Atraer nuevos clientes con el reclamo de un café artesano recién hecho es una nueva estrategia de marketing y fidelización de la conocida marca de hamburgueserías Burger King.
Aunque el mercado del café no pasa por el mejor momento tal y como se destila de los últimos informes económicos de Starbucks en EE. UU., la realidad es que tomar un café recién hecho es casi un ritual mañanero en las vidas de los estadounidenses.
Con la nueva medida que ha entrado en efecto de forma inmediata en casi todos los restaurantes de Burger King en Estados Unidos, los comensales podrán acceder a una suscripción al restaurante por cinco dólares. Los únicos que no se han asociado a la iniciativa son los ubicados en los estados de Alaska y Hawái. Tampoco se pueden beneficiar de la promoción los ciudadanos estadounidenses residentes en los territorios no incorporados de Puerto Rico.
¿Qué trae consigo esta suscripción? Al pagar los cinco dólares se obtiene el derecho a consumir café de forma gratuita en los establecimientos de Burger King. No es una oferta para el consumo ilimitado, el usuario puedo acercarse a su local más cercano una vez al día para sacar el máximo provecho a la oferta.
Tampoco se puede consumir cualquier café. Las versiones heladas, los frappés y otras especialidades no está disponibles a través de este sistema. Quien vaya con intención de degustar alguno de los productos con cafeína más lujosos de Burger King se decepcionará al recibir un vaso pequeño de café normal, que es lo que en realidad aporta la suscripción al restaurante.
Lejos de las limitaciones, lógicas dicho sea de paso, con las que viene acompañada la promoción, la realidad es que el sistema aporta un gran valor al consumidor de café habitual. Por un lado se está degustando una infusión de calidad realizada con grano Café Arabica, considerado por muchos como el mejor grano en el segmento comercial. Por otro lado, en algunos meses la cantidad de cafés concedidos asciende a 31 (recordemos, uno al día).
Incluso aquellos trabajadores que usen las máquinas expendedoras de café instaladas en sus lugares de trabajo para despejarse a primera hora de la mañana pueden ahorrar una cantidad sustancial de dinero si se decantan por Burger King. Si consideramos que las máquinas más baratas realizan la operación por un cuarto de dólar, se evidencia que el suscriptor ahorra casi tres dólares cada mes contando con el servicio de la hamburguesería.
Por supuesto, no hay punto de comparación entre un café expendido automáticamente por una de estas máquinas y la alta calidad del producto de Burger King. De igual modo, hay que recordar que las cafeteras automáticas no siempre son tan baratas, a 50 centavos el ahorro se sitúa en torno a los diez dólares mensuales, y si se alcanza el dólar por el café, entonces estaríamos hablando de unos 25. De aquellos que se puedan desvincular de Starbucks gracias a la oferta, ya no hablamos, pues el ahorro que percibirán es a todas luces muy evidente.
Esta es la zanahoria en el palo que propone Burger King. Los usuarios interesados pueden hacer pleno uso de las ventajas que conlleva la suscripción al restaurante gracias a la app móvil BK que integra todos los servicios digitales, así como programas de recompensas y fidelización de clientela, con los que cuenta la cadena de hamburgueserías.
Según Chris Finazzo, director ejecutivo de de Burger King en Norteamérica, la tecnología es importante en el escenario actual de la restauración organizada: «Continuamos poniendo en valor la tecnología para mejorar la experiencia de usuario en nuestros restaurantes. Estamos orgullosos de lanzar nuestro propio servicio de suscripción donde los comensales pueden disfrutar ahora de una taza caliente de café cada día por solo cinco dólares al mes», comentaba. Por su parte, el director ejecutivo del holding de restauración Restaurant Brands International, Jose Cil, compartía para el noticiario CNBC que consideraron que las suscripciones serían una buena forma de atraer a la gente y lograr que entraran en los locales, al mismo tiempo que se crean expectativas y revuelo en torno a Burger King.
El sistema de suscripción de Burger King no es un servicio que haya aparecido por casualidad. Desde que la noticia se hiciera pública a mediados de marzo del presente año, muchos analistas han comentado al respecto. La estrategia de la marca de hamburgueserías parece responder principalmente a dos intereses.
Por un lado se tiene el auge de los programas de fidelización de clientela. Starbucks es el ejemplo clásico al hablar de la nueva era de los programas de recompensas. Tras la aparición de su nueva aplicación digital no ha dejado de recibir elogios por los buenos resultados obtenidos. Este modelo está siendo copiado por los jugadores más importantes del mundo de la restauración organizada, pero también por algunas empresas menores que han conseguido adaptarse a las nuevas demandas del público, como pueda ser el caso de la pequeña cadena de restaurantes italianos Fazoli’s. Para ser capaces de degustar el café de Burger King a un precio de risa, los interesados tienen que descargar la app móvil de la compañía, desde la cual luego reciben notificaciones y son invitados a emplear los servicios de pedido online.
Por otra parte, Burger King quiere entrar el juego de los desayunos, un servicio habitual en muchos restaurantes, pero que generalmente no está asociado con los establecimientos dedicados a la comida rápida. Ya hemos sido testigos de los esfuerzos de Dunkin’ Donuts por diversificar su negocio ofreciendo bebidas durante las primeras horas del día, y McDonald’s lleva varios años ofreciendo desayunos en un amplio espectro horario, iniciativa que ha paliado resultados económicos potencialmente decepcionantes durante varios trimestres seguidos. La suscripción de Burger King tiene este mismo objetivo, diversificar la cartera de clientes ofreciendo un producto en el que pueden dar servicio con excelencia, pero con el que generalmente no se les asocia.
Sin duda Burger King percibirá un aumento en el caudal de comensales que acceden sus locales. Lo único que se echa en falta en esta suscripción es que hubiese un nivel superior que incluyese servicio de reparto.
