Hay pocas cosas que un buen plato de comida en una mesa no pueda lograr. Sin duda, esta es la premisa que llevan por bandera los dueños del Hummus Bar, un restaurante israelí que ha decidido reunir a israelíes y palestinos a golpe de cenas con descuento.
En concreto, el negocio se encuentra en el M Mall de Kfar Vitkin, un pequeño pueblo a hora y media al norte de la capital israelí, Tel Aviv, y allí no hay religiones ni guerras que valgan. Tampoco hay disputas por quién inventó la receta del hummus, solo existe una firme intención: la de poner fin al odio y dejar hueco a la paz.
El conflicto entre Israel y Palestina deja ya miles de muertos, familias sin hogar y territorios completamente desolados por la guerra, algo que por supuesto, la mayor parte de la población civil de ambos estados rechaza rotundamente. Entre ellos, los propietarios del Hummus Bar, quienes se han propuesto terminar con la lucha de una forma muy especial. ¿Que cómo lo hacen? Muy sencillo: con comida de por medio. En el Hummus Bar se ofrece un jugoso descuento, ni más ni menos que de un 50 por ciento, para aquellos árabes y judíos que se sienten juntos a comer o cenar.
La propuesta de este local surgió tras una explosión de violencia que acabó con la vida de más de cuarenta palestinos y ocho judíos y agravó en número los ataques entre ambos bandos. Una situación insostenible que despertó la solidaridad de los propietarios del negocio.
Descuentos en un restaurante que une a israelíes y palestinos
«¿Te dan miedo los árabes? ¿Te dan miedo los judíos? Con nosotros no hay árabes ni judíos. ¡Con nosotros hay gente! ¡Y hummus, y falafel! Oferta especial: 50% de descuento en las mesas en las que árabes y judíos se sienten juntos».
Así lo anunciaban en su propia página de Facebook con esta publicación -en el mensaje original escrito en hebreo- que ya supera los 8.000 ‘likes’, el millar de comentarios y que ha sido 2.000 veces compartido. E incluso, se animan a sobrepasar estas dos religiones e incluyen en el plan a cualquier otra que busque la unión y la convivencia en estos difíciles momentos de violencia. Lo añadían para cerrar este post: “¡Excelente hummus árabe! ¡Y gran falafel judío! Y una recarga gratis por cada porción de hummus, si eres árabe, judía, cristiana, hindú, etc.”.
Hummus, el plato del restaurante que une a árabes y judíos
Pero la cosa no se queda únicamente en las redes sociales, donde la iniciativa ha tenido una gran repercusión. Según el gerente del restaurante, Kobi Tzafrir, en declaraciones al diario Times of Israel, la respuesta ha sido positiva en ambos bandos y ya ha habido gente que se ha acercado al restaurante no solo para disfrutar de la oferta, sino también para felicitarles por la idea.
No hay más que visitar la mencionada página de Facebook para ver imágenes de los visitantes que van pasando por sus máximas para vivir esta experiencia. “Si hay algo que puede reunir a estos pueblos, eso es el hummus”, afirma Tzafrir con plena confianza en la mejoría de la situación que cada día viven miles de ciudadanos a los dos lados de la franja de Gaza.
En un principio, la oferta iba a estar limitada a ciertos días de la semana, de jueves a domingo, pero la buena acogida que ha tenido la idea ha hecho que sus dueños se replanteen ampliarlo a todos los días y “tal vez para siempre”, asegura Tzafrir.
El restaurante en cuestión ofrece comida típica de la zona, de estilo kosher, un tipo de cocina judía que se basa en los preceptos bíblicos del Levítico. Entre los platos que se sirven encontramos fundamentalmente la mencionada pasta de garbanzos y el falafel, en diversas variantes.
La noticia de este acto de solidaridad ha dado la vuelta al mundo y multitud de medios de comunicación a nivel mundial se han hecho eco de la noticia. Por ejemplo, diarios británicos como el Daily Mail o The Telegraph, el norteamericano Washington Post, los españoles ABC o 20minutos, e incluso, la televisión árabe Aljazeera se han fijado en la iniciativa del Hummus Bar.
Son acciones y detalles como este los que hacen grande al ser humano. Y es que pocas cosas hay más universales que la gastronomía. Aprendamos a disfrutarla, compartirla y hacer que con ella que el mundo sea un lugar un poco más feliz.