De sobra es sabido que a los españoles nos gustan los bares o que los españoles gustamos a los bares, se trata de una relación de amor mutuo.
En enero de 2015, la publicación Esquire se hacía eco de un estudio en el que se afirmaba que en España hay un bar por cada 169 habitantes. En Mogán, Las Plamas, la media se dispara, hay censadas más de 23.000 personas y hay 547 locales, lo que implica que la media sea de un bar por cada 43 habitantes.
Aunque la crisis haya causado estragos provocando que muchos bares tuvieran que bajar su persiana para no levantarla (concretamente 70.000 locales), España sigue siendo el país con más bares por habitante de la Unión Europea. Además, el sector hostelero representa el 7.4% del Producto Interior Bruto.
El dato impresiona más si comparamos el número de bares de Andalucía con el de otros países de Europa. En esta comunidad autónoma hay tantos bares como en Dinamarca, Irlanda, Finlandia o Noruega juntas. Los más de 47.000 establecimientos que existen en Andalucía representan el 17% del total de España.
El bar, el lugar preferido para comer fuera de casa por los españoles
Entre 23 de febrero y el 13 de marzo de 2015, la compañía global de gestión de información Nielsen realizó un estudio sobre los hábitos de los españoles a la hora de comer fuera de casa.
Nuestro ADN social se impuso en los resultados. Más de la mitad de los españoles prefiere el bar para comer fuera de casa. Y es que en España una comida se entiende como un momento para relacionarse, ya sea mientras se come fuera de casa o para hacerlo en el hogar al regresar de clase o del trabajo. El 59% se reúne en familia en torno a la mesa para cenar, según el informe “El estilo de vida de los españoles”, elaborado por la consultora Nielsen. Según este mismo informe, el 56% de los españoles opta por el bar para comer fuera de casa.
El día de un español avanza según la actividad que realicemos en un bar, desayunar, almorzar, tomar el vermú, tapear o comer, tomar café o el té, merendar o cenar, volver a tomar café o té, pedirse una copa; que puede acabar ahí o en un ir y venir de copas y chupitos.
Comer y beber para los españoles se convierten en acciones sociales y los bares tienen que saber aprovecharlo y tienen que adaptar su oferta a la demanda. Porque este gasto que los españoles realizamos en los bares no es solo cultura typical spanish, en 2015 los consumidores americanos gastaron más dinero en los restaurantes y bares que en los supermercados, según las cifras publicadas por el Departamento de Comercio de U.S.
Tapear, ADN español
No hay verbo más patrio que el de tapear: tomar tapas en bares y tabernas. Es decir, tomar una pequeña porción de algún alimento que se sirve como acompañamiento de una bebida.
Hay que aprender a explicarlo porque, por ejemplo, no tiene traducción literal ni en inglés, ni francés. Salir a tomar algo un domingo por la mañana y llegar comido a casa gracias a esas tapas de acompañamiento o a esos pinchos con tan buena pinta que no puedes obviar pedir. Quedar con un amigo para comer de pinchos o tapas es una opción más y parece ser la preferida de los españoles.
Entendemos que cuando los españoles dicen preferir la barra de un bar para comer, no se refieren a un taburete y un menú de cinco platos sobre una barra sino a comer a base de tapas o pinchos. Debido a esto, a su gran popularidad, ofrecer tapas en un restaurante puede ser un aliciente que anime a los clientes a acercarse.
La cultura del tapeo gana al fast food
Las tapas forman parte de la cultura gastronómica española. Una de las teorías sobre el origen de esta tradición es que fue el rey Alfonso X El Sabio el que dispuso que en los mesones castellanos no se sirviese vino si no era acompañado de algo de comida, así se evitaba que el vino subiese rápido.
En el caso de los bares, ningún europeo acude tanto a ellos como los españoles. Los que más se acercan son los lituanos, los griegos, los británicos y los irlandeses, con algo más del 40%. De hecho, la media Europea de personas que habitualmente prefieren un bar para almorzar cuando están fuera de casa es de apenas del 23%, según este mismo estudio.
Aún siendo España un país de bares, también hay sitio para los restaurantes. En este sentido, los españoles siguen siendo tradicionales, un 54% prefieren la mesa y el mantel a la comida rápida (43%), por ejemplo. En el caso de esta última opción, más del 55% de los finlandeses y de los serbios suele escoger la opción del fast food, los que más de Europa.
En cuarto puesto dentro de las preferencias a la hora de comer, los españoles se decantan por los puestos de las grandes superficies comerciales, mientras que los puestos callejeros, en nuestro país, solo tienen un 3% de adeptos, situados en penúltimo lugar junto al 2% del vending. En quinto lugar, con un 13% están los lugares de recreo, y con un 8% las cafeterías de las escuelas.
La tendencia más desarrollada en Europa que en España es la de comer en la calle. Aquí es más difícil encontrar a alguien tomando un almuerzo en un puesto callejero. Esto se debe, sobre todo, a las restricciones legales de nuestro país. En países como Alemania, Hungría, Ucrania o Rusia esta tendencia supera el 20%, muy lejos del 3% español. Aunque las food trucks se están abriendo un hueco muy importante en las calles españolas y reivindican su sitio con fuerza, clase y estilo único.
Únete a la tendencia del tapeo
Este estudio de Nielsen nos esclarece las tendencias y preferencias de los españoles a la hora de comer. El propietario de cualquier establecimiento, bar, cafetería o restaurante y, cada vez más, tapería, debería aprovechar estos datos y sumarse a la tendencia.
Si tienes un bar, podrías ofrecer una variada y atractiva oferta de tapas para que tus clientes una vez dentro del establecimiento, se planteen tomar tres o cuatro, a un precio razonable, y ‘darse por comidos’. Si tienes un restaurante, además del menú de mesa y mantel, podrías dar la opción de una comida más rápida e informal a base de tapas. Elabora una carta atractiva, con una oferta que puedas gestionar y únete a esta tendencia.