Si en 2018 la comida a domicilio llega a nuestras puertas en manos de un repartidor, en 2021 podría hacerlo a través de nuestras ventanas, encapsulada en pequeños envases de cerámica dotados de paracaídas.
Durante el XXXIX Aniversario del Cohete Ariane celebrado en el cosmódromo Guiana Space Centre de Kourou (Guayana Francesa), Elon Musk, director general de SpaceX y creador de Tesla Motors, accedió a dar una conferencia sobre el estado de la misión que llevará al hombre a Marte en 2023.
Entre las sorpresas que deparó la reunión de científicos e ingenieros, llamó la atención los planes de Elon Musk para crear un almacén de distribución comercial en órbita que permita el envío de productos con gran demanda a cualquier parte de nuestro planeta en menos de una hora.
La estructura es un paso previo a la colonización de Marte: «Una vez allí no habrá segundas oportunidades. Es necesario llevar todo el trabajo hecho de casa, y de ahí que este proyecto piloto tenga sentido. Podremos detectar problemas de antemano en un entorno que conocemos bien, actuar sobre los mismos y ofrecer un sistema completamente funcional una vez nos enfrentemos a la falta de infraestructura del planeta de destino», elaboró Musk.
Musk amasa una enorme cantidad de seguidores en sus redes sociales. Su ambicioso plan de hacer que el hombre llegue al planeta vecino ha suscitado gran fascinación entre los internautas, que ven en esta misión un fin más allá del puramente económico o empresarial. De esta forma la iniciativa ya ha sido celebrada por los fans.
No obstante, Musk juega en la misma liga que todas las demás grandes compañías del mundo por lo que para alcanzar sus objetivos se ve obligado a avanzar con una hoja de ruta que, en ocasiones, se aleja de la meta inicial.
En este caso, para garantizar un avituallamiento libre de errores en Marte, Elon Musk planea hacerle la competencia a Amazon y a Alibaba, que ejercen en este momento su hegemonía en las operaciones retail en la Tierra.
Pero esto es solo el principio. Según se vayan ampliando los módulos de la futura Estación Espacial Comercial (o CSS, así se ha convenido en llamar a la plataforma en órbita desde la que se lanzarán los encapsulados), se prevé aumentar el número de artículos disponibles con envío global a casi una centena.
Lo que resulta de especial interés para los restauradores es la línea de negocio destinada a gastronomía. Aunque esta solo entrará en funcionamiento a finales de 2021, ya hay algunas grandes marcas del sector de la comida rápida que se han interesado.
Steve Easterbrook, director ejecutivo de McDonald’s, ofrecía su perspectiva sobre la tecnología: «Estas cápsulas de cerámica nos ofrecen una oportunidad única para enviar pedidos familiares a cualquier parte del mundo. Dentro del cilindro las hamburguesas irán apiladas como patatas Pringles en su tubo».
Además, añadió que tienen planes para crear una nueva hamburguesa, la McSpace, que solo estaría disponible a través de la CSS y que prescindiría del filete de hamburguesa vacuno para emplear «verdaderos ingredientes usados por los astronautas, como pastas liofilizadas y bacon rehidratable».
Desde Domino’s también se han pronunciado: «Para adaptarnos a la cápsula cerámica tenemos que evolucionar el formato tradicional de la pizza. Estamos trabajando para desarrollar una nueva versión enrollada, que se introduciría en el contenedor como un papiro en un estuche».
Algunos críticos se han apresurado a calificar el proyecto de sinsentido, indicando que la comida se enfriaría en el viaje de una hora. Sin embargo, esto no es cierto.
La patente de la cápsula cerámica hace hincapié en el excelente aislamiento térmico del materia cerámico de última generación empleado. Además, todos los alimentos recibirán un golpe de calor antes de ser recibidos gracias a la reentrada en la atmósfera. «Lo tenemos todo pensado», sentenciaba Musk en un tweet.
La confirmación de que los alimentos llegarán calientes ha sido el último empujón que ha necesitado Starbucks para sumarse a la ola de anticipación: «Gracias a este sistema llegaremos a todos los amantes de café del mundo sin necesidad de abrir un millón de establecimientos más».
Solo quedan tres años para que las cápsulas de paquetería y reparto domiciliario de comida crucen el horizonte como estrellas fugaces.
Mientras tanto, la próxima vez que alcemos la mirada al cielo pensaremos en qué bonito sería todo esto si no fuera una broma por el Día de los Santos Inocentes. 😉
delivery intergaláctico!! os habeis pasado! esta inocentada es dificil de digerir!!
jeje…gracias!