Según Wikipedia, unboxing es una palabra inglesa que define el desempaquetado de productos, especialmente de consumo de alta tecnología, donde el proceso se graba y se sube a Internet. El artículo se explica en detalle y, a veces, también se puede demostrar. Parece que este arte de sacar cosas de cajas delante de una cámara nació en el año 2006 con el desempaquetado de un teléfono Nokia E61.
Esta costumbre de mostrar el desembalado de productos, se ha diversificado en los últimos años de una forma increíble, con todo tipo de artilugios, desde maquillajes, ropa, electrodomésticos, colecciones, hasta juguetes y un sinfín de artículos variopintos. Por supuesto, viralizado por las redes sociales, muy especialmente Youtube.
Pero nunca había tenido una relación demasiado estrecha con los restaurantes o la gastronomía, aunque esto parece que comienza a cambiar, y en esta era donde la digitalización de la gastronomía se está acelerando de una forma multiplicativa, estamos asistiendo con cierta frecuencia a la incorporación de términos digitales que hasta ahora habían pasado desapercibidos para el sector o por lo menos no eran frecuentes.
La inclusión de una buena parte del sector de la hostelería, y en especial de los de los grandes chef en el delivery o la comida a domicilio, ha generando un acelerado proceso de innovación muy curioso que consiste en trasladar alguna de las excelencias y emociones que los clientes disfrutan en la sala del restaurante, al salón de sus casas, y parece, que el unboxing adquiere importancia en ese momento mágico.
Cajas, bolsas o paquetes, se han convertido en el emplatado de las nuevas bandejas de esos Camareros de Exterior, como así los denominavamos en el año 2017 en este artículo “Camareros de exterior, la revolución del servicio de la (no) sala”, que esconden, además de un atractiva propuesta gastronómica, sorpresas, expectativas e incluso emociones, que son capaces de cautivar a clientes que hasta hace muy pocos días solo se daban en el espacio presencial de los restaurantes. Y que estos últimos, se encargan de trasladar a las redes sociales en forma de “propinas digitales”.
Y es que, en eso consiste la Nueva Hostelería, trasladar elementos que son intrínsecos y propios de las experiencias en el restaurante, a los espacios y contextos que el cliente elige gracias a la tecnología que dispone. La hostelería, los restaurante y los chefs están trabajando en “modo delivery”, pensando y repensando cuales son los puntos claves en la nueva relación con sus clientes y diferenciarse, no solo en el producto o en propuesta gastronómica, sino también en el nuevo servicio al cliente.
Términos como unboxing, geolocalización, usabilidad, smart data, que durante estas últimas semanas no paro de escuchar, hoy ya forman parte de la jerga gastronómica de restaurantes y clientes.
Algunos chefs, como es el caso de David Muñoz, generan una enorme expectativa a través de la redes sociales, preparando y explicando el producto que posteriormente sus clientes van a degustar en sus casas, a modo de los videos y tutoriales “Howto” que inundan las redes sociales.
Otros, como la versión delivery de Coque, CoquettoGO, con esos camareros de exterior transportando esas cajas listas para degustar el mejor producto. Suponen una gran tentación para compartir un auténtico unboxing gastronómico en tu red social favorita.
La disciplina de Delivery Marketing, que ya impartimos en la Escuela Diego Coquillat, será vital en la estrategia y el posicionamiento de este nuevo mercado digital, donde no tardaremos mucho en ver cientos de influencers especializados en diferentes temáticas viralizando esos desempaquetados gastronómicos, de los restaurantes más selectos de su ciudad a través de sus canales de Youtube o Instagram.
La duda que surge, es si con esta aceleración en la innovación y con la suma del conocimiento compartido de miles de mentes buscando esa nueva excelencia, la experiencia trasladada a los hogares, llegará a igualar o superar, la experiencia presencial, como ya parece que esta sucediendo en algunos otros sectores, como el de la moda. Los restaurantes se están autogenerando una competencia nueva a lo que fue su servicio tradicional, en un contexto absolutamente favorable para esta nueva opción que sin limitaciones crece viralmente tan rápido como el propio virus que la aceleró.
Quizás los selfies de los restaurantes, han pasado a convertirse en el unboxing de los hogares. ¡Buen provecho!