Como cada nuevo inicio de año, volvemos cargados de buenos propósitos. Propósitos que en la mayoría de nosotros desaparecen o se diluyen pasadas varias semanas, somos así. Pero el inicio del año siempre es el mejor momento para plantearse nuevos retos, personales y profesionales, sobre todo para aquellos que están pensando cambiar de trabajo o prepararse para un próximo ascenso.
En este sentido, me remito a los datos extraídos de un reciente estudio realizado por Turijobs el cual dice que en 2017 aumentaron las ofertas de empleo en un 30% y, lo más interesante, es que de entre ellas las ofertas de cocina y sala son las más demandadas, con un 18% y 17% respectivamente. El estudio remarca un porcentaje que me da alegría ver, y es que parece que cada vez estamos más convencidos de que la formación es la base para el correcto desempeño de cualquier actividad profesional.
Del mismo estudio también se extrae que el 66,3% de los profesionales que trabajan en el sector turístico disponen de una educación superior. Y aunque no hay un dato concreto de cuál es el porcentaje corresponde a profesionales hosteleros, parece que los datos auguran un creciente entendimiento de los muchos beneficios que aporta una formación de calidad.
La nueva restauración ya no es cosa de aficionados
Y es que ya no funciona la teoría de los cajones que tenían mis padres, ahora el sector de la hostelería requiere de grandes profesionales que se forman para ver crecer y rentabilizar sus negocios hosteleros. Obviamente esto no es tarea fácil, nadie se levanta una mañana sabiendo gestionar a la perfección su negocio.
Por este motivo, desde Gastrouni, a través del Máster en Dirección de Restaurantes y F&B Hotelero, ofrecemos las herramientas necesarias para que esto se pueda conseguir con la formación que aportan los profesionales en activo del sector que forman parte de nuestro cuadro docente.
Los alumnos aplican semanalmente en sus negocios las pautas que aprenden en las aulas y poco a poco van descubriendo fugas de rentabilidad que ni siquiera se habrían parado a pensar que podrían tener y establecen planes de acción para “taponarlas” y que sean un factor menos a solventar, hasta que consiguen la gestión integral de sus negocios.
Recuerdo un comentario de uno de los alumnos que se ha formado con nosotros en el Máster en Dirección de Restaurantes y F&B Hotelero de Gastrouni que decía: antes de empezar el Máster tenía un restaurante y era hostelero, ahora tengo una empresa y soy empresario. Creo que precisamente ese es el cambio de mentalidad que nos proporciona estar formados, abrimos los ojos y entendemos que sólo nosotros podemos cambiar el rumbo en el que queremos enfocar nuestros negocios y nuestro futuro.
Las empresas del sector hostelero son conscientes de este cambio de mentalidad y a la hora de contratar personal cada vez se abre un abanico mayor de posibilidades debido a las competencias y formación de los posibles empleados.
Veo a diario empresas que requieren para sus negocios profesionales del sector que se hayan formado específicamente en habilidades y capacidades concretas de la hostelería. Me alegra que, poco a poco, este ya no sea el sector en el que acaba todo el mundo cuando “no hay otra cosa”. La profesión del hostelero es realmente complicada y, aunque siempre ha sido así, cada vez estamos más convencidos de que requiere de habilidades excepcionales, de psicología, de intuición, de profesionalidad, de calidad… que únicamente se consigue a través de una formación a todos los niveles.
Encuentra la formación que necesitas
Y cuando hablo de a todos los niveles hay que diferenciar entre los distintos tipos de formación que existen actualmente en el sector. No toda ella se adapta a las necesidades de todos los profesionales. Por lo que una vez se ha tomado la decisión de formarse, la búsqueda y selección de la materia en la que se quiere especializar es fundamental. Aunque si hablamos de empresarios hosteleros o de personas que quieren poner en marcha su propio negocio, la elección es sencilla: una formación en gestión integral de negocios de hostelería, como puede ser la de Gastrouni.
Insisto en que, aunque aún queda un largo camino por recorrer concienciando al sector de las ventajas que proporciona la formación, las previsiones son muy favorables. ¡Esperamos que se cumplan!
Magnífico e ilustrativo artículo del que entresaco una frase doctrinal:
“fugas de rentabilidad”
Acaso no es una fuga de rentabilidad, el desconocimiento de la nueva forma de entender el Diseño de una Cocina Profesional?
Que porcentaje de los beneficios netos hay que deducir (cada año), por tener en el negocio una cocina, que desde el punto de vista del Diseño, no se hayan tenido en cuenta la sostenibilidad, el ahorro energético, el costo de inversión mas adecuado, etc. ?
Éste problema surge, por la falta de diseños independientes.