El éxito de la tecnología blockchain ha propiciado la aparición de una y mil aplicaciones de mayor o menor interés. Dentro del mundo de las criptodivisas y tecnologías asociadas, una de las que está causando furor en la actualidad son los NFT (non-fungible tokens), pruebas de propiedad de bienes digitales que funcionan de modo similar al que lo haría un contrato, solo que de forma completamente digital gracias a las prestaciones de las cadenas de bloques.
Aunque no faltan detractores de los NFT, en concreto aquellos que piensan que son una burbuja que se desinflará en poco tiempo, los que dicen que sirven para blanquear dinero (como asegura el youtuber sumsub) y quienes no ven más que un timo del estilo pump & dump, la realidad es que los NFT están atrayendo el interés de inversores tan variopintos como Elon Musk, Mark Cuban e incluso Ryan Cohen de GameStop. Los artistas encuentran en este nicho un nuevo mercado, como en el caso del ya millonario Beeple, y los compradores un bien con el que especular.
La restauración organizada no es ajena al mundo de los NFT, por eso ya hemos visto apuestas dentro de este campo por marcas como Domino’s, Taco Bell o Buger King con su campaña Keep It Real Meals. Incluso McDonald’s, el líder del sector y protagonista de este artículo, ha desarrollado ya sus primeras pruebas.
McDonald’s y los NFT
El cuadragésimo aniversario de la McRib marcará no la primera, sino la tercera vez que McDonald’s se adentra en el mundo de los vales no fungibles.
La primera ocasión tuvo lugar hace ya meses. En abril de 2021, la cadena de hamburgueserías sacó a concurso diez NFT exclusivos en los que se ilustraban algunos de los productos de su carta, como el BigMac o el McFlurry. El sorteo se realizó en dos tandas y los ganadores fueron anunciados a través de las cuentas de Twitter e Instagram de McDonald’s en Francia, pues la promoción tuvo lugar allí.
No hemos tardado en pasar de Occidente a Oriente, ya que la siguiente toma de contacto con los NFT por parte de McDonald’s se ha celebrado muy recientemente en China. Con motivo de su trigésimo primer aniversario en el país, la marca lanzó 188 NFT. La colección, denominada BigMac Rubik’s Cube se entregaron a empleados y clientes chinos el pasado ocho de octubre.
El desarrollo de estos últimos NFT se hizo sobre la cadena pública Conflux y fueron creados por una compañía especializada en el desarrollo de activos digitales, Cocafe.
Finalmente, McDonald’s anunció que acuñaría un nuevo NFT con diez copias disponibles. Dentro del evento Sweeptakes y como parte del cuadragésimo aniversario de la inclusión de la McRib en el menú de la compañía, la cadena sorteó el McRib NFT entre los empleados mayores de edad de la cadena en EE. UU., aunque también pudieron participar los familiares directos y quienes residían en el mismo domicilio.
El NFT representa una carta coleccionable con dorso y bordes dorados. El verso muestra una cuidada foto de la McRib con un texto que indica que este coleccionable es de edición limitada. La carta digital rota flotando sobre un pedestal cilíndrico con tenue iluminación basal. Todo ello situado en un corredor infinito donde el oro, el metal y la iluminación amarillenta sigue siendo un tema recurrente. Sin duda, un buen trabajo de los responsables de esta creación.
Los ganadores recibieron su premio el 12 de noviembre, un día después de conocerse quiénes serían los afortunados que disfrutarían de tener este coleccionable en propiedad.
i present to u the most important NFT. RT for a chance to win one of ten exclusive #McRibNFT
no purch. nec. 50 U.S./DC, 18+ only. winners need crypto wallet to receive NFT. rules: https://t.co/2QRhsPlpur pic.twitter.com/KYmWI67PhG
— McDonald's (@McDonalds) November 1, 2021
El potencial de los NFT para los restaurantes
Está por ver aún si existe mercado para el McRib NFT. Aunque el tweet oficial de McDonald’s atrajo el interés de los inversores en el espacio de las criptodivisas, así como miembros de comunidades como r/wallstreetbets, no podemos olvidar que la McRib es más bien un artículo de culto en McDonald’s, nunca ha sido tremendamente popular.
El lanzamiento de la McRib en 1981 está rodeado de controversia dentro de la compañía, pues fracasó estrepitosamente, lo cual fue un duro golpe. No obstante, algunos fanáticos de la marca nunca han olvidado este ítem y a menudo lo demandan. Es por eso que, periódicamente, McDonald’s lo vuelve a incorporar a la carta por tiempo limitado para apaciguar a la clientela que lo exige. Aun así, luego se retira de nuevo.
En cualquier caso, aunque los NFT de McDonald’s no se revaloricen, estos sirven su cometido promocional. La marca sale reforzada al capitalizar sobre una moda extremadamente popular en este momento. Es la misma estrategia que ha usado la compañía cervecera Budweiser, que, tras explorar inicialmente el mercado, ha adquirido el dominio beer.eth por 120 000 dólares, demostrando de este modo que ve potencial en los tokens.
Así, han entablado una colaboración con Vayner NFT, un estudio de diseño de vales no fungibles propiedad del empresario Gary Vaynerchuk, para convertir los productos de la compañía en NFT. De acuerdo al emprendedor: «Los NFT prometen ser parte importante del ecosistema digital futuro. Así, es importante que las marcas sepan cómo aprovechar este espacio al máximo».
Queda claro que los NFT, sobre los cuales todo el público tiene los ojos puestos, pueden servir para canalizar las acciones promocionales de los restaurantes. Acuñar un token es barato, por lo que el coste de este tipo de campañas es similar a otras más tradicionales. Esto echa leña al fuego, pues probar suerte con una acción comercial basada en NFT no incurre en riesgos adicionales que sí podrían estar presentes al abalanzarse sobre otras oportunidades de promoción orientadas a la generación Z y alfa, como la realidad aumentada y virtual, los metaversos o la publicidad en sistemas de mensajería cerrados.
¿Tienen futuro los NFT?
La pregunta que todos los inversores se hacen es si estos derivados de las criptodivisas han llegado para quedarse.
Con la adopción actual, parece evidente que los NFT no desaparecerán. En un caso extremo, su empleo podría contraerse sustancialmente. No obstante, los tokens no fungibles no solo son intermediarios en el proceso de propiedad intelectual de coleccionables virtuales, sino que también podrían emplearse en aplicaciones más cotidianas como escrituras de casas, contratos de compraventa B2B o P2P y muchos otros.
Es por eso que aunque la burbuja se contraiga, conocer la tecnología y qué posibilidades entraña puede ser una decisión acertada para los restaurantes que se sientan más cómodos con las nuevas tecnologías.
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