo el liderazgo familiar en el mundo de los restaurantes sigue siendo una constante en muchas de las grandes cadenas. Un caso interesante es el de Lynsi Snyder, actual presidenta de In-N-Out, quien con tan solo 42 años ya cuenta con una fortuna de 7.3 mil millones de dólares. In-N-Out es conocida no solo por su calidad y consistencia, sino también por la devoción de sus clientes, muchos de los cuales son fieles seguidores de la cadena por generaciones.
Snyder es la nieta de los fundadores de In-N-Out y asumió la dirección de la empresa en 2010, después de la muerte de su padre. En un mundo empresarial cada vez más corporativizado, Snyder ha mantenido el control total de la compañía, asegurando que se mantenga fiel a sus raíces y a los principios fundacionales de su familia. Esto subraya un punto importante: muchas de las fortunas en el mundo de los restaurantes están asociadas no solo con la creación de imperios gastronómicos, sino con la capacidad de preservar y expandir esos negocios a lo largo de generaciones.
Los nuevos jugadores: Todd Graves y Zhang Yong
A pesar de que las historias de éxito familiar dominan esta lista, hay algunos casos que muestran que es posible abrirse camino sin una herencia. Todd Graves, fundador de Raising Cane’s, ha construido un imperio de 9.5 mil millones de dólares basado en una propuesta relativamente simple: el pollo frito. Raising Cane’s ha experimentado un crecimiento explosivo desde su creación en 1996, y el enfoque de Graves en una oferta limitada pero de alta calidad ha resonado entre los consumidores.
Por otro lado, tenemos a Zhang Yong, quien lidera el conglomerado asiático de hotpot Haidilao. Con un patrimonio neto de 6.3 mil millones de dólares, Zhang ha revolucionado el concepto de hotpot en China, convirtiendo lo que solía ser una experiencia tradicional y doméstica en una franquicia global de éxito. Aunque es un ejemplo más de un empresario que ha logrado el éxito por mérito propio, su caso también destaca la importancia de entender las tendencias del mercado y adaptarse a las preferencias de los consumidores en constante cambio.
¿Vale la pena el riesgo?
A primera vista, la industria de los restaurantes puede parecer un sector lleno de oportunidades. La posibilidad de abrir un negocio que combine pasión por la comida con habilidades empresariales es algo que muchos encuentran atractivo. Sin embargo, las cifras no mienten: el camino hacia la riqueza en este sector es extremadamente desafiante. Mientras que los márgenes de ganancia en la industria de los restaurantes tienden a ser pequeños, los costos operativos son altos y el nivel de competencia feroz.
Además, abrir un restaurante no garantiza el éxito. Los consumidores son cada vez más exigentes, y las tendencias alimentarias cambian rápidamente, lo que obliga a los empresarios a reinventarse constantemente. La pandemia de COVID-19 afectó profundamente a la industria de los restaurantes, obligando a muchos establecimientos a cerrar permanentemente. Aquellos que sobrevivieron lo hicieron porque pudieron adaptarse rápidamente a modelos de negocio más flexibles, como las cocinas virtuales y el servicio de entrega a domicilio. Sin embargo, esto no fue suficiente para evitar que muchos restaurantes, incluso cadenas establecidas, enfrentaran grandes pérdidas.
Por lo tanto, si tu objetivo es convertirte en multimillonario, probablemente te convenga explorar otros sectores. Industrias como la tecnología, las finanzas o el entretenimiento han demostrado ser caminos más seguros y lucrativos para aquellos que buscan ingresar al club de los más ricos. Y, si aún te apasiona el mundo de la gastronomía, siempre puedes abrir un restaurante como una forma de expresión creativa y personal, pero sin poner todas tus expectativas de riqueza en ese proyecto.
¿Por qué solo unos pocos logran ser multimillonarios?
En resumen, las historias de éxito en la industria de los restaurantes son la excepción más que la norma. A menos que formes parte de una familia que ya tenga un imperio culinario establecido, las probabilidades de que tu restaurante te convierta en multimillonario son mínimas. Si bien la pasión, la innovación y la dedicación son esenciales para triunfar en este sector, los números muestran que el camino hacia la riqueza es considerablemente más empinado aquí que en otros sectores.
Al final del día, aunque el mundo de los restaurantes pueda parecer glamoroso y platos perfectamente presentados, los márgenes siguen siendo pequeños, y el riesgo, alto. Así que, si lo que quieres es estar en la lista de los más ricos, mejor invierte en otro sector o, quién sabe, cásate con un Cathy 😉
Te comparto la lista de Forbes donde aparecen los propietarios de restaurantes:
